¿Quién no tuvo un profesor o profesora que haya marcado positivamente su paso por el colegio? ¿O alguno que te hizo enamorarte profundamente de una materia? ¿O esa profe que creyó en ti e impulsó tu talento?

Es común quejarnos de los profesores mala onda, de los que nos tenían mala barra, del que nos suspendió. O del que escupía al hablar o se vestía como de la edad media. Pero, ¿qué pasa con esos que nos demostraron que ser profesor puede ser una verdadera vocación y que la educación transforma vidas?

Elige Educar realizó por segunda vez la versión nacional del Global Teacher Prize: concurso que reconoce y premia a los mejores profesores del mundo; y nos invitó a todos los chilenos a nominar a esos profesores que hacen la diferencia.

Este 2017, más de 24 mil profesores de todo Chile fueron nominados por sus propios alumnos, ex alumnos o colegas; de los cuales 1.000 decidieron postular formalmente al premio. Ayer, Elige Educar entregó los nombres de los 5 finalistas, quienes representarán a Chile en la versión mundial del premio, más conocido como "el Nobel de la Enseñanza", cuyo ganador recibirá 1 millón de dólares.

“Son cinco profesores que tienen historias increíbles. Su amor y compromiso por enseñar se ven reflejados en las estrategias pedagógicas que emplean dentro y fuera de la sala de clases, su relación con sus pares, con la comunidad completa. Queremos mostrar a Chile y al mundo que tenemos grandes profesores educando a nuestro niños, transformando el país”, señala en un comunicado Paz Medeiros, subdirectora ejecutiva de Elige Educar.

A continuación, les presentamos quiénes son y por qué resultaron finalistas.

1. Marcela Rodríguez: enamora a sus alumnos de las matemáticas a través del juego

Esta joven profesora (30 años) de ascendencia aymara, imparte clases de Matemáticas en el Liceo A-1 Octavio Palma Pérez de Arica.

Sus alumnos la adoran por su particular sello a la hora de enseñar: usa el juego y la neuropedagogía aplicada a las matemáticas. Esto porque cree que los niños en el colegio deben olvidarse de sus problemas, y pasarlo bien aprendiendo.

Para sus clases siempre privilegia el aire libre y los deportes. Enseña matemáticas a través de juegos clásicos como el Luche o el Twister; utiliza la granja del colegio para que sus alumnos aprendan a contar y a crear proporciones; enseña el Teorema de Pitágoras con siglas y juegos o las tablas de multiplicar con el "fútbol matemático"; o las funciones cuadráticas a través del volleyball.

Además, Marcela aprovecha la ciudad para enseñar, concretando muchas salidas a terreno. Por ejemplo, invita a sus alumnos a encontrar la geometría midiendo el Morro de Arica. Y también utiliza recursos didácticos como los videos musicales y la repostería para enseñar matemáticas.

Por último, esta profesora creó un preuniversitario sin fines de lucro para los alumnos de escasos recursos que no pueden costear uno privado, aplicando la neuropedagogía para lograr un mejor aprendizaje.

2. Mauricio González: impulsando la ciencia y tecnología en el Altiplano

Este profesor de educación básica de 58 años dicta clases de Educación General Básica en el Liceo Técnico Profesional de Colchane, localidad rural aymara de la Región de Tarapacá; hace 28 años.

Mauricio debe desempeñarse en todas las asignaturas, pero su especialización es en Ciencias Naturales, por eso, la ciencia y la tecnología son sus principales aliados a la hora de impulsar aprendizajes en sus estudiantes. ¿Cómo lograr que estas materias sean entretenidas para sus alumnos?

Los motiva a aprender electrónica y robótica en un pequeño laboratorio que desarrolló con sus propias manos, junto a su comunidad. En ese lugar logra que sus alumnos realicen proyectos y experimentos como medidores de humedad, desarrollo de invernaderos, alarmas, interruptores solares e incluso la creación de la única radio emisora que transmite en Colchane, operada por los propios alumnos.

De esta forma, Mauricio ha logrado promover siempre el trabajo en equipo, el interés en la electrónica, la tecnología y la conciencia social de aportar desde lo aprendido a la propia comunidad altiplánica y sus principales falencias.

Para él la gran clave es trabajar codo a codo con la comunidad, invitando a astrónomos, físicos y distintos profesionales destacados a compartir sus conocimientos con los alumnos y a crear trabajos e investigaciones en conjunto para aportar soluciones para distintas comunidades tanto del país como extranjeras.

Actualmente, sus alumnos son parte de un proyecto de astronomía denominado Warawara, que se está trabajando junto a Explora Conicyt y que tiene como finalidad comparar los conocimientos astronómicos ancestrales de los aymaras y cotejarlos con los conocimientos actuales.

3. Eduardo Cortés: el aprendizaje ligado a la ayuda social

Tiene 35 años y es profesor de Tecnología en el Colegio Diego Echeverría de Quillota, Valparaíso; y su gran clave para enamorar a sus alumnos con la asignatura es desarrollando proyectos que impacten profundamente a toda la comunidad.

