Francisca Prieto (30), cuenta que desde que tiene recuerdos que quería despertar como una mujer. Tanto, que rezaba todas las noches para que al día siguiente así lo fuera, pero pasaban los años y no ocurría nada.
“Era súper decepcionante, aunque lo más curioso es que mis ganas eran tan grandes, que jamás dejaba de pedir lo mismo, aún sabiendo, ya más grande, que eso no sería posible y que solo podía ocurrir en cuentos de hadas. Daba un suspiro y decía ‘uuhhjj que mal, otro día como niño’ y luego llegaba la noche y volvía a pedir lo mismo con todas mis fuerzas”, cuenta Francisca.
Hoy eso que tanto añoraba ya es una realidad, y ha decidido contárselo al mundo.
En su cuenta de Instagram (@Frangenica), la ilustradora describe, a través de sus dibujos (y con bastante humor), cómo ha sido este cambio. Desde cómo fue la reacción de su familia hasta su esfuerzo por tener una voz más femenina.
En un viaje a Europa que hizo el año pasado, Francisca pudo salir a la calle siendo ella, porque allá nadie la conocía.
Pero como todos los viajes, este llegó a su fin, tenía que volver a Chile y al subirse al avión de vuelta, le vino un ataque de ansiedad fuertísimo, no era capaz de moverse. Se tuvo que tomar una pastilla que le había recetado su psiquiatra para la ansiedad y se le pasó. “En ese minuto sabía perfectamente por qué me había pasado otra vez y era porque volvía a enfrentar la realidad que no quería: ser y verme como hombre”.
Francisca llevaba un año yendo al psiquiatra, porque había comenzado a sufrir ataques de ansiedad. “Había sido por todo este tema de no aguantar más ser alguien que no era, tomé pastillas para la angustia y antidepresivos todo el año. Mi psiquiatra era la única que sabía y me ayudó muchísimo, pero jamás se me irían esos ataques si no podía contarle a mis familiares y amistades”, cuenta.
En diciembre de 2017, decidió enfrentar la situación y llorando le contó a su mamá. “Su reacción fue sorpresivamente linda . Me acogió con todo su amor y me ayudó a contárselo a mis cercanos”, dice y agrega que -contrario a lo que se imaginaba- su entorno la apoyó y reaccionó muy bien.
Francisca había mantenido el secreto por 30 años que se le hicieron eternos. “Digo eternos porque cuando no eres feliz contigo, cada minuto, día, mes y año, se te hace una eternidad y vives como si tuvieras un elefante encima cada segundo de tu vida: no vives, solo sobrevives”.
Después de contarle a su familia que en realidad ella siempre se había sentido como una mujer, venía un segundo desafío: que todos se enteraran. Pero cuenta que tenía susto, que no sabía cómo hacerlo.
“Había salido del closet, pero no todo el mundo (mis conocidos) sabían en ese entonces, solo algunos familiares y amistades estaban al tanto, por eso aún tenía miedo de salir a la calle, encontrarme con alguien conocido que no supiera y tener un momento súper incómodo”.
Entonces, fue su hermana mayor la que le dio la idea de expresarse y hacerse visible a través de sus ilustraciones. Fue así como nació “Frangénica”, su cuenta de Instagram y gracias a la ayuda de su otra hermana que se movía bien en las redes sociales, logró hacerse visible y contar con humor su historia.
Decidió hacerlo así, porque cree que es la mejor forma para llegar a más personas e informarse de forma entretenida. “Quería transmitir alegría y no miedos, porque lo que estoy pasando ahora son momentos de pura felicidad, quiero demostrar al mundo que ser trans es lo mejor que me ha pasado y un camino hermoso”, cuenta.
Pero nos explica que
este camino también ha tenido momento difíciles, como creerse de verdad el cuento de que eres una persona que se merece la felicidad como cualquier otra.
Dice que también ha sido cansador lidiar con las personas que no comprenden esto al 100%, y tratar de llegar a ellos para que escuchen y sientan con el corazón lo que viven y pasan las personas trans. “Ha sido difícil intentar hacer que no te importe lo que piensen o digan los demás, como personas discriminadoras”, confiesa.
Para Francisca, lo mejor de este cambio ha sido poder contar con el apoyo de gente que la quiere tal cual es su esencia y acepta los cambios que ha podido realizar en su cuerpo después de inyecciones, depilaciones, pastillas etc. “Para ser bella hay que ver estrellas”, bromea.
Pero dice que sin duda “lo más bacán es por fin saber qué se siente ser feliz y perder cada vez más miedos”.
Uno de los objetivos de Frangénica (su alter ego de Instagram), es poder contar de qué se trata ser transgénero y tratar de que quienes desconocen el tema puedan aprender de forma mucho más entretenida.
Hace un tiempo le ocurrió una anécdota con una persona que se enteró que ella era trans: “Me dijo: ‘vaya, nunca había conocido a una persona como tú, debe ser divertido’. Obviamente, intentaba ser amable conmigo pero se notaba que no entendía mucho qué significa ser trans, ya que para mí no es algo divertido, sino que se trata de mi identidad. Entonces, luego le expliqué que yo no lo hacía por diversión, sino que de verdad era yo”.
“La verdad las personas no están muy informadas sobre el tema transgénero, digamos que pueden que sepan de qué se trata en cierto aspecto, pero no saben distinguir entre travesti, transformista, transexual o transgénero. Tampoco saben mucho que esas personas de verdad sufren y la pasan mal por querer ser del otro género”, asegura.
Testimonios como el de Francisca, nos empujan como sociedad a entender una realidad que para algunos aún es lejana y, quizás por miedo o desconocimiento, no se atreven a aceptar. Gracias al humor de Frangénica y a su original manera de abrirnos los ojos, hoy podemos dar un pasito más en la integración.