Imagen: Gojko Franulic

Profesores en paro: ¿qué le critican a la nueva Carrera Docente?

Se inició el paro indefinido de profesores que busca modificaciones “de fondo” al proyecto de Carrera Docente que se discute en el Parlamento. ¿Qué cambios quieren? ¿Por qué no es suficiente el proyecto actual? Aquí les contamos.

Por Macarena Fernández | 2015-06-02 | 07:00
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Desde tempranas horas de ayer comenzó a instalarse en todo el país el "paro pedagógico indefinido", convocado por el Colegio de Profesores de Chile, en rechazo al proyecto de nueva Política Nacional Docente que envió el Ministerio de Educación al Congreso y que comenzará a regir en 2016. A la marcha de ayer asistieron más de 60 mil docentes, además de los estudiantes secundarios

El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, explicó las razones de la paralización, y detalló que a pesar del proceso de conversaciones entre el Magisterio y el Mineduc, que se extendió por alrededor de tres meses, el articulado del proyecto “no contiene nuestras propuestas y en la consulta nacional, en la que votaron casi 50 mil maestros, más del 96 por ciento la rechazó”, y agregó que “no se ha tenido ningún llamado efectivo al diálogo, que es algo que estamos pidiendo desde que se envió el proyecto. Pero aquí no se oye, no hemos recibido ninguna señal desde el Ministerio”.

Según se desprende de la carta entregada a la Presidenta Michelle Bachelet, el Colegio de Profesores resiente lo que consideran un trato desconsiderado por parte del Ministerio, citando lo esporádico de las reuniones que, dicen, no habrían respetado el calendario acordado; la falta de respuestas a sus planteamientos; no haber sido consultados sobre temas de salarios y salida de la carrera, e incluso, la falta de formalidad en la entrega de algunos documentos presentados al gremio. Por ello, aspiran a que el proyecto sea retirado, para presentar uno nuevo que haya sido elaborado en conjunto; aunque no se niegan a abandonar el paro si realizan suficientes mejoras al proyecto actual.

Sin embargo, estos son solo los temas de forma, pues también se aborda a continuación los aspectos de fondo. Pero primero, revisemos brevemente qué propone el proyecto de ley del gobierno, firmado en abril pasado:

La Política Nacional Docente

Académicamente, la iniciativa gubernamental considera subir el puntaje mínimo en la PSU para el ingreso a la carrera y hacer obligatoria la acreditación de los programas de pedagogía, aumentando las exigencias para obtener dicha acreditación. Además, elimina la posibilidad de ejercer la docencia sólo con título de licenciatura.

Para los profesores que se inician en la docencia, se establece que el primer año trabajarán acompañados de un mentor, que será un docente con mayor experiencia. Además, deberán superar un proceso de certificación, en que acreditarán que tienen los conocimientos y competencias necesarias para el ejercicio de la profesión. De no aprobar, no podrán acceder a la carrera docente.

Una vez en el ejercicio de la profesión, el proyecto busca incrementar en un 28% la remuneración de los profesores y propone un salario mínimo inicial de $800 mil por un total de 37 horas a la semana y $ 950 mil por 44 horas; los que irán aumentando conforme los docentes vayan ascendiendo en la carrera docente, que se divide en 5 tramos de experiencia y desempeño. A su vez, se establece un incentivo especial para los profesores que trabajen con alumnos vulnerables, con un bono equivalente al 40% de la asignación del tramo en que se encuentre.

En cuanto a la carga de trabajo, impone un aumento gradual de las horas en que los docentes podrán preparar sus clases. De esta manera, las horas “no lectivas” aumentarán desde un 25 a un 35 horas.

Por último, se establece un Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, cuya misión es apoyar a los docentes y colaborar en su desarrollo profesional.

Para ver en detalle este tema, les recomendamos leer esta nota que publicamos anteriormente.

Qué reclama el Colegio de Profesores

“Hemos acordado para este mes de mayo y parte de junio un plan movilizador porque somos críticos ante el Proyecto de Carrera Docente y creemos que este proceso no va en la dirección de hacer cambios de fondo”, señaló el dirigente, Jaime Gajardo.

El Paro Nacional de advertencia anunciado para el 14 de mayo formó parte de un plan de movilización acordado por el Magisterio, que al no encontrar resolución, se tradujo en un llamado a paralización nacional de 48 horas para los días 27 y 28 de mayo, y ahora, en un paro indefinido.

Como crítica general, los firmantes de la carta señalan que el proyecto "no representa un cambio estructural. Por el contrario, intensifica el ejercicio de la profesión basada en la competencia entre pares y el individualismo" y que se sustenta sobre un modelo educativo de mercado. 

