Los padres de Nicolás no pueden despegarlo de la televisión. Toma desayuno viendo Tom y Jerry, se traslada al jardín mirando dibujos a través del celular de su mamá y por las tardes disfruta por tres horas seguidas de Los Simpson. No conoce restricciones, horarios de sueño, ni obligaciones. ¿Sus padres? Prefieren que el niño se entretenga, pues están cansados y no tienen tiempo para estimularlo constantemente.
A lo largo de los años la televisión se ha percibido con un elemento nocivo, que podría afectar negativamente a los niños. Según estudios, los menores podrían tener más posibilidades de sufrir sobrepeso, comportarse de forma agresiva,volverse pasivos o sufrir alteraciones del sueño. Y si produce tantos efectos negativos, ¿es recomendable que vean dibujos animados?
Todo dependerá del tipo de contenido. Este debe ser apropiado para su edad, regulado y restringido por los padres. Aquellos programas asesorados por expertos e investigadores de televisión infantil logran crear este tipo de programas, ya que aportan criterios de calidad necesarios para que los capítulos impacten de forma positiva a los niños.
Sí, la televisión infantil podría ser un recurso educacional provechoso, y no una amenaza a su desarrollo integral, si es que sabemos controlar dos factores fundamentales: el contenido adecuado y la cantidad de tiempo que pasan frente a la pantalla.
Según la VIII Encuesta Nacional de Televisión (2014), un 53% de los padres declaran que supervisan los contenidos audiovisuales a los que se exponen sus hijos, sin embargo más del 82% de los infantes dijeron ver contenido audiovisual sin restricciones. También reflejó lo difícil que resulta para los padres y cuidadores supervisar el consumo de los niños a través de la televisión u otras pantallas, como el computador, celular o tableta. Las principales razones fueron: un 41% la ven solos en su habitación y un 39% de los padres trabajan fuera del hogar o no están en casa con sus hijos la mayor parte del día.
Según explica a El Definido Valerio Fuenzalida, profesor e investigador de televisión infantil, la regulación y limitación de visualización es muy importante para que la televisión no se convierta en una herramienta contraproducente: “Los padres deben seleccionar y adquirir información sobre cuáles son los programas adecuados para sus hijos. Sumado a eso, conversar con los niños sobre qué es lo que vieron. El niño aprenderá más de esta forma porque pensarán: mi papá y mi mamá me preguntarán, por eso prestaré más atención. Así el niño captará más cosas”.
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Existe controversia sobre la edad en que los niños deberían exponerse a la televisión. Si bien existen aclamados canales de televisión como Baby TV, dirigido a niños de 0 a 3 años, La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños comiencen a ver televisión después de los 18 meses. También indican que los tiempos de visualización deben ser los siguientes:
- Niños en edad preescolar:no pasar más de 1 hora por día viendo programación educativa.
- Niños y adolescentes de 5 a 18 años: aunque no especifican la cantidad de horas exactas, señalan que estos medios no debiesen reemplazar el dormir lo suficiente, el ser físicamente activos y su rendimiento académico. Por esta razón los padres deben limitar el acceso a la televisión, redes sociales y videojuegos.
¿Cómo ayuda la TV a los niños?
Valerio Fuenzalida dice que la televisión no solamente debe enseñar contenidos escolares como la lectoescritura o matemática. Tal es el caso de programas como Bob el Constructor, donde el protagonista es un niño activo, al punto que incluso los adultos confían en sus capacidades. A partir de estas características que ven en la pantalla (un personaje que colabora, comparte y trabaja con los demás), se potencia el desarrollo socioemocional del niño. Es así como adquiere autoconfianza, eleva su autoestima y favorece a sus capacidades.
Fuente: BBC |
Otro caso es el de Jorge El Curioso. Según una investigación, aquellos niños que veían el programa, "mostraban un conocimiento significativamente mejor de la medición, la hibernación, los colores, el clima, la flotabilidad, el sonido, la clasificación y la vida vegetal que los niños que no lo hicieron". Parecido fue el efecto que produce en los niños Peg + Gato, quienes mejoraron ampliamente en el área de las habilidades matemáticas y más confianza para disponerse a aprender sobre ella.
