Famosa es la "puerta giratoria". Se habla mucho de "ponerle candado" y sancionar merecidamente a quienes cometen delitos, para proteger a la población. Eso es algo fundamental, pero insuficiente. Se requiere, además, prepararlos para su retorno a la sociedad.
Lo primero, evidentemente, es reducir el hacinamiento y evitar que las cárceles se transformen en "escuelas del delito". La reciente repatriación de condenados extranjeros y la construcción de nuevas cárceles, buscan superar definitivamente la sobrepoblación penitenciaria antes del año 2018, lo que va a permitir dar un primer paso. Pero si quienes pasan por la cárcel vuelven a caer presos reiteradamente, no hay infraestructura que aguante.
Según un estudio de Paz Ciudadana, de una muestra de 8.537 condenados al sistema cerrado, el 61% reincidió luego del primer año de liberad y el 86% reincidió luego del segundo. Este año egresarán 20 mil internos ¿Qué harán después?
Muchos estudios (como este de Seguridad Ciudadana y este de la U. Autónoma de Barcelona) y experiencias concretas, como la de Proyecto B, confirman que el trabajo es la mejor vía para solucionar el problema de la reincidencia y lograr una reinserción social.
El trabajo da sentido a la estadía en la cárcel, estructura la vida de los reos, genera un aprendizaje de hábitos y valores (autodisciplina, paciencia, responsabilidad, etc.), contribuye a mejorar el autoestima y permite proyectarse de manera más concreta de cara al retorno a la sociedad.
A continuación, te mostramos ingeniosas iniciativas que están transformando la realidad y oportunidades de quienes cumplen condenas: reos verdes, reos que estudian, reos que tejen, entre otros. Historias y hechos reales en Chile, Brasil y Reino Unido donde el trabajo durante y después de la cárcel abre nuevas oportunidades para la vida.
En Atacama muchos prefieren las minas. Por eso a la construcción le faltan obreros que levanten la ciudad. De esta necesidad, surgió una buena iniciativa: El Serviu contratará a reclusos para que suplan la falta de mano de obra. Las opciones que tienen los reos, son un conjunto de 184 viviendas sociales en Copiapó, una nueva red de ciclovías o el futuro parque urbano Kaukari, uno de los más grandes que se construirán en Chile.
En un acuerdo con Gendarmería, se estableció que los reclusos con buena conducta que hayan cometido delitos de baja connotación y sepan de construcción, podrán ser contratados por las empresas constructoras y recibir un sueldo de entre $250 y $600 mil. Se les ofrecerá una capacitación para que adquieran las competencias suficientes para integrarse a su trabajo.
El Ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez, prometió hacer un convenio con el Ministerio de Justicia para que este caso no sea algo asilado y se extienda el programa a todos los lugares del país donde se requiera de mano de obra. Reconoció la importancia de impulsar estas iniciativas, porque se trata de personas que cometieron errores y merecen una segunda oportunidad.
Cuando se trata de dar una segunda oportunidad, el Estado predica, pero no practica. La ley actualmente impide incluir a los organismos estatales en los planes de reinserción.
Un nuevo proyecto de ley busca acabar con la discriminación hacia quienes buscan una segunda oportunidad en la vida. La idea es que el Estado pueda contratar a ex-reclusos rehabilitados, con el objetivo de apoyarlos para que no reincidan. Todo esto se enmarca dentro de una política pospenitenciaria que busca lograr una mejor reinserción social y laboral. A través de eliminar los antecedentes penales, entregar apoyo sicológico y social, junto a alternativas de capacitación y emprendimiento. Se trata de diseñar mejores herramientas, para que puedan continuar con su vida sin volver en el círculo de la delincuencia.
La cárcel de Colina II en Santiago se puso verde. Los mismos reclusos implementaron iniciativas medioambientales para mejorar las condiciones de vida en la cárcel y aprovechar el tiempo de su condena. Apoyados por el personal y grupos externo que realizan talleres de formación, un grupo de cien presos se dio a la acción con un motivo noble.
Con botellas de plástico construyeron dos invernaderos. En ellos tienen sus huertos donde ven crecer sus propias plantas que después usan. Además desarrollaron un particular taller de reciclaje, donde se les enseñó a aprovechar la madera que vienen de la demolición para construir muebles. Esta carpintería genera distintos modelos que luego son vendidos y con ese dinero pueden ayudar a sus familias.
Respecto al valor que tiene para los reclusos la posibilidad de trabajar, la ministra de Justicia Patricia Pérez destacó que "si bien las penas deben cumplirse, deben cumplirse con oportunidades, y los talleres de reciclaje y trabajo con madera, nos dan cuenta que las personas que reciben la oportunidad de reinsertarse, efectivamente la toman". Es importante destacar que en Colina II se albergan 2 mil personas, de los cuales la mitad estudia o trabaja.
Tejer no es sólo para abuelas, es también para reos. Los puntos no son para sus nietos, pero cada uno significa un paso en el camino de la reinserción. Desde el 2009, en Brasil un grupo de presos se dedica a este arte con palillos y lanas para el diseño textil. Como parte del proyecto "Lotus Flowers" de la diseñadora Raquell Guimaraes, trabajan horas tejiendo y con eso reciben un sueldo y además reducen su condena. La ropa terminada se exporta a Francia, Estados Unidos y Japón, entre otros países.
