¿Cuántas de tus amigas trabajan en áreas científicas? ¿Cuántas han emprendido con tecnologías? ¿O cuántas lideran hoy una empresa?
Probablemente sean pocas y aunque estemos acostumbrados a eso, no debiese haber tal diferencia con respecto a los hombres. La buena noticia es que hay maneras de cambiar esa realidad y de abrirles más espacios a las mujeres para que exploren esas áreas. Girls in Tech lo está haciendo en Chile. ¿Cómo?
Visibilizando a mujeres vinculadas al área tecnológica en Chile. Las posicionan en medios, organizan talleres y mentorías para ayudarles a expresar sus ideas en un mundo donde la participación femenina es mucho menor a la masculina, y que a pesar de lo que se podría creer… ¡ha ido disminuyendo con los años!
La directora de Girls in Tech (GiTChile) es Maitetxu Larraechea, licenciada en Historia y magister de periodismo multimedial y cultural. Siempre estuvo vinculada al mundo del emprendimiento tecnológico, primero con un emprendimiento (red de diarios ciudadanos) y luego en Start Up Chile.
“El estudiar en Estados Unidos me cambió la visión de todo. Mis compañeros aspiraban a fundar una revista como la que yo quería trabajar. Eso me cambió los techos y me empecé a interesar en el emprendimiento como una vía más rápida para acceder a esos espacios de creación”, cuenta Maitetxu a El Definido.
Después de analizar el panorama chileno, Maite y una comunidad de mujeres buscaron hacer algo más: visibilizar a las chilenas que participaban haciendo tecnología.
Pensaron empezar desde cero, pero Girls In Tech Global (presente en 60 países) se les acercó con una propuesta: fundar una sede en Chile y comenzar con los proyectos. No se dijo más: se pusieron manos a la obra y en 2013 ya tenían directorio.
Luego querían ir por más: promover el aprendizaje de ciencia y tecnología desde edades más tempranas. Esta misma inquietud la tenían en otra organización,Comunidad Mujer, por lo que se potenciaron para crear el programa Ingeniosas, que contaría como pilar fundamental con sus colaboradoras y voluntarias.
Ingeniosas es un programa semanal que busca fomentar la participación de niñas en el campo de las CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para así incidir en su futuro vocacional.
Su última versión, enmarcada en la conmemoración del Día Mundial de las Niñas en las TIC, se hizo en abril, donde 2.000 niñas procedentes de Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Concepción y Temuco tuvieron la oportunidad de participar en talleres prácticos de programación, charlas motivacionales y ferias de ciencia y robótica.
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La actividad se divide en varias estaciones. “Inspírate” es donde mujeres que tienen un papel importante dentro del área de la ciencia o tecnología animan a las niñas a vencer sus miedos sobre estudiar ese tipo de carreras. “Es fuerte lo que pasa con modelos de rol que son más jóvenes. No les ponemos a la súper mujer que fue a la Nasa, sino que mujeres que en Chile, con distintos niveles de oportunidades, hayan destacado en las ciencias y les hablen de su experiencia”, sostiene Maitetxu.
Otra de las estaciones es APP Inventor, donde aprenden a programar de forma didáctica en lenguajes de programación como Scratch; La Feria de las Ciencias, donde aprenden sobre ciencia gracias a la colaboración del Museo Interactivo Mirador (MIM) y e lMuseo Nacional de Historia Natural (MNHN); y la Feria de Robótica, donde interactúan y conocen sobre los últimos avances en tecnología.
La directora nos cuenta que este año también tendrán el apoyo del MNHN, por lo que se sumarán nuevas actividades: “Hay una exposición maravillosa de dinosaurios en el museo, así que vamos a hacer dialogar al programa con eso y que ellas conozcan a arqueólogas, paleontólogas y vean que eso también se puede hacer en Chile”, anuncia.
Además, están evaluando la posibilidad de ofrecer talleres estables en colegios, universidades y empresas de tecnología, donde las niñas puedan ir con sus mamás dos veces al mes los sábados.
GiTChile también se encuentra trabajando con un programa más reciente: Academia Ada lovelace, un curso de cuatro meses para mujeres que busquen poseer nociones sobre cómo construir una startup. Postulan más de 200 al año, pero eligen entre 30 y 40.
“Las mujeres nos decían, ya me inspiré, postulé a Start-up Chile, pero no quedé, ¿qué hago? Este es un camino de entrada de mujeres a ese mundo, son nuevas emprendedoras, quienes que no han tenido antes la oportunidad de pasar por un programa de aceleración para su startup”, dice Maite.
En el Gender Summit de este año, encuentro internacional que reúne a representantes de la ciencia, academia y el gobierno para discutir sobre la igualdad de género, la presidenta Michelle Bachelet señaló lo preocupante que resultan las cifras entregadas por la Unesco.
Chile es uno de los países de la región donde la brecha de género en ciencia es una de las mayores: 31,5% de las personas en investigación son mujeres, muy lejos de Bolivia 62,7%, Venezuela 56,3% o Argentina 53%
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La directora de proyectos de Comunidad Mujer, Jessica González, organización que promueve los derechos de las mujeres y la generación de políticas públicas para una mayor equidad, declara: “Casi la mitad de los hombres que se matricularon en la educación superior lo hicieron en el área de tecnología y principalmente la ingeniería. A su vez las mujeres se matriculan en el área de educación y salud. En tecnología sólo un 9%, versus cerca del 50% que son los hombres".
Y describe qué tan importante es la incidencia de las familias en las decisiones vocacionales de las estudiantes: “El 50% de padres y madres esperan que su hijo estudie una carrera vinculada a las ciencias, la matemática, tecnología, ingeniería, pero solo un 20% quiere lo mismo para su hija”.
Maitetxu dice que existe una gran problemática al desarrollar tecnología de manera homogénea. En Chile usualmente quienes la crean es un equipo conformado por hombres, de la misma clase social, estudios, universidad y región, lo cual incide disminuyendo directamente la creatividad.
“Nosotros tomamos una patita del problema, pero es parte de un abanico mucho mayor de personas que hay que incluir en la creación tecnológica, como la diversidad sexual, socioeconómica, regional. Si no están presentes, se hace menos creativa, se desarrolla más lento y por lo tanto, es la tecnología la que pierde", sostiene Maite.
La directora de Girls in Tech dice que esto radica en un importante problema social en la cultura chilena. Antes de los cinco años a las niñas se las cría de una manera más cercana a las cosas seguras, en cambio a los hombres se los incita a ser exploradores, a arriesgarse (como les contamos en esta y esta nota).
“El emprender en ámbitos como ciencia y tecnología está totalmente relacionado a la prueba y error. Las mujeres necesitan una personalidad exploradora, no tan segura”.
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Maite asegura que la necesidad de mujeres en las empresas ya es patente, por lo que algunas ya se están acomodando a la idea de contratar más líderes.Luego, explica, viene una etapa aún más crucial: al entrar al sistema escolar los profesores y los padres creen que las mujeres no son buenas en matemáticas. “Hay varios estudios que muestran que los profesores, al ver que se levantan varias manos en la clase de matemáticas, tienden a escuchar más al hombre, no creen realmente en la capacidad de las niñas en esas materias. Si las empujaran con la misma fuerza que sus compañeros quizás llegarían al mismo lugar”, manifiesta.
“Ahora hay más presión sobre las empresas, sobretodo en tecnología, por ampliar su mirada, buscar talento donde antes no lo habrían ido a ir a buscar, porque les falta, les falta talento, no tienen a quien contratar”, termina diciendo la directora de GiTChile.