El 2015 fue un mal año para Chile en cuanto a la donación de órganos: durante el primer semestre se registró un mínimo histórico de 40 donaciones. Y pese a que al cerrar el año la cifra subió a 120 donantes, terminó siendo 9% más baja que la del 2014.

Pero eso ya es noticia vieja, sobre todo porque el 2017 nos trajo una buena nueva: ¡rompimos nuestro récord de donación de órganos! Se trata de la mayor cifra desde que se tiene registro (1998) así que ya tenemos motivos para alegrarnos al respecto, aunque queda un camino que recorrer.

Un récord de los buenos

Entre enero y abril de este año, es decir, cuatro meses, en el país se registraron 64 donaciones de órganos. Para hacerse una idea: es más de la mitad de lo que se donó durante todo el 2015, pero en un tercio del tiempo. Y en comparación con el mismo período del 2016, ahora llevamos 21 donaciones más.

Esto significa que hasta la fecha se han podido hacer 156 transplantes (una donación puede involucrar más de un órgano), versus los 108 que se hicieron en la misma fecha del año pasado. De ellos, 104 fueron implantes de riñón, 34 de hígado, 11 de corazón, 4 de pulmones y 3 de páncreas.

¿Las razones? Se cree que podríamos estar presenciando un cambio cultural a raíz de las campañas que se han hecho para concientizar al respecto, además de la optimización del trabajo hospitalario para facilitar las donaciones y al aumento de las fiscalizaciones en estos recintos.

Las donaciones en cifras

De hecho, ya se está hablando de poder superar nuestra marca en términos anuales. Para eso sería necesario tener por lo menos 152 donaciones y así sobrepasar nuestro récord nacional del 2006, donde hubo 151 casos.

Aunque incluso con eso, seguiríamos estando dentro de los países con las tasas de donación de órganos más bajas del planeta. Por ejemplo, la tasa de donación efectiva por cada millón de habitantes en España y Croacia está en 35, siendo unas de las más altas. O sea, por cada millón de personas, 35 donaron órganos.

¿Y en Chile? Apenas logramos una tasa de siete personas. Menos de la mitad de la cifra de Uruguay (18) y por debajo de la de Argentina (13,5) y Brasil (13,2). Así que pese a que estamos marcando mejores números en este tema, aún nos queda un laaaaaaaaaargo camino por recorrer.

¿Cómo podemos aumentar nuestros niveles de donación?

Si bien no existe una fórmula mágica para que esto suceda, siempre podemos comenzar simplemente informándonos sobre el tema. Y en ese sentido, desmitificar algunas creencias es muy importante. Es por eso que en El Definido dedicamos un artículo a desenmascarar los diez mitos que rondan a la donación de órganos. Entre ellos:

-No te van a dejar morir para usar tus óganos si eres donante: simplemente así no funciona. El trabajo de los médicos es de lograr a toda costa que no mueras (además, la última palabra siempre es de la familia, así que incluso si alguien agilizara el proceso de tu muerte, tus familiares podrían decidir no donar tus órganos y ahí quedaría todo).

-No van a vender tus órganos en el mercado negro: porque, básicamente, no existe un mercado negro de órganos en Chile. Hasta ahora, no hay registro de que haya pasado algo así, sobre todo por lo complejo que es que exista un mercado al respecto.

-La lista de espera no tiene favoritismos: y esto ocurre porque quien está detrás es el Instituto de Salud Pública, que mantiene una lista pública y actualizada sobre quiénes son prioridad nacional.

-Es imposible que te saquen los órganos estando vivo: nadie va a llegar y te va a quitar tus órganos simplemente por ser donante. Sobre todo porque para que un órgano pueda ser donado, se necesita cumplir con una serie de requisitos.

¿Cuándo se pueden donar los órganos?

No es llegar, morir y donar lo que uno tiene. Para que realmente se pueda hacer una donación de órganos, es necesario que haya detrás una muerte encefálica y que se produzca (ojalá) estando hospitalizado. Esto, ya que es importante que los órganos sigan funcionando al momento de extraerlos para hacer un transplante.

En cuanto a lo que uno puede donar están: corazón, pulmones, hígado, páncreas, riñones, intestinos, córneas, huesos, y piel.

Ahora, también pueden hacerlo quienes hayan muerto por un paro cardio-respiratorio, pero en ese caso solo pueden donar sus córneas. Y si estás vivo, siempre puedes donar un riñón, un pulmón o un pedazo de hígado, intestino o páncreas.

¿Eres donante? ¿cómo podemos aumentar nuestra tasa de donación efectiva de órganos?