También critican que, según ellos, todo el sistema se basa en la desconfianza hacia los docentes, citando como ejemplo que la exigencia de ingresar a contrata por dos años, para luego someterse a un test para entrar definitivamente a la carrera docente, "demuestra que ni el mismo gobierno confía en cómo se están formando los docentes de nuestro país, pero insisten en no producir cambios en la formación docente, permitiendo que continúe la libertad para establecer mallas curriculares a cada instituto formador".

Por otro lado, aunque reconocen que deben someterse a algún tipo de evaluación, el Colegio de Profesores exige una corrección al proceso de evaluación docente que será requisito esencial para avanzar en la carrera, dado que la evaluación por medio de pruebas estandarizadas "no va a evaluar el desempeño del docente en el aula. No va a evaluar si el docente tiene formación valórica, si se preocupa de una educación integral. Lo enriela y lo orienta únicamente a rendir en pruebas estandarizadas y eso encontramos que es una distorsión de lo que es la función docente”, dice Mario Aguilar, prosecretario del magisterio. Además, exigen la suspensión de la evaluación docente este año, mientras se discute el proyecto.

En este punto, acusan que aumentan las causales de despido y se pierden las conquistas históricas del gremio, pues en lugar de darles apoyo y formación continua a los docentes, y reconocer las dificultades de su labor y las particularidades de cada caso, se los obliga a alejarse del aula y rendir exámenes permanentemente. Dentro de este tema, piden que los profesores de colegios subvencionados no se rijan por el Código Laboral para que no puedan ser despedidos cada vez que su empleador lo estime conveniente

Además, aseguran que la nueva carrera docente no terminará con el estrés y agobio laboral, por lo que proponen elevar las horas no lectivas desde 25 a 45 horas al 2018, para alcanzar el 50% recomendado por la OCDE. En materia de sueldos, la solicitud del magisterio es un sueldo base de 1 millón de pesos que aumente gradualmente hasta 3 millones.

En materia curricular, el Magisterio acusa que la carga horaria anual supera las 1200 horas, que se mantiene un currículo recargado y sesgado hacia algunas materias, en desmedro de las Artes, la Filosfía y la Formación Ciudadana, por ejemplo.

Por último, proponen incorporar otras materias hoy no contempladas en el proyecto, como una mejora en la jubilación de los profesores o consideraciones especiales para los docentes que llevan décadas en ejercicio y que no han rendido ninguna prueba de certificación. También una ponderación especial para profesores con posgrados

“No concebimos una carrera docente que no se haga cargo de la formación de los maestros y maestras, que estimule el individualismo y la competencia. Nosotros, no aceptamos una carrera que no estimule de verdad para hacer un trabajo digno en las salas de clase. Tampoco aceptaremos jamás una carrera docente que no se haga cargo de la formación continua y del perfeccionamiento a cargo del Estado y tampoco que no se haga cargo de la salida del sistema”, expresó el director del gremio, Sergio Gajardo.

Por su parte, Jaime Gajardo comentó que “esta Carrera Docente no va en el sentido de fortalecer la educación pública, y sigue basándose en la desconfianza hacia los maestros. Este proyecto ha recibido fuertes críticas no sólo nuestras, sino también desde distintos sectores académicos, de centros de estudio, de El Plan Maestro, a si es que esperamos que se escuchen estas señales y se retome el diálogo para construir una verdadera Carrera Docente”, finalizó el timonel del gremio.

Aquí puedes leer la carta que envió el gremio a la Presidenta Michelle Bachelet.

Otros actores de la educación no apoyan el paro indefinido

Una de las ONG miembras de la iniciativa que creó el Programa del Plan Maestro, la Fundación Educación 2020 envió hoy una carta dirigida al Colegio de Profesores, rogando por desistir el paro indefinido, proponiendo distintas formas de manifestación o paros esporádicos.

¿Los argumentos?. Expresan que el paro afecta directamente el aprendizaje de los estudiantes por tener que suspender las actividades y las clases en las escuelas, lo que además afecta laboralmente a los apoderados. Además, argumentan que debilita aún más a la educación municipal, pues los padres están cansados de los paros y esto los incentiva a cambiarse a la educación particular subvencionada.

