¿Sabías que hay cerca de 400 hectáreas de vertederos ilegales en la Región Metropolitana? Eso equivale a 6,5 Estadios Nacionales llenos de basura. Y ahí están, a sólo kilómetros de ti. Como un vecino molesto al que simplemente ignoras, pero que sabes que está cerca.

Y es que la basura se ha transformado en un problema relativamente invisible, pero de gran alcance y difícil de erradicar. Aunque existen iniciativas que quieren revertir ese panorama. Una de ellas viene de la Fundación Basura, la ONG que busca implementar un estilo de vida “cero basura” en Chile.

¿Qué hacen?

La idea de la fundación es concientizar a las personas para terminar con el problema de la basura y trabajan tanto con empresas como con personas naturales. Todo esto, desde una lógica muy particular que explica Macarena Guajardo, directora ejecutiva de la fundación.

“Hemos descubierto que la basura no existe. Es producto del límite de nuestra imaginación. Es un invento del hombre y lo inventamos hace poco cuando nace todo esto de empezar a decidir cuándo las cosas van a quedar obsoletas porque queremos que la gente consuma más”, señala Macarena.

Y lo que quieren hacer es que los consumidores entiendan que existe un problema con la basura, pero que también hay una oportunidad detrás de ella. Por eso, la ONG entrega una serie de estrategias para poder dejar de hacer basura y dar con la ideología de basura cero: situarse en la fase anterior al reciclaje y rechazar los productos a los que no se les pueda dar un uso posteriormente.

¿Cómo lo hacen?

La ONG cuenta con tres líneas de trabajo:

1. Desafío Basura Cero: aquí la fundación trabaja en conjunto a eventos masivos y sus organizaciones. El propósito es prevenir el uso de objetos que no sean reciclables o compostables (como el plumavit). Además, acuden con voluntarios para recoger la mayor cantidad de basura posible (han llegado a recuperar hasta el 92% de la basura). Finalmente, elaboran un informe con los resultados del trabajo, junto con una serie de sugerencias para ver qué se podría mejorar en esta materia.

2. Academia Basura Cero: consiste en un proyecto educativo que busca generar agentes de cambio sobre este tema en Chile. Por ahora están convocando a todas las escuelas de la Región Metropolitana, para enseñarles a sus alumnos diversas acciones para erradicar la basura y la idea es llevar esos aprendizajes a sus propios colegios. La iniciativa también está orientada a empresas y a cualquier persona dispuesta a aprender del tema.

c. Certificación Basura Cero: se trata de una acreditación sobre el nivel de compromiso de una organización con el tema de la basura. Actualmente lo están registrando y el próximo año debería empezar a funcionar legalmente. De todos modos, se divide en tres tipos: el nivel bajo está destinado a aquellas organizaciones público o privadas que demuestren tener conciencia medioambiental con cierto tipo de prácticas al respecto. El nivel medio demuestra que la organización ya está consciente y tiene prácticas implementadas en sus procesos. Por último, el nivel más alto demuestra que la organización se preocupa del tema, tiene políticas de compra sustentable y gestiona sus residuos de manera responsable.

Para esto, la fundación acude a la organización que lo requiera para realizar un diagnóstico sobre cómo funciona, qué genera y qué compra, cómo está el nivel de conciencia de los trabajadores, etc. A partir de eso entregan una asesoría en donde presentan una evaluación que define cómo se encuentran y qué deberían mejorar. Todo esto a través de planes de trabajo, metas a corto y largo plazo, análisis de ciclo de vida de sus productos y servicios, etc.

No basta con reciclar

Eso sí, Macarena es enfática al señalar que “reciclar no es la solución al problema de la basura, porque la gente sigue con los mismos hábitos de consumo y el reciclaje ocurre cuando la basura ya se generó”. Por lo mismo, agrega que “lo que buscamos es que se deje de producir materiales que no sean reciclables y eso lo estamos logrando a través de la certificación y el Desafío Basura Cero”.

En definitiva, esperan que la gente en eventos deje de usar materiales no reciclables. Que las empresas empiecen a preocuparse de eso, algo que ya está encaminado con la ley de reciclaje. Y que en Chile se generen sólo cosas reinsertables en nuevos ciclos. “Queremos que se dejen de producir materiales así y que la gente empiece a demandar productos amigables con el entorno”, explica Macarena.

¿Te sumarías a esta iniciativa?