El año cinematográfico está disparando sus últimos cartuchos, quedando dos meses y un poco más para tener una idea de cuáles serán los filmes que colmarán los certámenes y alfombras rojas de fin de año. Títulos ya estrenados en Chile como A Star is Born, Hereditary, First Man, El Infiltrado del Kukluxklan o Isla de Perros,están en las barajas de diversos rankings online, junto con próximas cintas como Vox Lux, Roma, The Favorite y Green Book. Ahora, una segura, segura que claramente estaría en este listado, llegó este jueves a las salas nacionales: Viudas.
Cinta basada en la serie homónima británica de los años 80s escrita por Lynda La Plante, que este 2018 vuelve de la mano de un elenco estelar, la banda sonora de Hans Zimmer y bajo la dirección del destacado Steve McQueen. Así, cual plan de un importante robo que no puede salir mal, desglosamos el detalle del porqué este film de Viola Davis y sus chicas, hay que verlo, disfrutarlo y apostar por él.
De buenas a primeras no presenta mayor novedad: un grupo debe realizar un robo que no puede resultar mal, pues de éste depende la vida o la muerte, el triunfo o el fracaso. Algo como lo visto en La gran estafa (tanto en su versión femenina de este año como en la saga de George Clooney y Brad Pitt de hace un tiempo) y en otras películas como El Plan Perfecto o incluso en la exitosa e hispana serie La Casa de Papel.
Eso es la primera capa, pero Viudas juega con un sinfín de texturas que no la enmarcan dentro de un film de acción, sino más bien como un potente, crudo (y a la vez bello) drama en torno a la sobrevivencia y las atrocidades de un sistema donde ni las mujeres, ni los de color distinto, ni los pobres, existen o pueden surgir. El humor es casi mudo, la tensión es alta y las sorpresas, muchas.En esta ocasión, Veronica (Viola Davis), sufre las deudas y problemáticas de su marido, Harry Rawlings (Liam Neeson), un ladrón de alta monta que es asesinado junto a sus comparsas en el que sería su último gran golpe. Quedando ella —además de Linda (Michelle Rodríguez) y Alice (Elizabeth Debicki), parejas de otros integrantes del clan— en la quiebra, sin nada, pero sobre todo, con sed de venganza. Lidiando contra mafiosos y políticos que tenían cuentas pendientes con sus difuntos conyugues, ellas deben cargar con los platos rotos, teniendo como única opción retomar el atraco y ser ellas las perfectas ladronas, sin conocimiento alguno en este tipo de mortales dinámicas.
Steve McQueen, debe representar a parte de esa camada de realizadores del nuevo siglo que con la producción que sea, entran en toda lista de premios. Una marca registrada y con su estilo propio o cine de autor. Y eso que estuvo por más de 15 años solamente realizando cortometrajes y videos experimentales en galerías de arte, alejado incluso del cine independiente.
Pero no fue hasta 2008 que, junto a su actor fetiche, Michael Fassbender, llevó a la pantalla grande Hunger, retratando a la figura del reconocido político irlandés fallecido en huelga de hambre, Bobby Sands. Después, sorprendió con Shame (2011), en lo personal su mejor cinta, donde Fassbender se repite de protagonista, interpretando a un adicto sexual que sufre y se hunde en esta enfermedad. Y finalmente el 2014 toca la cúspide y la masividad cuando su film, 12 años de Esclavitud, se alza con el Oscar a Mejor Película.
Dueño de un ojo artístico notable, este director afrocaribeño sabe cómo exponer lo peor de la humanidad y sus sentires de una manera bella y admirable. Además, marca postura en temas políticos, como el racismo o el capitalismo. En Viudas, lógicamente no se queda atrás, y con escenas notables y diálogos para nada panfletarios, introduce sus discursos de tolerancia y critica en cada personaje, texto y composición. Todo en una cinematografía alucinante.
Si bien el rol protagónico en su momento se pensó para Jennifer Lawrence, fue la morena actriz de 53 años, Viola Davis (Fences), quien se quedó con el papel. Y se agradece, porque la ganadora del Oscar como Mejor Actriz de Reparto el 2016, es puro fuego. Transformándose en la líder de su manada, poniendo los tiempos, alzando la voz, pero a su vez empatizando y abrazando a sus congéneres, además de siempre estar junto a su perrita Olivia. Fuerza y contención. Resalta la menuda, rubia y alta Elizabeth Debicki (Los Agentes de CIPOL), cuyo personaje es una sensual mujer abusada físicamente que debe reinventarse siendo “últil” para cualquier misión. Michelle Rodríguez, por su parte, dista de sus clásicos papeles rudos y de acción, para ser una madre incansable que no quiere dejarse abatir. Y la debutante, Cynthia Erivo, es la fracción de audacia física y carácter callejero, la que no se achica y pega las patadas.
Por el lado de los villanos o quienes le hacen la vida imposible a estas muchachas, está la imagen machista en su peor estado, con sus fracturas y mentiras, muy bien encarnada. Partiendo con Collin Farrell (Perdidos en Brujas), un aspirante a gobernador que se corroe por ser la sombra de un republicano y conservador padre y ex alcalde, personificado por el legendario Robert Duvall, tratando de sonreír siempre y no fracasar en las elecciones. También está Brian Tyree Henry (Atlanta), o mejor dicho un líder mafioso que se esconde bajo consignas de representar al pueblo y ser el primer afroamericano aspirando al poder electoral del distrito. Cerrando con, a mi parecer, el mejor de todos por su maldad y frialdad, Daniel Kaluuya (Get Out), una suerte de esbirro y secuaz que hace el trabajo sucio y sangriento, sin temblar.
Acá se reitera que los discursos o ideas no parecen propaganda o frases efectistas, pero tampoco están puestos al azar, como también en otras películas de McQueen. Viudas sabe que se instala dentro de un contexto actual y cultural donde corajuda y necesariamente la mujer hoy se alza y exige sus derechos y verdades, donde todos y todas debemos entrar en esta visibilización y apoyo. Por lo mismo, temas como la cosificación sexual, la violencia de género o la anulación social o racial, están presentes en este film, pero no necesariamente de forma explícita y verbal, sino en su total construcción, desde sus silencios, tomas y fotografía. Exhibiendo a personajes masculinos o adinerados que degradan, engañan, abusan y sólo buscan poder y control, al producción está en pos de mujeres que ante todo son sobrevivientes de un sistema y una realidad. Y como espectador, sólo quieres ver que la cosa cambie. “Esto puede resultar porque simplemente las mujeres no existen o pueden hacer esto”, testifica el personaje de Veronica.
En definitiva, Viudas es una gran película, que quizás no sea triunfadora en los próximos Oscar, pero estará en nominaciones y dando presencia. Siendo la carta de acción-drama-policial que alguna vez fue Los Infiltrados de Scorsese o The Town de Ben Affleck, pero esta vez con mujeres, afroamericanas, migrantes y pobres, buscando su lugar y tomando el volante.