“También les rogamos que tomen en consideración que ya se han concedido avances laborales como pocas veces, durante 2014: titularidad para profesores a contrata; aumento del ingreso mínimo docente; bono de incentivo al retiro; mejoras de infraestructura en muchas escuelas públicas; hay planes para disminuir la pesada presión del Simce. El proyecto de carrera docente ya incorpora decenas de recomendaciones del Plan Maestro, trabajo participativo gigantesco, en el cual tanto ustedes como nosotros y muchas otras organizaciones aportamos un granito de arena. Les pedimos públicamente la posibilidad de una reunión para conversar y armonizar puntos de vista sobre vuestras y nuestras críticas, para transformarlas en proposiciones constructivas que podamos llevar al Congreso… les rogamos que si lo consideran necesario para defender sus derechos, recurran a todas las formas más creativas posibles de protesta pacífica y presión,… pero no a un dañino paro indefinido”, son algunas de las palabras contenidas en la carta pública.

Por su parte, la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga dijo a El Mercurio que el paro indefinido “no se justifica”, y los emplaza a deponer las movilizaciones. Sostuvo que la movilización “no ayuda”, y agregó que "lamentamos y rechazamos este paro docente", indicando que la medida de presión de los profesores perjudicará, en gran medida, a los estudiantes y sus familias, sobre todo, "en un contexto donde en el último tiempo hemos tenido fuertes catástrofes a nivel nacional en distintas regiones". También insistió en que el ministerio continúa abierto a dialogar con el Colegio de Profesores.

Hernan Hochschield, de fundación Elige Educar, comentó con El Dínamo algunas de las demandas de los docentes, señalando que si bien comparten que hay algunas críticas razonables, no están de acuerdo con un paro indefinido, pues aún quedan muchas etapas en el Congreso para realizar mejoras al proyecto. Dentro de los argumentos que comparten con los profesores, señalan que no es conveniente el exceso de evaluaciones a los docentes, “Hay que reducir el número de etapas. Hacer las evaluaciones en un comienzo más exigentes, pero después hacerlo quizás de manera voluntaria”. El experto también señaló que le parece que la escala de sueldos propuesta por el gobierno es apropiada, aunque recalcó la importancia de que haya un aumento de sueldo dentro de los 5 a 10 primeros años de profesión.

La paralización de ayer fue el inicio de las movilizaciones que el Colegio de Profesores tiene planeado hasta el viernes, día en el que irán a dejar, como movimiento, una carta a La Moneda. Posterior al paro, la agrupación de profesores convocará una Asamblea Nacional para evaluar la respuesta del Gobierno en relación a sus demandas.

¿Crees que las demandas de los docentes son justas? ¿te parece que el paro es la manera correcta de exigirlas?

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Comentarios
Eduardo Salinas | 2015-06-02 | 09:43
7
Estoy de acuerdo con que lo profesores merecen ganar mas de lo que ganan actualmente, pero al mismo tiempo se debe premiar a quienes lo merecen, ya que a pesar de que hay muchos profesores de excelencia, quienes he conocido y los recuerdo con mucho cariño, tambien he conocido profesores mediocres. Los profesores son profesionales, por lo que deben ser tratados como tal.

Sin embargo no estoy de acuerdo de que hagan paros, ya que se contradicen totalmente con lo que quieren lograr.

Hablan de calidad de educación, eso reside 100% en ellos no en el gobierno.

Hablan de responsabilidad, dejan a los alumnos botados, indefinidamente. NO hablo por todos, en el colegio de mis hijos (municipal) hicieron un paro parcial, tienen clases hasta las 1 de la tarde, por lo que no los dejan 100% botados como es en otros casos.

Hablan de un sistema basado en la desconfianza, con mis disculpas al señor gajardo pero si usted tuviera que contratar a un ingeniero de la universidad católica y otro de la universidad del mar a quien elegiría? es posible que el de la universidad del mar sea mucho mas capas, pero estoy seguro que lo dejaría de lado. Entonces que podemos esperar de un señor que es Presidente del colegio de profesores que se llena los bolsillos de plata y que ni siquiera es docente?

Me apena que tengan que llegar a estos limites, ya que como dije antes aun tengo contacto con muchos de quienes fueron mis mentores tanto en el colegio como en la universidad. A quienes le estoy muy agradecido no solo por los conocimientos si no que por las enseñanzas que me entregaron.

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Melanie Dittmar | 2015-06-02 | 18:23
10
Los profesores de excelencia que existen, son los que han dejado a su familia de lado en mas de una ocasión para poder realizar mejor su trabajo. Durante la jornada laboral es imposible realizar material, ya que estás frente a un curso de 08:00 hrs hasta las 15:00 hrs, teniendo con suerte 90 minutos para planificar dentro de la jornada escolar, los cuales debes rogar para que no te los ocupen, porque si falta un colega por cualquier sea el motivo, al profesor que está "libre" lo mandan a hacer la clase que el colega no pudo realizar.

