Estamos a horas de poder presenciar uno de los fenómenos de larga duración más atractivos del universo, desde este pequeño planeta, sin telescopios ni binoculares.
Es la lluvia de estrellas Perseidas que se produce, mayormente, entre julio y agosto. Considerada una de las más populares de todo el año, ofrece hasta 100 meteoros por hora y este año la luna nueva favorecerá la observación, al brindarnos una noche más oscura.
Este fenómeno cósmico se debe a que la Tierra atraviesa por las partículas dejadas por el cometa Swift-Tuttle (descubierto en 1862). Fue Giovanni Schiaparelli quien hizo la relación entre éste y la lluvia de estrellas que se observaba en el planeta. Sus meteoros tienen una velocidad de 59 kms/seg y radian desde la constelación de Perseo, pero pueden verse en todo el firmamento.
La lluvia, también llamada "Lágrimas de San Lorenzo", comienza a fines de julio y culmina a mediados de agosto, pero su máximo esplendor será esta semana, alcanzando su clímax el 12 de agosto con una tasa de hasta 50 o incluso 100 meteoros por cada hora. Aunque favorece al hemisferio Norte, ubicación donde se observa con mayor claridad, también se pueden observar varios meteoros en el hemisferio sur.
El mejor momento para ver las Perseidas este 2015 será en la madrugada, antes del amanecer de los días 11, 12 y 13 de agosto. Para más información puedes entrar a Turismo Astronómico.cl.
El ideal es estar lejos de las grandes ciudades, en lugares despejados, para tener la menor cantidad de contaminación lumínica posible. Es probable que muchos no puedan alejarse demasiado de la ciudad, pero pueden buscar un lugar con mejor visibilidad. Por ejemplo, para los capitalinos, puede ser el sector del Arrayán u otros cerros cercanos.
- Lo ojos tardan entre 20 a 30 minutos en acostumbrarse a la oscuridad
- No olvidar llevar ropa abrigada, para que la experiencia no sea incómoda
- Llevar una silla reclinable o algo similar para instalarse ante el espectáculo
- Si es posible, llevar una carta del cielo para ubicarse correctamente
- No observar con telescopios o binoculares, pues disminuyen demasiado el campo visual
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