Abejdsglaede es una palabra rara. Solamente los idiomas escandinavos la tienen, ningún otro. Significa "felicidad en el trabajo" y justamente estos países tienen altos niveles de satisfacción laboral. En cambio en Japón, donde hay altos índices de insatisfacción en el trabajo respecto a otros países desarrollados, existe la palabra Karoshi que significa literalmente "muerte por exceso de trabajo". ¿Cuán importante es ser feliz en el trabajo? ¿Qué importancia le asignamos nosotros?
Si pensamos en el tiempo que le dedicamos al trabajo, deberíamos asumir que es fundamental. ¿En qué momento de la vida nos conformamos con la idea de que trabajar es solamente una obligación y no puede ser causa de felicidad?
La suma de todo nuestro tiempo que pasamos con la familia, amigos y haciendo nuestros hobbies, es menor a la que gastamos en trabajar. Diferentes estudios dicen que la mayor cantidad de tiempo que usa una persona es primero en dormir, después trabajar y finalmente ver televisión. Y no sólo eso, en la vida las tres cosas que más te hacen feliz en orden de importancia son: una relación romántica, los amigos y el trabajo.
Entonces si no disfrutamos nuestro trabajo, estamos desperdiciando la mayor parte de nuestras vidas.
Alexander Kjerulf es danés y hace años atrás algo le pasó. De repente se dio cuenta que era exitoso en su trabajo, pero que definitivamente no era feliz. Se miró a sí mismo, vio que era un tema primordial para la vida. Eso lo llevó estudiar y reflexionar sobre el tema. Descubrió muchas cosas.
Creó Woohoo.Inc y hoy asesora sobre la felicidad en el trabajo a empresas como Lego, Microsoft, Shell, Hilton, IBM, Ikea, HP. Y es feliz haciéndolo. Transmitiendo sus teorías ha recorrido el mundo y Chile fue su país número 30. Este miércoles pasado estuvo en la IV versión del Congreso Internacional ENANDES, un encuentro organizado por la Caja los Andes llamado Happywork!. Ahí dio sus claves para ser feliz en el trabajo. Un mensaje simple.
¡Ojo! Estar satisfecho en el trabajo no es ser feliz en el trabajo. Son dos conceptos distintos. La satisfacción no es suficiente. La mayoría de las grandes empresas se preocupa de hacer actividades para que sus empleados estén satisfechos, pero ese no es el punto. Y también hay muchas personas que piensan: "Me pagan relativamente bien", "tengo las capacidades suficientes y la oficina está en un lugar accesible", "ayuda al currículum y me dan beneficios..." Pero ¿por cuánto tiempo podemos sentirnos conformes? ¿Estamos dispuestos a pasar un tercio de nuestras vidas con esa sensación?
La felicidad no tiene que ver con lo que pensamos del trabajo, sino con lo que sentimos en el trabajo, dice Alexander. Y no se trata de un éxtasis permanente tampoco, es más bien la sensación global de felicidad, que nos hace disfrutar lo que hacemos. En este sentido, las sensaciones buenas deben triplicar a las malas: por cada mal sentimiento, debemos experimentar otros tres buenos para mantener un equilibrio.
Un primer paso es saber identificar en nuestro trabajo qué es lo que nos produce buenas sensaciones. Orgullo, tranquilidad, optimismo, realización, felicidad, energía, compromiso, actitud positiva, buscar por qué nos estamos sintiendo de esa manera. Cuando no lo experimentamos, buscar las razones de esa carencia.
Pero si se trata de felicidad y no satisfacción, entonces ¿cómo ser felices en el trabajo?
No tiene que ver con un sueldo alto que permita comprar cosas y hacer viajes. No tiene que ver con ser ascendido frecuentemente. Cuando hay un piso mínimo de estabilidad económica, la felicidad en el trabajo tiene que ver con la combinación de dos cosas para Kjerulf: resultados y relaciones. Nada más. Por eso es simple, se aplica a cualquier caso y depende en gran parte de uno mismo.
- Resultados: Son la combinación de sentirte que eres bueno en lo que haces y que eso que haces tiene un sentido en tu vida, aporta en algo, tiene algún efecto. Por eso siempre es bueno que en una empresa existan las felicitaciones entre empleados, desde los jefes, desde los clientes. Algo que haga ver a los trabajadores los logros que están alcanzando. Aunque no se trata solamente de lo que te digan por lo que hiciste, sino de sentirse personalmente orgulloso de lo alcanzado. Si no te sientes aportando, si a pesar de tus esfuerzos no alcanzas tus metas personales, habrá que preguntarse si ese trabajo realmente es tu lugar.
- Relaciones: deben generar un sentido de pertenencia con el lugar que trabajamos. Un ambiente agradable donde tengas ganas de estar. Donde te caigan bien tus compañeros de trabajo y puedas conocer su vida e intereses más allá de lo laboral. Donde el saludo de buenos días no sea mecánico, sino simpático y real.
Vivir pensando que obtener algo más (material o no), nos permitirá alcanzar nuestra felicidad es un gran error. Hay que ser feliz en el presente, especialmente en el trabajo. ¿Crees que serás más feliz cuando alcances ese ascenso, ese sueldo, ese puesto? Alexander asegura que una vez que lo consigas rápidamente vas a sentir que falta otra cosa más para ser feliz. Más y más excusas.
"Si no eres feliz en tu trabajo, no te conformes. Renuncia", dice Alexander. Es algo muy cierto, sin embargo no todos pueden buscarse un trabajo nuevo que los haga más felices así como así. Muchos tienen menos opciones y más presión ¿Qué opina Kjerulf de esto?
Él subraya que toda persona puede ser feliz en su trabajo. No tiene que ver necesariamente con qué trabajo haga, para que no pensemos que sería imposible en algunos casos, sino con lo que ese trabajo le hace sentir en su vida. Por eso vuelve a repasar la importancia de los resultados y relaciones. Una persona que se siente aportando, ayudando en algo con sus habilidades y tiene un ambiente grato entre compañeros, siempre puede ser feliz con su trabajo. Y en gran medida, la actitud con que enfrenta su trabajo y las relaciones con sus compañeros depende de ella misma. Cada persona puede buscar en lo que hace un papel que tenga sentido.
Y cuando uno está feliz en su trabajo se nota una diferencia, se transmite a lo demás y se contribuye mucho más. Es un círculo virtuoso. Esos son los exitosos, los felices en su trabajo. No es verdad que es suficiente trabajar duro, porque el éxito por el éxito no da felicidad, destaca Kjerulf.
"El futuro no es de los inteligentes, sino de los felices" ¿De qué serviría ser brillantes o exitosos si es que eso no nos lleva a la felicidad?
Si te interesa saber más del tema, puedes ver una charla TED de Alexander aquí o también un video explicativo ilustrado acá.