El turismo adquiere cada vez mayor relevancia en nuestro país, al punto que cada vez resulta menos extraño que, desde nuestro gran desierto del Norte Grande hasta las Torres del Paine en el Sur y más allá, alguno de nuestros destinos sea destacado como imperdible por algún medio o ranking internacional, hinchándonos de orgullo. Sin ir más lejos, la Patagonia chilena acaba de ser destacada entre los 10 mejores destinos del 2016 por la prestigiosa revista Forbes.

De la mano con este explosivo reconocimiento y crecimiento turístico, ha venido una creciente preocupación por proteger nuestros atractivos naturales, urbanos y culturales de la destrucción ambiental, muchas veces ocasionada por la misma proliferación de esta actividad económica. Lo anterior, sumado a que en los últimos casi cinco años, según el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), se ha observado una creciente tendencia a que los turistas opten por los destinos y lugares sustentables,ha impulsado a este servicio a tomar cartas en el asunto.

Fue por esto que Sernatur tomó la decisión de establecer y certificar estándares de sustentabilidad, basándose en que, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), un desarrollo sostenible se puede aplicar en todas las formas del turismo, y que es indispensable hacerlo, toda vez que es una actividad que impacta directamente en lo medioambiental, económico y sociocultural.

El "Sello S"

Pensando en esto y en que la sostenibilidad se garantice a largo plazo, Sernatur definió tres grandes pilares que se deben cumplir para considerarse realmente "sustentable", criterios que son utilizados a nivel mundial: uso óptimo de los recursos medioambientales; respetar a las comunidades anfitrionas (tanto la cultura como los activos arquitectónicos) y asegurar que la actividad económica sea viable a largo plazo, ofreciendo así oportunidades de empleo estable.

Todo lo anterior se concretó con la creación del Sello S, el por el momento y como primera etapa, sólo se entrega a servicios de hospedaje, –independiente de que sean grandes hoteles, pequeños hostales o humildes campings, cualquiera puede lograrlo–, pero que se busca que pronto se amplíe hasta todos los servicios de tour operadores (excursiones, kayak, transporte, pack de tours, productor turísticos, etc.)

Pero esta distinción no es cualquier cosa que solo es válida en Chile. Según Global Sustainable Tourism Council, el Sello S está dentro de los 20 reconocidos mundialmente.

En qué consiste el Sello S

El director nacional de Sernatur, Omar Hernández, explicó a El Definido que todo partió por la demanda de productos y destinos sustentables que está teniendo la industria turística en el país. Entonces, en 2013, se desarrolla el primer sistema para lograr esto; el sistema de Distinción de Sustentabilidad Turística, mejor conocido como el Sello S.

Pero ¿qué se debe hacer para obtenerlo? Se estableció una serie de requisitos a cumplir por parte de los servicios de alojamiento, que se apegan a las tres categorías de sustentabilidad antes señaladas: medioambiental (gestión de la energía, el agua, el territorio, los residuos, la biodiversidad y la huella de carbono), sociocultural (protección patrimonial, oferta cultural, bienestar comunitario y desarrollo local) y económico (calidad del empleo, satisfacción del visitante, equidad social, sustentabilidad económica, prosperidad local). Estos requisitos son en total 57, los cuales son uno por uno revisados por expertos. Sin embargo, no es necesario cumplir con el 100% de estos para obtener el sello.

Sucede que, junto con crear el Sello S, se estableció la Mesa Nacional de Sustentabilidad Turística de Chile, que está conformada por varios actores a nivel nacional, donde se encuentran la subsecretaría de Turismo, la de Medio Ambiente, el Consejo de la Cultura y las Artes y la Federación de Empresas de Turismo de Chile, entre otras.

Esta mesa se dedica a evaluar a todo servicio que postule, para finalmente dar el sí o el no. Existen tres grados de cumplimiento del Sello S; siendo el nivel 3 el que destaca la excelencia en sustentabilidad. Para obtener el mejor nivel del sello, es necesario cumplir un 60% de los requisitos para alcanzar el nivel 1, un 75% para el nivel 2 y un 90% para el nivel 3. En todo caso, cualquiera sea el nivel obtenido, el Sello S tiene una duración de solo dos años, por lo que pasado dicho periodo se debe comenzar nuevamente el proceso de acreditación.

El servicio de hospedaje que desee postular debe ingresar en este link para ver las etapas de la Distinción en Turismo Sustentable. El Sello S es complementario al Sello Q de Calidad Turística que también entrega Sernatur, y entrega un punto adicional en la postulación del alojamiento al tenerlo, sin embargo, no es un pre-requisito para postular a la distinción sustentable. 

Los beneficios del Sello S

En este momento existen en total 59 servicios de hospedaje que han obtenido el sello de sustentabilidad, de los cuales sólo tres lograron obtener la mayor distinción: estos fueron la Casa Kalfu Hotel Boutique en Puerto Varas, EcoCamp Patagonia y el hotel Euro Charles de Linares.

Pero el esfuerzo de sacar este sello vale la pena, pues los beneficios de esta distinción no son menores. Entre ellos está la rentabilidad del negocio; aquellos que se certifiquen logran reducir un 20% de sus costos de operación.

Además, los establecimientos reciben capacitaciones y cursos del Estado, y los negocios certificados pasan a ser proveedores sustentables de éste. Como si eso fuera poco, Sernatur está constantemente consiguiendo acuerdos con sitios web para publicitar todo servicio turístico chileno acreditado, como por ejemplo con Bookdifferent de Booking.com

En todo caso, demás está decir que la ciudad o localidad son las más beneficiadas cuando sus servicios turísticos se certifican, gracias al fortalecimiento de la economía local, a la captación de turistas de más alto costo y que se asegura la protección de recursos naturales y culturales a largo plazo.

¿Te importa la sustentabilidad de los hoteles que visitas?