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Jodida, pero soy tu madre

La nueva obra de Roberto Nicolini, mezcla rara de teatro, stand up comedy y terapia grupal, es un panorama imperdible para todo aquel que haya querido a su vieja... y para los que no, también.

Por Marco Canepa @mcanepa | 2014-05-13 | 17:31
Tags | crítica, obras, teatro, Roberto Nicolini, madres, mamás, mujeres, suegras, nueras, familias, monólogos

¿Se acuerdan de Roberto Nicolini? Sí, el gordito simpático que animaba Pipiripao, ese programa infantil de UCV que, aparentemente, todo aquel que fue niño en los 80's vio.

Hace algunos años me sorprendió enterarme que ahora estaba dedicado a las tablas y montando una obra de teatro basada en el libro de Pilar Sordo, Viva la Diferencia. Fui a verlo con pocas expectativas y recuerdo que todo partió con el pie izquierdo cuando tuvo que salir al escenario a explicar que la actriz con la que hacía la obra se había enfermado. Pero la honestidad con que apechugó con el problema, el ingenio con el que interactuaba con el público, su capacidad para improvisar y lo fino de sus observaciones sobre las relaciones hombre-mujer, hicieron que amara la obra. 

Tiempo después fui a verla nuevamente y para ese entonces la había transformado en un monólogo, una especie de stand-up comedy mezclado con obra de teatro y terapia grupal. 

Fue notable.

Pues bien, este fin de semana, en pleno día de la madre, fui a ver su nueva obra: Jodida, pero soy tu madre, surgida a partir de la muerte de su propia mamá y que explora de manera hilarante y a la vez emocionante, la relación entre madre e hijo, suegras y nueras, abuelas y nietos, la vida, la soledad y la muerte.

Al igual que Viva la Diferencia, el único sobre el escenario es Nicolini, vestido de vieja de mierda (o lo que parece al principio una vieja de mierda) narrando cómo domina a su hijo o hace imposible la vida de su nuera: "Si no gano, empato" repite cada vez que encuentra una nueva forma de cagársela en esa guerra subterránea que parece haber en toda familia entre las dos principales mujeres en la vida de todo hombre

Al principio todo es risas, la vieja es la caricatura de la suegra insoportable y mete en problemas a todo el mundo, incluido algunos pobres diablos del público —en especial los que llegan tarde— que saca al escenario y con los que improvisa algunos de los mejores pasajes de la obra.

Pero a lo largo del relato, vamos conociendo más íntimamente al personaje, su fragilidad, su temor a quedarse sola, a ser desterrada de su hogar, perder su rol de dueña de casa —el único que sabe— y ser relegada a una habitación en una casa que ya no es suya, sino de la nuera, donde todo lo que dice molesta, donde toda opinión suya es una impertinencia, donde "te tratan como un bolso: para navidad te la llevas tú, para año nuevo me la llevo yo". Poco a poco, las risas empiezan a torcerse en una mueca de dolor, aunque nunca falta una broma bien posicionada para alivianar un poco el ambiente. 

Nicolini teje con destreza y cariño un relato construido a partir de las narraciones de incontables madres y ancianas que conoció en su vida y otras tantas con las que conversaba en el geriátrico, según nos contó después en su camarín. No es de extrañar, entonces, que resulte imposible no identificarse y que, demasiadas veces, uno siente que le está hablando directamente a uno, como si te conociera de antes y hubiese armado la obra para ti.

Cuando no te está haciendo reír como el mejor sketch de Coco Legrand, te tiene al borde de las lágrimas. De algún modo, esta obra se las arregla para tocarte tantas fibras que te sientes como un arpa y tiene tal sabiduría, que muchas personas la han comenzado a asistir a ella como terapia.

Es una obra que se puede ver veinte veces  —y hay quienes efectivamente lo han hecho— porque cada vez es distinta, porque no cabe en dos horas y día a día debe ser ajustada con maestría por Nicolini para encajar con el público.

Fue un privilegio asistir y no podía menos que recomendarla a todo aquel que tenga (al menos) una mujer importante en su vida. Que somos todos.

DÓNDE VERLA

Teatro Mori Bellavista
Constitución 183, Barrio Bellavista, Providencia

Domingo, 19:30 horas
Valor general: $8.000 
Estudiantes y tercera edad: $4.500
Descuentos con Movistar, Metrogas y Club de Lectores El Mercurio

Sitio web: www.centromori.cl

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Comentarios
Rocío Sandoval | 2014-05-13 | 18:45
1
el 30 de mayo viene a Quillota!!!
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Cristopher Badilla | 2014-05-13 | 21:58
1
La vi hace un año o dos. Todavía me trae gratos recuerdos.

Muy recomendada!!
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Leonardo Gonzalez Aballay | 2018-01-10 | 11:33
0
Buen reportaje y excelente criticas, te aclara cualquier duda.
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