Eduardo sabe que el desafío de movilizar aprendizajes en sus estudiantes es imposible si no lo hace involucrándolos en algo que realmente tenga sentido en sus vidas, que les sirva, que no termine en la basura.

Además de motivarlos a encontrar soluciones a sus problemas y los de su entorno, los alumnos aprenden a fortalecer su autoestima, a pensar críticamente y a saber que con esfuerzo pueden lograr cosas grandes.

Así han creado ingeniosos proyectos que han sido premiados a nivel nacional, como un brazo robótico en base a botellas de vidrio recicladas; una bicicleta eléctrica cargada con energía solar, entre otros.

Su proyecto estrella más premiado es "Misión Aconcagua". Eduardo decidió llevar la clase a la calle para que los alumnos pusiesen sus conocimientos al servicio de algo real: hacer una completa revisión e instalación eléctrica para las familias de una población de escasos recursos del sector. Y así como éste, son varios los proyectos que impulsan a los alumnos a transformarse en verdaderos agentes de cambio para sus comunidades y para el país entero.

4. Beatriz Saavedra: velando por la mejora de toda la comunidad escolar

Esta educadora de Párvulos del Liceo Cacique Colin de la comuna de Lampa (RM), decidió dedicarse a la docencia a muy temprana edad, luego de darse cuenta que su abuelo no sabía leer ni escribir (y que según él no lo iba a lograr nunca), pero que tampoco lo necesitaba para trabajar en el campo.

Esto despertó en ella la necesidad de revertir esa realidad, venciendo el analfabetismo, la creencia de que no todos tienen la capacidad de aprender; y vencer las barreras del machismo de la vida de campo donde las mujeres generalmente no terminaban la escuela.

Con mucho esfuerzo Beatriz logró conseguir una beca para estudiar Párvulos en la Universidad de Chile y desde su egreso que se ha dedicado a transformar los espacios donde se ha desempeñado, impactando a toda la comunidad que los rodea para mejorar, cambiar y potenciar sus capacidades.

Para lograrlo utiliza metodologías sencillas pero innovadoras que incentivan a través de distintos "rincones" (televisivo, de ciencias, expresión, supermercado, etc.) el respeto a la diversidad e integración, la exploración personal de los niños, el trabajo en equipo, la estimulación verbal y expresión oral a través de la actuación; entre otras actividades.

Además, Beatriz tiene un fuerte compromiso con los apoderados y la comunidad de Lampa, logrando a través de distintas actividades que la comuna entienda la importancia de la educación inicial, y entregando herramientas a muchas madres campesinas para estimular a sus hijos antes de su ingreso a la escuela.

También ha aportado al ingreso de las mujeres al ámbito laboral. Organizó a un grupo de madres y golpeando distintas puertas lograron instalar un jardín infantil comunitario apoyados por la iglesia del sector. En él, algunas madres se turnan para cuidar a los niños, y las que trabajan aportan recursos para entregarles un pequeño sueldo. Beatriz las apoya para que no sólo sea un espacio de cuidados, sino también de estimulación temprana y aprendizaje.

5. Marcela Henríquez: inculcando el amor por la lectura y la escritura creativa

Marcela (38 años) es profesora de Lenguaje y Comunicación en el Liceo Polivalente Carlos Montané Castro de un pequeño pueblo llamado Quirihue (Biobío).

Lleva 15 años trabajando en el mismo lugar donde nació, que cuenta con muchas necesidades; razón por la que quiso quedarse ahí para aportar desde la educación, herramienta que considera la más poderosa de todas.

Esto, a pesar de que le han ofrecido numerosos trabajos mucho mejor remunerados, incluso en el extranjero; ya que Marcela cuenta con diversos cursos, postítulos, capacitaciones, Magíster e incluso un Doctorado en Literatura Latinoamericana. Para ella, sus grados académicossólo tienen sentido en la medida en que le permiten lograr mejores aprendizajes en sus alumnos.

¿Cómo busca hacer un cambio en su pueblo? Su estrategia es simple pero ambiciosa: lograr que sus estudiantes (de entre 11 y 18 años) adquieran el gusto y la motivación por leer, como una práctica cotidiana que les permita derribar barreras culturales y sociales. Y lo logra con creces.

Se preocupa de que sus estudiantes se enamoren de las obras clásicas de la literatura, conectándolas con la actualidad y sus contextos; y los motiva a crear, escribir y dar su opinión sobre temas de interés nacional, generando debates para defender sus puntos de vista.

Marcela ha logrado que todos sus alumnos mejoren su expresión oral, su comprensión de lectura, su desarrollo el pensamiento crítico, y ha logrado también que destaquen en torneos de debate y en concursos literarios de alta relevancia nacional; logrando en varias oportunidades los primeros lugares.

¡Recta final!

El gran ganador de Chile se dará a conocer en una ceremonia que se realizará a fines de octubre y recibirá 10 mil dólares. Para cada uno de los 5 finalistas, además de su nominación al premio internacional, el premio contempla un viaje internacional con estadía incluida, y una colección diversa de textos y material didáctico de vanguardia para ellos y sus comunidades educativas.

¿A qué profesor premiarías tú?