Raquell se vio falta de mano de obra y decidió darle la oportunidad a quienes más la necesitan. Brasil es el cuarto país del mundo con más personas tras las rejas: tiene medio millón de presos. Dentro de los esfuerzos de las autoridades para lograr la reinserción social de los reos se encuentra este ejemplo de los tejedores en Juiz de Fora.
Además de relajar la mente con este trabajo, los reos cambian su rutina y se imponen una meta. Como trabajadores reciben el 75% del sueldo mínimo en Brasil y ese otro 25% se conserva intacto para entregárselos cuando cumplen su condena. Y eso no es todo: cada tres días de tejido, se les disminuye un día de cárcel.
Tavares Celio es uno de ellos. Fue condenado por robo a mano armada. Hoy reconoce el valor del proyecto: "El programa le da las habilidades y confianza a los internos, que pueden utilizar cuando vuelven a la vida en el exterior. Esto sube la autoestima de los presos, y les abre la puerta para el trabajo y el empleo", comenta.
Algo similar se teje en el Reino Unido. Cojines, bolsas, cuadros y colchas de patchwork creados por reos, se venden alrededor del mundo y adornan espacios como "English Heritage", "Tate Modern", "National Gallery", "Duchess of Cornwall and Prince of Wales". Los productos son de calidad, ya que los presos son formados por voluntarios del gremio de bordadores.
Fine Cell Work es una empresa social que capacita a los presos en costura creativa, para que aprovechen las largas horas que pasan en sus celdas con este trabajo remunerado. La idea es fomentar la esperanza, la disciplina y la autoestima.
En Fine Cell Work creen que la artesanía en la cárcel puede ayudar a los presos a descubrir un lado más constructivo y reflexivo de sí mismos. Pueden aprender nuevas habilidades y además ayudar a sus familias con el dinero que ganan. Se trata de ampliar los horizontes más allá de los muros de la cárcel, ayudando a los reclusos a lograr una conexión con la sociedad y dándoles una perspectiva más brillante en su futuro.
Para conocer testimonios (en inglés) de estos reos, puedes entrar aquí.
Nuevas cárceles: Desde 2011 se lanzó un plan de cárceles que contempla cuatro nuevos penales con un nuevo modelo y la posibilidad de estudios y trabajo. Junto a esto se incorporó una modernización del servicio de gendarmería. El gran enfoque de todo: potenciar la capacidad de rehabilitación y reinserción social de los reos.
Organización: El 2012 el Patronato Nacional de Reos pasó a ser el "Departamento Postpenitenciario", que se propuso como objetivo gestionar planes y programas de asistencia para que los reo, una vez cumplida su condena, tengan apoyo para su reinserción social y laboral. Este departamento está a cargo de los siguientes temas:
- La eliminación de antecedentes penales
Es un trámite que consiste en el control voluntario al que se somete la persona que ha egresado del sistema penitenciario, mediante la firma mensual de un libro de registro por un plazo de 2 a 5 años. Al iniciar el proceso, a la persona se le omiten los antecedentes penales de su certificado de antecedentes, de modo que éste aparece sin anotaciones prontuariales al solicitar trabajo. Una vez cumplido este requisito, la persona puede eliminar definitivamente los antecedentes penales de su extracto de filiación
- Programas de apoyo:
1. Hoy es mi Tiempo
Se enfoca en la Capacitación en Oficio y en Autoemprendimiento, por lo cual gran parte de la ayuda corresponde a fortalecer el eje de la empleabilidad, potenciando las habilidades y la intermediación laboral en un puesto laboral de trabajo. Hasta el momento hay 310 beneficiarios a nivel nacional, en Arica, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Melipilla, Rancagua, Talca y Concepción.
2. Intervención psicosocial individual
Se brinda apoyo a la reinserción social de personas que cumplieron condenas y están en proceso de eliminación de antecedentes penales. Reciben la atención individual por un profesional y pueden obtener:
- Derivación a la red social público-privada.
- Posibilidad de intermediación laboral y colocación a un puesto laboral dependiente.
- Posibilidad de acceder a una capacitación en Oficio calificado.
- Un bono de movilización para la asistencia a los cursos y talleres.
- Posibilidad de nivelación escolar en el caso que lo necesite.
- Posibilidad de apoyo municipal en caso que lo requiera.
- Orientación en todos los temas que su familia necesite.
- Orientación y apoyo jurídico.
3. Programa de reinserción laboral
Tiene como objetivo principal lograr la reducción de la reincidencia de los egresados del sistema cerrado. Esto contribuye a la seguridad del país y a la vez a mejorar las oportunidades de integración social de los reos que han cumplido condena. Esto por medio de fomentar conductas, habilidades y competencias que acrecienten las probabilidades de reinserción social, involucrando en todo este proceso a sus familias, instituciones, empresas y comunidad en general.
Para más información, puedes entrar aquí.