La obesidad en Chile se ha duplicado en la última década, lo que nos convierte, según la OMS, en el país con mayor índice de obesidad de América Latina. Tanto así, que si continuamos con las estadísticas de alza, se estima que el 70% de los niños chilenos podrían ser obesos en su adultez.
Y que seamos una población “gordita” no es el problema, porque no se trata de estética, sino de salud. El sobrepeso y la obesidad tienen consecuencias graves como la diabetes, patologías cardiovasculares, cánceres, problemas osteoarticulares y problemas de salud mental. Así es, la obesidad mata, y es por eso que Chile ha iniciado una lucha para frenar de una vez por todas esta triste realidad.
La iniciativa país más mediática y polémica hasta el momento ha sido la famosa Ley de Etiquetado. Esa que llenó de sellos negros la gran mayoría de los productos en los supermercados, indicándonos un ¡ALTO!, no compres porque el producto está lleno de calorías, azúcares, grasas saturadas o sodio. Y si bien la ley ha servido para concientizar e informar a los consumidores sobre los productos que están ingiriendo, al parecer la información es confusa y los productos altos en sellos no habrían disminuido considerablemente sus ventas.
¿Qué hacer entonces? El Gobierno decidió apelar directamente a los primeros responsables, es decir, a las empresas de alimentos para que asumieran el compromiso de modificar y reformular sus productos y crear alternativas alimenticias saludables. Y para presionar e incentivar aún más a las empresas a reducir sus productos dañinos, hoy se estudia la posibilidad de aplicar impuestos a los alimentos con sellos negros y subsidiar aquellos que son más saludables.
Y esto sí está dando resultados y día a día aparecen nuevos productos saludables, nuevas marcas alimenticias naturales, y las grandes compañías de alimentos están invirtiendo fuertemente en fórmulas innovadoras para eliminar los sellos de sus productos. Aquí les dejamos unos ejemplos.
Desde que la Ley de Etiquetados entró en vigencia, la enorme Soprole, que venía trabajando durante años en la reformulación de sus productos, se aseguró de que la mayoría de sus leches y postres estuviesen libres de sellos.
Rápidamente Soprole comenzó a lanzar campañas publicitarias como: “Todos los postres Soprole, libres de sellos”, “Disfruta sin culpa los nuevos postres Gold”, comerciales de niños explicando la Ley de Etiquetado, entre otras iniciativas.
¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo lograron que un Manjarate quedara sin disco pare, siendo que los productos Nutra Bien cuentan con dos o tres sellos mínimo? Simple: bajando de a poco los índices de sodio, grasas, azúcar y calorías. ¿Saludables o astutos?
Esto provocó el enojo de muchos consumidores, algunos alegan que los productos han perdido calidad (como que la leche de chocolate nunca volvió a ser la misma y el Manjarate tampoco), y otros asumen que los productos siguen siendo igual de dañinos.
Soprole se defiende diciendo que han modificado sus recetas, reduciendo los niveles de ingredientes dañinos por la salud de los niños y de la sociedad, y que la ley toma la medida por igual, en 100 gr de producto para los sólidos y 100 ml para los líquidos, por lo que es independiente al tamaño del envase en que se venda. Para demostrarlo, por ejemplo, reintrodujeron el tamaño grande a su famoso yogurt Batifrut, y continúa sin sellos.
El otro gigante que está invirtiendo como loco en tecnologías para reducir el azúcar de sus productos es la multinacional Nestlé, la compañía líder en productos dulces procesados.
A fines del 2016, Nestlé anunció que están invirtiendo el 2% de sus ganancias en la creación e implementación de una nueva tecnología que busca reducir el azúcar de sus productos en un 40%, sin afectar el sabor que los caracteriza, a partir del 2018 (ojalá así sea y no pase lo mismo que pasó con Chocapic L).
¿Cómo lo logran? En un comunicado público la empresa develó que sus investigadores encontraron una fórmula para modificar la estructura de las moléculas de azúcar, utilizando sólo ingredientes naturales. Nestlé señala que ahuecando los cristales, cada partícula se disuelve más rápido en la lengua y así se puede reducir considerablemente el azúcar en el chocolate y confites, facilitando un mayor sabor con una menor cantidad de azúcar.
Además, la multinacional lanzó una nueva línea de sopas y cremas con 80% menos de sal, libres de sellos y una línea de galletas con stevia, sin colorantes ni saborizantes artificiales.
¿Podremos el 2018 comernos un rico Sahne Nuss, un Kit Kat o Trencito sin culpa?
La necesidad de ofrecer alimentos saludables hizo que la compañía de pollos, pavos y cecinas Ariztía realizara mejoras en la cadena completa de operaciones para desarrollar nuevas líneas de productos y mejoras en los ya existentes.
Por ejemplo, como cuenta la empresa en este comunicado, desarrollaron la línea Ariztía Light, ofreciendo productos de pollo y pavo bajos en grasa y de alto contenido proteico, incorporaron atributos nutricionales certificados como “libre de gluten”, “libre alérgeno soya” y “bajo aporte de sodio” en sus cortes de pollo y pavo envasados identificados con un sello verde otorgado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
Algo similar está haciendo su competencia AGROSUPER, donde están desarrollando ingredientes funcionales para eliminar el uso de alérgenos y sodio en productos de pavo y pollo, y están investigando en cómo reducir el sodio en sus embutidos y jamones. Además, lanzaron con la marca La Crianza una línea de productos vegetarianos, como nuggets de verduras, milanesas y hamburguesas de soya.
Junto a la Ley de Etiquetado, han comenzado a salir diversos productos alimenticios saludables, alternativas de snacks para niños, productos naturales y vegetarianos, entre otros.
Un ejemplo es Rikú, la nueva marca de hamburguesas, salchichas y albóndigas de semillas y granos, que ganó el concurso Piensa en Grande de Fundación Chile y que se venden en todos los supermercados Jumbo del país. Sus productos son libres de grasas trans, bajo en sodio, 100% vegetariano y vegano, buena fuente de fibras, vitaminas, minerales, omega 3y 6, entre otros atributos.
También nació Natural Blok, que consiste en colaciones 100% naturales en base a frutas frescas deshidratadas, sin aditivos ni azúcar añadida, ideal para niños entre 3 y 10 años. Lo interesante de estos productos es que su diseño es muy atractivo y colorido para atraer a los niños, y su contenido es presentado en forma de gomitas de fruta horneadas artesanalmente.
Otro producto pensado en niños es Puripop, una nueva línea de palomitas de maíz saludables, 100% naturales, con granos integrales, sin ingredientes artificiales, sin preservantes, libre de grasas trans, libre de colesterol y aptas para vegetarianos. Lo novedoso también son sus 4 sabores: queso cheddar, coco vainilla, endulzadas y oliva sal de mar.
Una nueva startup nacional que se llevó todos los aplausos el 2016 es The NotCompany, empresa que diseña alimentos sustentables vegetales que reemplazan a los alimentos animales a través de la tecnología e inteligencia artificial. Su primer producto es la mayonesa que se comenzará a vender este mes y que tiene como nombre Not Mayo y que no contiene huevo, ni soya ni ingredientes transgénicos; y que viene en tres sabores diferentes: picante, original y herbal. Los siguientes productos que saldrán a la venta son el yogur, la leche y el queso crema.