Chile, participación, diálogo, tolerancia, respeto, instituciones, Accion, AccionRSE
Imagen: Gojko Franulic

Desconfianza crónica y baja participación en Chile, ¿por qué pasa y qué hacer?

No confiamos en las instituciones ni en las otras personas, decimos que queremos ser escuchados y participar, pero cuando se da la oportunidad, no lo hacemos. ¿Qué está ocurriendo y cuál es la salida para hacer un Chile realmente de todos?

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-08-20 | 17:01
Tags | Chile, participación, diálogo, tolerancia, respeto, instituciones, Accion, AccionRSE
"Cuando desconfiamos de las instituciones, nos damos cuenta que solo quedamos nosotros y que nosotros tenemos que hacernos cargo"
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Ya no le creemos ni al vecino. ¿Qué tan cierto es eso? Las redes sociales, los medios, encuestas y las conversaciones nos dicen que la desconfianza en Chile está aumentando cada día más y ya alcanza niveles crónicos. Quizás atizada por los casos de corrupción que cada cierto tiempo se destapan en las principales instituciones del país, de los que pocos se han salvado; decepciones de figuras públicas; aumento de la delincuencia y una larga lista de hechos que nos hacen dudar de quienes parecían creíbles.

¿Podemos hacer algo al respecto? ¿Hay una salida a esta desconfianza?

ACCIÓN, organización que agrupa a empresas y entidades comprometidas con la Responsabilidad Social Empresarial y el Desarrollo Sostenible, organizó un seminario donde se conversará sobre el Chile que todos queremos. Hablamos con Ignacio Larraechea, Gerente General de la organización, sobre la desconfianza y la importancia de la participación.

- ¿Por qué ha aumentado la desconfianza en Chile?

"En general, Chile no ha sido un país de niveles de confianza elevados nunca en su historia reciente, en los últimos 50 años. Lo que existía era una relación más bien de sumisión, de falta de diálogo. No creo que ahora hayamos perdido la confianza, quizás ha existido un nivel de confianza ciega en la instituciones, que ha sido de muy malos resultados, la idea de que los que tiene el poder sabrán cómo hacen las cosas (…) Una pseudo confianza que deposita la responsabilidad del país sobre las instituciones, pero eso no es confianza".

Los problemas en la política, la corrupción en empresas, las situaciones de la Iglesia, las Fuerzas Armadas, son eventos se han asociado a un nivel de información e influencia mucho mayor a través de las redes sociales, y eso ha generado un ambiente de desconfianza declarada, pero no es que antes no existiera, asegura Larraechea. ¿Cuál es el factor principal que causa este fenómeno, entonces?

A su juicio, la principal causa es la segregación, ya que vivimos un país extraordinariamente atomizado, dividido: por clases sociales, por barrios, por formas de pensar, por el acceso a la riqueza, etc.

- ¿Cómo construir confianza?

Hay que partir por acabar con la segregación, disminuyendo las brechas, asegura Ignacio.

"Las sociedad, al igual que las personas cambiamos cuando algo nos está doliendo mucho", explica. "Hoy desde el dolor, desde la dificultad, hay más posibilidades de construir un cambio para generar más confianza".

Los problemas de gobernabilidad, falta de legitimidad de varios sectores, los conflictos de las empresas con los trabajadores o los clientes, son incomodidades que, a fin de cuentas, se transforman en una oportunidad.

La primera responsabilidad la tienen las instituciones más poderosas: el Estado y las empresas. Ahí la base es la escucha, el abrir canales, el ir a buscar a la sociedad civil en sus canales que consideran adecuados.

Participación a la chilena

¿Cómo confiar si no puedo informarme, opinar e influir? En el proceso de construir confianza, la participación ciudadana es clave: que las personas se involucren en lo que sucede en sus ciudades, en su país. ACCIÓN realizó un sondeo sobre la participación y colaboración, buscando responder a la pregunta de si la participación ciudadana, en diversas instancias, es importante para los chilenos y qué formas de participar son preferidas. ¿Adivinan cuál es la más común?

Un 69% de los entrevistados declara que participa opinando o activando causas en redes sociales, es decir unilateralmente. Queremos participar y tener voz, pero a la hora de comprometerse de verdad el escenario es otro.

El 91% de las personas considera que la participación ciudadana es relevante, pero el 64% de los consultados no participa. Solamente el 54% declara estar altamente dispuesto a involucrarse activamente.

- ¿Cuál es el problema con la participación?

"La gente no participa porque los canales que le hemos abierto no son suficientes (…) ¿Por qué voy a participar si no voy a lograr cambios o si solamente se abre el canal y no se está dispuesto a cambiar? La gente percibe que los canales de participación son solamente para informar o para opinar, pero no para producir los cambios, eso inhibe la participación ciudadana", aclara Ignacio.

