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Imagen: César Mejías

6 grandes descubrimientos chilenos que han tenido impacto mundial

Estos seis descubrimientos chilenos hoy son aplicados o se utilizan en el mundo entero. Si crees que en Chile los científicos, astrónomos, biólogos o ingenieros son “ahí no más”, nos alegramos en decirte que estás equivocado.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2017-08-02 | 12:17
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*Esta nota fue originalmente publicada en 2017.

Los descubrimientos más asombrosos, suelen surgir de casualidades, pero siempre van acompañados de un duro trabajo y de un gran esfuerzo. Los seis que te presentamos a continuación no sólo son chilenos, ¡sino también revolucionarios! Gracias a ellos, hoy el mundo tiene una mejor medicina, una mayor comprensión del universo y del nacimiento de la vida en la Tierra.

Si piensas que los grandes inventos e hitos de la ciencia y la tecnología son todos foráneos, te invitamos a leer este artículo, que te hará tener mucha más fe y cariño en el conocimiento Made in Chile.

Un anticonceptivo para las olvidadizas

Quien tiene “cabeza de pollo”, sabrá que el tema de la píldora anticonceptiva diaria, puede ser un real desafío. Ese día que saliste en la noche y llegaste tarde, ese otro día en que se te quedó tu estuche con los medicamentos, o esa otra vez en que se te acabaron las pastillas y no tuviste tiempo de ir a la farmacia. Todo se transforma en una posibilidad de embarazo.

Pero hubo un chileno avispado que advirtió este problema a fines de los 60s (y en pleno boom de los anticonceptivos) y creó el primer anticonceptivo subdérmico, también conocido como pellet. Se trata del doctor Horacio Croxatto, médico cirujano, biólogo, fisiólogo, especialista en reproducción humana y, cómo no, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas.

En 1967 y junto al estadounidense Sheldon Segal, creó cápsulas del polímero polidimetilsiloxano para poner bajo la piel de las mujeres, de manera que el principio activo del anticonceptivo (hormonas esteroideas), se difundiera de manera lenta y prolongada a través del tiempo. Hasta el día de hoy, este tipo de anticonceptivo se sigue utilizando, teniendo una eficacia del 99%. Sin embargo, no es tan popular porque su valor inicial es mayor, unos 180 mil pesos (aunque el ahorro a largo plazo puede ser considerable). El proceso para retirarlo es mínimo y sólo requiere de unos minutos.

El padre de una estrella pop que creó una revolucionaria vacuna

La gracia de Pablo Valenzuela no es solamente haber creado la vacuna de la hepatitis B, secuenciado el genoma del VIH y descubierto la hepatitis C, sino que, para colmo, es el padre de la cantante Francisca Valenzuela. Sucede que la chica pop del momento, tiene un padre con mucho mérito, pues la hepatitis B es una enfermedad infecciosa que durante más de un siglo (su primer registro en es 1885) se reprodujo en millones de personas del mundo -especialmente África, Asia y Sudamérica- enfermándolas del hígado y muchas veces matándolas de cirrosis.

Se trata de un descubrimiento que, como muchos en la historia, surgió sin estar buscándolo. Su equipo estaba secuenciando el virus de la hepatitis B, cuando apareció la idea de expresar esos genes, entonces surgió la posibilidad de desarrollar la vacuna. “Sumamos los resultados, uno más uno y funcionó”, señala Valenzuela.

Si bien en ese momento no dimensionó el calibre del descubrimiento, a la larga la vacuna se convirtió en una revolución segura y efectiva, que hasta el día de hoy es utilizada 177 países como parte del plan obligatorio de salud. Gracias a la vacuna de la hepatitis B, las infecciones a causa de esta enfermedad han disminuido en un 95%.

Haciendo agua en pleno desierto

Se podría decir que éste es un invento milenario Made in Chile, aunque sólo en las últimas décadas ha sido implementado de manera masiva. Porque si la vida ha sido posible en el desierto más árido del mundo durante miles de años, esto ha sido gracias a la generosa camanchaca.

