El reloj avanza tan lento algunas veces, son las 16:30 y los pies ya se te mueven solos. Las 17:00, y si sales a las 18:00 queda todavía una hora. Las 17:50… ¿Qué haces en esos benditos 10 últimos minutos de tu jornada laboral? Algunos chatean con el grupo del happy hour planificando lugar y hora del encuentro, otros actualizan Facebook frenéticamente, muchos ya sufrieron de recalentamiento mental y es poca la información que pueden procesar, sólo miran el segundero…

Son solamente 10 minutos, pero bien aprovechados pueden ayudarte de manera increíble para mejorar tu trabajo. ¿Cómo? Dependiendo de tu día, podrás llevar a la práctica algunos de estos consejos que recomiendan los expertos. Toma nota.

1. Haz una lista de pendientes para el día siguiente

Si eres jefe, una muy buena idea es reunirte con tu equipo de manera breve y energética para planificar cómo se desarrollará la jornada laborar del día siguiente, según Michael Kerr, experto en negocios internacionales. Pero si eres empleado, también puede servirte hacerlo de manera solitaria, “¿qué tengo que hacer mañana?, ¿cómo voy a hacerlo?, ¿a qué hora voy a hacerlo?”, son preguntas que podrían serte de gran ayuda. A esta hora y luego de dedicar todo tu día al trabajo, es fácil definir cuál es el camino a seguir.

Cuando llegues a tu casa estarás totalmente desconectado, porque tu mente ya habrá resuelto esos molestos pendientes. Además, estarás un paso más adelante y no perderás tiempo al otro día en planificar.

2. Despídete como corresponde

Esos que desaparecen de la oficina con zapatillas de clavo… ¡Next! Siempre debes respetar tu horario de trabajo, pero dedicar unos minutos para despedirte como corresponde. Preocúpate de que todos sepan que te vas, di adiós de manera afectuosa, recordando que, además de colegas y profesionales, todos somos seres humanos, como recalca Linn Taylor, experto en espacios laborales.

Esto aumentará tu grado de confianza en tu equipo, además de hacerte sentir más feliz en tu trabajo. Otra buena idea, es agradecer a quien haya hecho algo importante por ti durante esa jornada: te dio una mano en una pega que te resultó difícil (o quizás superó tus capacidades), un empleado que cumplió diligentemente una tarea, o bien, a tu jefe que te enseñó algo nuevo.

3. ¡Focus! Concentración hasta el último minuto

Es común que la última hora de trabajo sea algo así como una espera “a que toque la campana”, como cuando estábamos en el colegio. Pero ya estamos grandecitos, y si queremos que nos vaya bien en nuestro trabajo, dejar una huella y, por qué no, ser exitosos, debemos ponerle ñeque. Un buen hábito es mantener la concentración, incluso en esa difícil última hora.

Haciendo esto, podrás concluir lo inacabado y así poder entregar tareas listas al finalizar el día, sin pendientes para el día siguiente (o con los mínimos posibles). Pero para que esto sea posible, resulta vital que te alimentes bien durante el día y que te tomes tu hora de almuerzo y algunos minutos de descanso a lo largo de la tarde. Nadie puede mantener 8 horas de concentración seguidas, así que date tus breaks (hay música que te puede ayudar a lograrlo, algunos alimentos que te darán energía, breve ejercicios que estimularán tu cerebro o la efectiva técnica Pomodoro que, por cierto, aplicamos en El Definido).

4. Un momento de reflexión

“Los profesionales con experiencia saben que si no están aprendiendo, no están creciendo”, señala Taylor. En esos 10 minutitos, también puedes darte un momento para pensar y analizar por qué las cosas salieron bien o mal, ¿qué causas ves en tus aciertos y desaciertos del día? Hacer esto consciente te ayudará a no caer nuevamente en los mismos errores.

Además, este momento de reflexión también te ayudará a mentalizarte sobre lo que debes hacer al otro día. Si te es de ayuda, escribe en tu agenda la lista de tareas prioritarias para la próxima jornada.

5. Ordena tu espacio de trabajo

Los cables del mouse y del teclado enredados, el envase de yogurt que te comiste en la mañana, tu cuaderno de notas, la caja de tus anteojos ópticos y la taza de té sucia, ¡todo revuelto sobre tu escritorio! Es hora de ordenar, porque nadie quiere encontrarse al otro día con su espacio de trabajo sucio y desordenado.

En un escritorio ordenado, encontrarás mucho más fácilmente lo que necesitas: un documento importante, tu lápiz, la libreta de notas o los pañuelos desechables. Así no perderás tiempo en un caos de cosas revueltas. Mente clara, escritorio ordenado.

6. Revisa tu horario de la mañana del día siguiente

Visualiza cómo se desarrollará la mañana del día siguiente, qué reuniones tienes y qué tareas debes hacer. Es posible que tengas una reunión fuera de tu oficina y tengas que trasladarte a otra parte, o que recibas a alguien para un tema urgente. Las reuniones en ese caso deben estar preparadas y tu mente lista para solucionar esos problemas, con ideas claras.

Quienes obtienen éxito en sus vidas laborales, son aquellos que saben priorizar y organizar su agenda de manera que no se topen con imprevistos, quienes piensan antes de actuar y no se topan de sopetón con una reunión que habían olvidado. Este hábito te dará confianza, pues te sentirás preparado para enfrentarte a cualquier escenario que se te ponga enfrente.

7. “Tira tallas” para que tus compañeros se rían

Mientras armas tu bolso para ir a tomar la micro, subirte al metro o al auto, una buena idea es reírte con tus compañeros, para generar un ambiente liviano y distendido al concluir el día. Utiliza tu mejor talla, ésa que nunca falla, y sácale una carcajada a tus colegas.

Si no se te ocurre nada y estás cansado o quizás no del mejor ánimo, simplemente sonríe, darás una buena impresión y te ayudará para llegar con espíritu positivo a tu casa.

8. Ándate a tu casa y punto

Taylor asegura que las personas realmente exitosas, son las que nunca se quedan pegadas en el trabajo, sino que a la hora de término de la jornada laboral se van a sus casas o a disfrutar de su vida privada.

Evita la tentación de quedarte resolviendo ese último problema, recuerda que mañana tendrás más energía y estarás más despejado. Respeta tu horario laboral y dale preferencia a la vida familiar o a salir con tus amigos por la tarde.

Todos estos consejos se refieren únicamente a los últimos 10 minutos de tu jornada laboral. Es tan simple como reservarlos para realizar algo que contribuirá a generar un espíritu positivo en ti y en el resto de tu equipo.

¿Qué haces tú en tus últimos 10 minutos de trabajo? ¿Qué otra cosa recomendarías?