Fuente: Curious George |
Baja programación infantil
El último anuario publicado por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) reveló que la oferta infantil en la televisión abierta cayó a su mínimo histórico: alcanzó solo un 2% del total de la programación, 11% menos que en 2010. Además, su contenido está sumamente concentrado en un solo canal, ya que un 62,2% de la programación infantil la transmite UCV Televisión. Sumado a esto, casi toda la programación (un 90%) se transmite por las mañanas. “Se observa que, los programas infantiles prácticamente han desaparecido de las pantallas de libre recepción”, subraya el informe.
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También esclarece que los niños y adolescentes son quienes menos consumen televisión abierta, ya que en promedio vieron solamente 2:34 horas. “Es sabido que la falta de oferta en la televisión abierta ha significado un desplazamiento de la audiencia infantil y adolescente hacia la televisión de pago, lo que se expresa claramente en las mayores cifras de visionado de esta última”, explica el anuario.
No podemos aquí ignorar los factores como el cable, la masificación del internet y el mayor acceso a tablets y smartphones, que le “roban” la mayoría de la audiencia a la TV, sobre todo porque ofrecen la irresistible posibilidad de elegir qué y cuándo. ¿Pero qué sucede en el caso de los niños que no tienen acceso a esas alternativas?
“Esos niños terminan viendo programas para adultos, con sus padres o familiares, desaprovechando una gran oportunidad que tiene el niño para recibir contenidos valiosos que lo ayudan a tener una mejor educación”, nos explica Valerio.
Y efectivamente es así. Según el CNTV, programas como “Perdona Nuestros Pecados” o “Morandé con Compañía” fueron los más vistos por el público infantil.
Además, Fuenzalida aclara que los niños migraron a las otras plataformas debido al carácter generalista de la televisión abierta, donde podemos ver desde matinales a partidos de fútbol. Los niños prefieren acceder al cable o a los smartphones porque es ahí donde hay una programación adecuada y lineal para el niño. “No debería ser la televisión la que da programas cuando se le ocurra y de lo que se le ocurra, sino que debería existir un canal de televisión abierta y segmentada para niños financiada por el Estado”, nos dice.
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Esto es lo que han hecho otros países como Inglaterra, donde la BBC ha apostado por invertir a través de la creación de dos canales infantiles.
“Lo lógico es que el Estado financie una buena educación para los niños. En este caso una buena televisión y un servicio streaming que ayude al desarrollo de las capacidades de los niños. Así como financia jardines infantiles y escuelas, tiene que financiar esta herramienta para el sistema educativo, ya que, por su parte, la televisión abierta privada no quiere crear un canal infantil porque no está seguro si lo logrará financiar”, apunta Fuenzalida.
Como padres o cuidadores, es fundamental ser conscientes de definir el límite de tiempo que le dedicarán los niños a los programas infantiles. Por mucho que nos cueste, porque sentimos que es una ayuda para nosotros, debemos hacer el esfuerzo de limitarlos.
Luego, preocuparse que no vean programas de adultos en la TV, sino para su edad, aunque hoy sean escasos. Y si tenemos acceso a internet, hay algunas maneras de encontrar el contenido adecuado en plataformas de uso común.
Uno de ellos es Youtube Kids, una aplicación gratuita y simplificada, ya que fue creada para que tanto niños como padres puedan acceder a ella. Está disponible en Google Play y Apple Store.
Estos programas incluyen contenido con canciones educacionales donde los incitan a aprender sobre letras, números y ciencia. Además, se preocupan de crean programación para que los niños puedan descubrir el mundo a través de una amplia gama de temas que se exponen en sus capítulos.
Si te interesa saber más, Youtube Kids cuenta con una guía para padres.
Otra de las alternativas es Netflix ¿Sabías que Netflix posee una categoría oculta exclusivamente dirigida a los niños?
Para acceder es muy fácil, debes escribir en el navegador:
http://www.netflix.com/browse/genre/### y aquellos tres signos "###" debes reemplazarlos por los siguientes códigos:
Código TV infantil: 27346
Películas para 0-2 años: 6796
Películas para 2-4 años: 6218
Películas para 5-7 años: 5455
Películas para 8-10 años: 561
Películas para 11-12 años: 6962
Si te interesa saber más detalles sobre estas categorías ocultas entra aquí.
Otra muy buena opción es CNTV Infantil, una especie de "Netflix chileno" donde los niños pueden acceder a más de dos mil videos y programas infantiles entretenidos, culturales y educativos. Entre ellos "El Mundo de Luna, "Peg + Gato" y "Nanoaventuras".