Si has ido al Norte, habrás visto por las mañanas subir una espesa neblina desde el mar hacia las montañas. Esto sucede porque durante el día el océano absorbe el calor del sol, mientras durante la noche y la madrugada, lo libera en forma de vapor. Son estas nubes repletas de agua las que, por ejemplo, riegan las laderas que luego florecen en agosto y septiembre, dando paso al desierto florido.

En la década de los 60s, el físico de la Universidad de Chile, Carlos Espinosa, obtuvo una patente por la creación de un panel en las cercanías de Antofagasta, capaz de absorber las partículas de agua de la camanchaca, para luego ser utilizadas, por ejemplo, para regadío. Pero su invento era tan novedoso y podía ser tan útil para cientos de comunidades en el mundo, que acabó donando la patente a la UNESCO, para su difusión gratuita en el mundo.

Su concepto de atrapaniebla ha sido retomado varias veces en Chile, llevando a cabo proyectos que han sido muy convenientes para los norteños. Por ejemplo, es el caso de Yakka, una estructura en forma esférica que es capaz de capturar las partículas de agua, y también de los estudios realizados por la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts de Estados Unidos (MIT) para hacer el sistema más eficiente.

Ya unos 17 países han aprovechado las ventajas, aunque por ahora el 80% del agua que podría ser captada por un atrapanieblas, se continúa perdiendo.

Aquí un descriptivo video que capta su funcionamiento:

Un exoplaneta enorme

Hasta ahora sólo hemos hablado de hombres con consolidada trayectoria científica, pero ahora le toca el turno a una veinteañera que, mirando fijamente el cielo desde el observatorio La Silla, un buen día se dio cuenta que había un gigante orbitando una estrella.

Maritza Soto, estudiante del doctorado en Ciencias mención Astronomía de la U. de Chile, se encontraba estudiando el sistema HD110014, una estrella gigante roja que se encuentra 293 años luz, en la constelación de Virgo, y tiene dos veces el tamaño del Sol. Todos sabían que esta sistema tenía un sólo planeta, HD110014 b, pero Maritza notaba algo extraño, una señal débil que podía indicar la presencia de un segundo planeta. Trabajando duramente y midiendo esta señal, pudo comprobar lo que intuía: “probamos que había otro planeta más en este sistema: el HD110014c. Mi planeta”, señala. Y no es cualquier planeta, pues tiene el triple del tamaño de Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar.

Es cierto, con los nuevos telescopios se descubren constantemente muchísimos planetas; cada descubrimiento se convierte en un aporte importante para develar el misterio del universo que nos rodea. Pero desde el hallazgo de Maritza, el mundo entero sabe que la estrella Ji Virgins, como se le conoce, tiene dos exoplanetas, pues el descubrimiento de la chilena fue publicado en la prestigiosa revista Monthly Notices, de la Real Sociedad Astronómica de Londres.

Una estrella enana con nombre mapuche

Siguiendo en el ámbito del espacio, en 1997 la astrónoma chilena y ahora presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, María Teresa Ruiz, se encontraba trabajando y casi por casualidad, hizo un tremendo descubrimiento para la ciencia. Ella se dedicaba a estudiar estrellas muertas y enanas blancas con el fin de reconstruir la creación de las esferas gaseosas de la Vía Láctea. Sin embargo, se topó con algo que no había visto antes: dos estrellas que giraban una en torno a la otra, mientras que una de ellas era más pequeña, cuyo tipo sería conocido como enana café.

“Por décadas los astrónomos habían estado detrás de estos súper planetas (como también son conocidas) y había proyectos millonarios preparados para ir en su búsqueda. Yo descubrí la primera enana marrón a la que llamé Kelu, que significa rojo en mapudungun. Este hallazgo fue un gran regalo del Universo”, señala María Teresa, quien recientemente también ganó el premio For Women in Science, de la UNESCO.