Para reconstruir la confianza, Ignacio propone estar dispuestos a cambiar, en primera instancia, y luego abrirse a escuchar en un dialogo mas horizontal, botar barreras ligadas a la autoridad, pues en Chile existe una relación muy mediatizada con ésta. Todavía tenemos estructuras demasiado jerárquicas.

En relación a lo que debiese ser reforzado para una efectiva participación ciudadana, los entrevistados se inclinan por la descentralización (71%) y la apertura al diálogo (70%)

- ¿Cuál es el rol de las empresas en este proceso? ¿Qué pueden hacer?

Realizar reportes de sustentabilidad, consejos consultivos, abrir más canales de denuncia para trabajadores y el público externo, algo que están haciendo cada vez más, pero que debe masificarse, cree Ignacio. Esto tiene un impacto directo para mejorar el negocio también, las instituciones deben dejar de verlo como un costo, sino como una oportunidad de crecimiento.

Quizás en un comienzo pueda parecer que es parte de su marketing o esa sea la razón en un comienzo, pero luego eso va a afectar positivamente la cultura empresarial y va a adquirir otro sentido. Ha habido muchas experiencias positivas, asegura Larraechea, por eso el gran desafío es multiplicar todos esos espacios e iniciativas.

Sólo un 29% de los trabajadores dependientes señala que la empresa entrega estímulos para la generación de ideas, y el 64% declara que al interior de la organización existen espacios de participación con comunidades para encontrar soluciones de mutua conveniencia.

- ¿Qué fortalezas y debilidades tenemos hoy para “construir el Chile que queremos”?

La gran debilidad, según Larraechea, es la competitividad individualista que nos ha llevado a cuidar lo propio por sobre lo colectivo, sin ser conscientes que estamos destruyendo nuestro entorno, nuestro espacio común, nuestro medioambiente. Aun así, tenemos fortalezas importantes que abren tremendas oportunidades.

"Todavía tenemos la capacidad de asombro. Todos los fenómenos de corrupción nos han puesto un espejo delante y como dice Maturana, no nos gusta lo que vemos, no nos gusta vernos así, esta sensación que los políticos de todos los sectores recurrían a estas argucias (…) A raíz de esto, han salido la mil pequeñas prácticas de corrupción: licencias falsas, evasión del Transantiago, no pagar el software y otras acciones que nos han mostrado que no somos el país que pensábamos y esa capacidad de asombro es una gran fortaleza.

La otra es cuando ya vemos que todas las instituciones están salpicadas por temas de corrupción de distinto tipo (…) Ahora la sociedad está preparada para dejar de buscar a un Mesías que le diga qué es lo que tiene que hacer. Cuando desconfiamos de las instituciones, nos damos cuenta que solo quedamos nosotros y que nosotros tenemos que hacernos cargo de Chile, como ciudadanos, como empresas… el camino es hacernos cargo nosotros. Eso nos da un sentido de urgencia que no teníamos (…) Hoy nos damos cuenta de que la participación ciudadana y el comportamiento ético es urgente".

¡CONVERSEMOS! XV Encuentro de Desarrollo Sostenible

Dialogar es la clave en la búsqueda de soluciones, porque la verdad no está en un solo grupo ni un solo lugar. Pero para construir una agenda de futuro, debemos aprender a preguntar, a escucharnos y asumir que no hay forma más eficiente de resolver conflictos que conversando entre todos.

Eso busca el encuentro ¡CONVERSEMOS! Es hora de construir el Chile que queremos, que convocará a diversos representantes de ámbitos profesionales y generacionales distintos, para dialogar sobre el país y la empresa, reconociendo las claves para establecer nuevas maneras de relacionarse. Todos están invitados.

Participarán representantes de las empresas socias de ACCIÓN y líderes de opinión, dirigentes vecinales, representantes de ONG, sindicalistas, gremios, entre otros.

Los asistentes podrán participar en un gran conversatorio colectivo y ser protagonistas, proponiendo y liderando espacios temáticos. Una gran instancia de convergencia cuyas reglas son: sin agenda, sin jerarquías, sin prejuicios.

¿Cuándo? El próximo martes 25 de Agosto, desde las 8.00 hrs. en Casa Piedra.

Si quieres más detalles, puedes revisar el programa y para inscribirte, entra aquí.

¿Cómo más combatirías la desconfianza? ¿Qué otros canales de participación crees que faltan en Chile?

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Comentarios
Javier Lührs | 2015-08-20 | 23:10
2
A fin de cuentas, la confianza es el mortero de toda estructura social. Sin confianza, no hay nación.
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