En Chile un tercio de los hogares no tiene ningún tipo de conexión a internet. No lo parece, porque estamos acostumbrados a una vida interconectada, pero son los datos de la Subtel (2015), mientras otro estudio nos muestra que la brecha digital es alta, pues en el quintil más pobre, el internet llega solamente al 28% de los hogares (en el de mayores ingresos a el 82%).

Datos como estos son los que tomó Sandra Céspedes, profesora de Ingeniería Civil Eléctrica de la Universidad de Chile, para desarrollar un proyecto social junto a dos de sus alumnos. Así surgió la idea de crear una aplicación para celulares, parecida a Whatsapp, que permitiera la conexión y comunicación inalámbrica y gratuita entre comunidades chilenas desprovistas de Internet o Wifi. Y bajo la convicción de que la comunicación es un derecho, junto los estudiantes Iván Zimmermann y Alexis Yáñez, desarrollaron en conjunto un acabado estudio y un sistema tecnológico que hace esto posible.

Se trata de una red local inalámbrica (distinta de internet) que permite la interconectividad de áreas distanciadas a través de la disposición en topología de malla de los puntos de acceso, que permite la comunicación entre celulares, sin costo alguno y sin necesidad de contar con un plan de datos; permitiendo, según nos cuenta Zimmermann, "la posibilidad de que las personas se comuniquen con sus vecinos sin barreras tecnológicas, ni económicas".

Para pasar del dicho al hecho, el equipo consiguió fondos ganando un concurso organizado por la ONG Internet Society, con sede en Ginebra, que promueve la reducción de la brecha digital en el mundo. La etapa piloto del proyecto se iniciará este mes con la implementación de tres antenas para conexión, con dispositivos especiales que llegaron de Estados Unidos. La segunda fase empezará en julio con la instalación de una aplicación móvil mexicana en los celulares de la comunidad beneficiada: la organización social Ukamau de Estación Central.

Conectando a una comunidad sin acceso a Internet

Ante cualquier emergencia de barrio, ya sea un incendio, un robo, un vecino en apuros o simplemente la idea de organizar un evento comunitario como un bingo; los vecinos de la comunidad Ukamau de Estación Central deben dirigirse personalmente, puerta a puerta, para alertar o comunicar a los demás vecinos del sector. Si bien esto funciona en la mayoría de los casos, el proceso es lento, poco efectivo y lleno de trabas, ya que al no ser instantánea, la comunicación no permite cambios o coordinaciones productivas, especialmente cuando el tiempo es oro.

Esta comunidad además de luchar por viviendas dignas y por la aprobación de la construcción de sus casas que ellos mismos contribuyeron a diseñar, en el sector de La Maestranza de San Eugenio, cuentan con una problemática de conectividad importante.

El equipo de la Universidad de Chile decidió realizar el piloto de su proyecto en esta comunidad, porque, como nos explica Zammermann, "con Ukamau tenemos una estrecha relación intentando dignificar la vida de los pobladores en distintas áreas: sindical, territorial, estudiantil, etc. Por lo que el acercamiento y la confianza del trabajo en conjunto ya lo teníamos y facilitaba el trabajo. Además, ellos cuentan con este problema de conectividad que nosotros buscamos resolver".

Puesta en marcha del proyecto

Después de un estudio acabado en la zona, el que contó con la participación activa de los propios pobladores quienes expusieron sus principales carencias y comunicaron los puntos con mayor urgencia de conectividad acorde, por ejemplo, a la edad de los vecinos y sus riesgos y necesidades; el chat inalámbrico se activará este mes.

Andrea Araneda, una de las dirigentas de Ukamau, explicó que el costo de los planes es un impedimento para estar conectados, y que esto se suma a que muchos no saben ocupar sus planes de datos, señalando que "pasa también por un tema de no saber administrar el uso de Internet, ya que tenemos un gran porcentaje de adultos mayores".

Los estudiantes de la Universidad de Chile entonces, además de encargarse de la coordinación con la comunidad y de la instalación de equipo, han realizado un trabajo de alfabetización digital a quienes van a utilizar el sistema, el que en primera fase contará con tres antenas y tres routers que se pueden comunicar entre sí con una cobertura de 2 kilómetros.

Por su parte, Sandra Céspedes, la profesora a cargo, señaló que "el prototipo inicial está diseñado para el uso por parte de 15 líderes de la agrupación que estarán probando el chat, pero eventualmente podría subir a muchos más usuarios porque la red es muy parecida a la de Wifi de uso común, entonces cada punto podrá soportar entre 20 o 30 usuarios".

Zamermmann agrega que si el piloto resulta bien, "la idea es extenderlo a distintas áreas del país para poder ampliar la cobertura tecnológica y romper algunas barreras que existen", y agrega que lo bueno de este sistema es que permite ampliar la red si es necesario, que permite llevar una solución a las comunidades donde las empresas de comunicación no proveen de servicio;

y que a futuro la idea es permitir que esta red también tenga acceso gratuito a Internet.

Experiencias similares de redes comunitarias inalámbricas se han implementado con éxito en España, Austria y Estados Unidos, las que han logrado conectar de forma eficiente a los vecinos, permitiendo así disminuir el alcance negativo de accidentes o riesgos evitables dentro de las comunidades por falta de conexión instantánea.

¿Qué te parece el proyecto? ¿Qué otras formas de comunicación fructífera instantánea podría disminuir la brecha digital en Chile?