Estos objetos están entre los gigantes gaseosos más pesados y las estrellas ligeras, no tienen la masa suficiente para generar reacciones nucleares como tienen el resto de las estrellas, y por eso son llamadas también “súper planetas”. En cuanto a su formación, pueden haberse desarrollado como una estrella, es decir, por el colapso de una nube de polvo y gas, o bien, como un planeta, o sea, a partir de escombros sólidos que chocan y se funden.

De aquí en adelante, los astrónomos han continuado descubriendo más de este tipo de estrellas, como WISE J0304-2705, una enana café encontrada por un grupo de científicos de la Universidad de Chile y del Centro de Astrofísica CATA, que nació con una temperatura de 2.800 grados kelvin hace 20 millones de años, y hoy su superficie no es más caliente que una taza de café que quema.

La definición del fenómeno de la vida, es chilena

Y aquí otro capísimo. El profesor y Premio Nacional de Ciencias Humberto Maturana, junto a su ex discípulo Francisco Varela, dieron fundamento teórico al fenómeno de la vida. Suena como obra divina pero no, simplemente son dos científicos que aplicaron su lúcido razonamiento al misterio de la existencia de los seres vivos.

Todo comenzó a partir de una pregunta que un estudiante de la Universidad de Chile le hizo una vez a Maturana, a raíz del cálculo de que la vida había comenzado hace 2.800 millones de años: “¿Que comienza hace 2.800 millones de años?, ¿de modo que usted me dice ahora que los seres vivos comenzaron entonces?”. En la práctica, planteó la duda de qué distingue a los seres vivos de lo no vivo. El profesor no conocía la respuesta y se quedó en silencio, para luego responderle: “No lo sé, pero si usted vuelve a mi clase el próximo año, le voy a proponer una respuesta”. No se supo más de este alumno, pero su pregunta “hizo click” en el cerebro del apasionado biólogo, quien comenzó a dedicar horas de su día a pensar en ello.

Fue así como llegó, junto a Varela, al concepto de autopoiesis, que considera a todo organismo vivo como un sistema dinámico, o sea, una colección de elementos relacionados entre sí, y que pueden variar sus relaciones con el tiempo. Un sistema autopoiético es aquél que se reproduce, crea y repara sus propios elementos, y para Maturana y Varela, se trata de la propiedad básica y distintiva de los seres vivos, pues al no existir autopoiesis, es decir, al no poder renovar sus células, limpiar las toxinas, etc., el ser vivo muere.

Este concepto ha tenido un profundo impacto en el mundo entero, y hoy se estudia en campos tan diversos como la cibernética, la sociología y la psicología (te lo explicamos con detalle en este artículo de El Definido).

A continuación, una interesante entrevista a Maturana realizada por el programa Una Belleza Nueva:

Si antes la ciencia y la tecnología Made in Chile era mirada con desconfianza, hoy podemos decir con orgullo que tenemos profesionales que han realizado descubrimientos de impacto internacional. Grandes personajes como los aquí nombrados, hoy son profesores de universidad que cultivan semilleros de futuros profesionales que, esperamos, nos darán nuevas alegrías.

¿Conoces otro descubrimiento chileno importante? ¡Cuéntanos de qué se trata!

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Comentarios
oscar olivares | 2017-08-02 | 15:09
1
Otro dato "farandulero" de la cultura pop, Francisco Varela es el papá de la actriz Leonor Varela.
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Oh! Qué buen dato, gracias!
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José Villagra | 2017-08-02 | 16:51
5
La T de cobre también fue desarrollada por un Chileno, Jaime Zipper
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marcela rosas | 2017-08-08 | 17:22
1
Maravilloso...todos ellos y en el momento que hicieron sus geniales aportes a la humanidad...sin duda, un orgullo
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