Corría el año 1987 y al destacado productor hollywoodense James L. Brooks, le llegó Life in Hell, historieta de un veinteañero dibujante y escritor llamado Matt Groening. Se conocieron, se dieron la mano, acordaron realizar una mini sección animada para The Tracey Ullman Show y nacieron Los Simpson, pasando de cortometrajes a un programa propio, a ser un clásico, un éxito, sumando a la fecha 29 años y próximamente 30 temporadas.
Después, ad portas del 2000, el barbudo autor se la jugó por quizás la mejor serie de ciencia ficción en animación de todos los tiempos, Futurama, que finalizó el 2013. Pasaron cinco años y el acotado pero brillante trabajo de Groening ahora va por más, esta vez con (Des)encanto, que vio la luz esta semana en Netflix, ¿está a la altura o el buen Matt ya perdió la magia?
(Des)canto trata de las desventuras y problemáticas de la princesa Bea, chica poco convencional para la medieval época donde vive: le gusta la juerga, las apuestas, distando de ser la princesa sofisticada, tierna y elegante. No por nada esta socia ruda, dientona y de armas tomar, escapa de un conservador matrimonio por obligación en el reino de Dreamland.
Por suerte, está acompañada de un inocente elfo, que también rompió con la tradición feliz-feliz-alegre-alegre de su pueblo; y de un demonio gatuno que la lleva por el “mal” camino de los placeres y de ser quién en verdad desea ser. ¡Ah! Y rodeada de toda la flora y fauna mágica de un cuento; con bestias, duendes, dragones, quimeras, brujos y mitos.
En lo personal, y como todos los trabajos de Groening, creo que tiene lo suyo, quizás le cuesta empezar, hay que dedicarle tiempo capítulo a capítulo, pero se la juega por eso que Matt se sabe por libro: crear personajes queribles y sus respectivos universos, apostando por un humor propio, y lo mejor, que aborda las temáticas y contextos culturales de esta nueva era, una que critica los extremismos y ve en el feminismo o la diversidad racial-social, causas y argumentos para sentar bases, siempre desde la sátira y la cultura pop. Además, tiene el sello Netflix, desde el estilo del opening hasta construir en diez capítulos productos sin efectismos, con alma y contenido.
Si Los Simpson marcaron la pauta de la comedia familiar en los 90s y Futurama se impuso en un cambio de siglo con sus locuras y devenires, (Des)encanto tiene a la fantasía como escenario y llega en el momento histórico que la cobija; uno medieval y a la vez revolucionario. No es Bojack Horseman (para mí la mejor serie animada adulta de Netflix), pero tiene una chispa que promete brillar.
Aparte, recordemos que las otras producciones de Groening fueron criticadas en sus debuts, pero después fueron referentes, es decir, son adelantadas a sus tiempos. ¿Personaje favorito? Luci, el diablillo cuya voz en inglés la interpreta el comediante Eric André, y que tiene la gracia de ser animado sólo en dos dimensiones.
Sebastián Castro, famoso por la exitosa saga Guardianes del Sur, nos cuenta:
“Groening formó una piedra angular de la cultura pop en la historia, marcó la pauta en la televisión como la conocemos. Lamentablemente, con el tiempo, ha estado un poco preso de las franquicias que le siguen tratando de sacar el jugo. (Des)encanto me gustó mucho, porque no intenta ser Los Simpson, tampoco Futurama.Además, si había proyectado el presente, luego el futuro, ahora le quedaba el pasado; como pasó con Hanna-Barbera cuando hizo lo mismo con Los Supersónicos y Los Picapiedras. Y de cierta manera, entiendo que esto no sea lo que uno está acostumbrado a ver. A mí me gustó porque cuando parte toda la historia no hay buenos, y la idea de que a todos estos personajes llenos de fallas los vaya uniendo un fin en común, me encanta. Me río harto, tiene una crítica social bien punzante, hay que tenerle paciencia, ojalá tenga éxito, pues creo que en esta temporada no está todo lo que puede lograr”.
Otro que tiene positivas impresiones, es el crítico de cine, conductor del podcast FlimCast y guionista de series, Hermes Antonio:
“Creo que transforma las series de Matt Groening en una trilogía, ahora haciendo humor del pasado, que se notaba que él venía practicando en los especiales de Halloween de Los Simpson, con historias medievales e incluso en una saga de Futurama que transcurre en el Medioevo. Esta serie es tan nerd como las anteriores, con referencias a Game of Thrones o El Señor de Los Anillos, pero también con humor histórico sobre hechos como las Cruzadas o la peste negra. Creo que sus personajes son muy atractivos y siento que difieren de otros protagonistas, me encanta que la protagonista sea una princesa alcohólica y el demonio sea de una maldad bastante ingenua, de alguien que no conoce el mundo. Aparte en los últimos capítulos hay giros que son muy GOT, con cahuínes de palacios y reinos, eso me parece entretenido. Su ritmo es un poco errático al inicio, pero hay que ser justos, tienen mucho potencial, lo principal es que es muy divertida y la animación es graciosa”.
Quizás el gran problema que puede tener (Des)encanto, no es su apuesta y estilo en sí, sino más bien la mochila que carga con las últimas temporadas de Los Simpson, que para muchos son sinónimo de temas repetidos y forzados, que se nutren del músico o youtuber de moda para tener audiencia.
Desde este punto de vista, Tito Fvego, artista visual y fanático de Homero y compañía, tiene su propia tesis sobre Los Simpson:
“Muchas veces se habló del cambio en el doblaje, la huelga de guionistas e incluso un acabo de ideas por parte del comité creativo, pero la respuesta para mí es otra. Si bien en la serie existen giros de guion, apariciones de personajes irrelevantes o eventos que rozan lo absurdo, en la temporada 9 es donde todo cae. ¿Por qué? The Principal and the Pauper, donde se revela que en realidad hemos sido engañados por un tal Armando Barreda, quien usurparía la identidad de Seymour Skinner. Ahí nos fuimos a la B con una bola de nieve de plot-twist absurdos, ilógicos y cada vez más carentes de ese humor fresco que nos presentaron en las primeras ocho temporadas”.
Eso sí, no todo es tan oscuro y negativo, porque según la guionista de comedias y crítica de cine, Angela “Negra Cesante” Díaz, esto es parte de los cambios de época:
“Mi sentido del humor viene de Los Simpson, pero de los que yo vi hasta los 20 años. Quizás si los veo ahora, pueden no gustarme o no encajar, pero eso tiene que ver con que yo crecí, porque está hecho para las nuevas generaciones y les encanta. Y esa es la gran gracia de Groening, que con todo lo que haga, él acompaña a las nuevas generaciones, tiene una manera de llevar la animación y el humor que es de él, que avanza con los tiempos, no se pega con la nostalgia. Y eso siempre se lo voy a respetar. Su trabajo es glorioso”.