Se preguntarán, ¿Por qué no hacerlo después que se van los niños? Simple, las municipalidades no te contratan por 44 horas si te van a ocupar solo 33 horas haciendo clases, te contratan por 36, así tienes las horas para estar presente en el consejo de profesores semanalmente. Se ahorran hasta el mas mínimo peso posible para no pagarte extra, y te dejan con el mínimo de tiempo posible para realizar tu trabajo.
Así que el profesor de excelencia, debe llegar a su casa y ponerse a hacer material para sus estudiantes, y eso, es agobio laboral.

Tengo la suerte de estar contratada por 44 horas, pero tengo colegas que no lo están, tengo la suerte de poder realizar mi trabajo en la escuela, porque mi contrato lo permite, pero tengo colegas que no pueden. Tengo la suerte de poder tomar mis 30 minutos de almuerzo, pero tengo colegas que tragan en 10 minutos su almuerzo y los otros 20 minutos están realizando una actividad para trabajar con sus estudiantes, o en el patio cuidando que no hagan "travesuras", todo esto en su horario de colación, en sus 30 minutos libres no remunerados.

Si les alteramos la rutina laboral, si no tiene con quien dejar a su hijo porque los profesores estamos en paro luchando por nuestra dignidad, por favor, únanse a nuestra lucha, ¡Únanse a nuestro canto y ayúdenos a lograr ser escuchados por el gobierno para dejar de exigir un trato decente!

Personalmente, pretendo seguir en paro hasta que seamos escuchados, hasta que logremos generar cambios significativos, incluidos en las mesas de diálogos para realizar una CARRERRA DOCENTE REAL.

Disculpen las molestias, quedan invitados a nuestra lucha.
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Cristian Bernal | 2015-06-02 | 12:46
2
Para mi ambos tienen razón, como nunca no se por cual lado inclinarme :/
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Marco Canepa | Editor | 2015-06-02 | 18:01
3
Es que no tendríamos por qué "tomar un bando", si hay puntos en ambos lados, lo correcto es ponerse de acuerdo y encontrar un punto medio.
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Christian Diaz | 2015-06-02 | 18:28
1
Ese es el problema que tenemos, elegir un bando, cuando ya sabemos que ninguno tiene la razón al 100%. Hay ideas que estan bien por cada lado, apoyo que los profesores deben ganar más, es un trabajo con vocación y mucho profesionalismo, estan formando el futuro de la gente. Pero tambien estoy de acuerdo en que cada uno vela por su crecimiento, hay quienes se esfuerzan más por cumplir sus metas y otros son resagados por su propia iniciativa, así nos olvidariamos de donde proviene cada profesional de Chile... por que siempre se ve la competencia como algo malo?! el que quiere más que se esfuerce más por sus objetivos. No se puede llevar a todos al mismo ritmo si esta demostrado que no se puede (a menos que quieran lavar cerebros y sean con una uniformalidad para manipular (también comprobado)).
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Javier Arancibia | 2015-06-03 | 07:22
1
Completamente de acuerdo. No les cuesta nada pedir 4 horas diarias de clase y 3 para preparar el material de estudio (diario), y dejar que los profesores sean evaluados, para saber si requieren o no de capacitacion.
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Jorge González | 2015-06-06 | 18:47
1
Yo creo que más importante que el sueldo que están recibiendo los profesores, es el problema del agobio laboral. Si se empieza cambiando a un 50/50 horas lectivas y no lectivas se hará un cambio drástico en la calidad de la educación. Para mí, ese debería ser el piso de negociación, ya que los profesores tendrán tiempo para planificar mejor sus clases y a la vez, perfeccionarse. Además, en ese caso, la evaluación docente (que no está bien hecha tampoco) no sería un caos tan grande como lo es ahora para profes que están perdiendo tiempo de calidad con sus familias, amigos o lo que se les ocurra.
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Jorge González | 2015-06-06 | 18:50
1
Para terminar destaco las palabras del diputado Boric en una entrevista a CNN: "No es que los profesores no se quieran evaluar, ese es un mito". En ese contexto yo tampoco querría que me evaluaran, es totalmente injusto.
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Francisco Matus | 2015-06-03 | 20:06
0
Mi opinión en este tema es terriblemente impopular. Hacer una "carrera docente" es algo ridículo, que les da a los profesores en particular y a otros funcionarios del estado en general un trato especial que no corresponde.

Estamos en pleno siglo XXI, varios temas que se reclaman se pueden solucionarcon tecnología, con eso reemplazas el 50% de la carga del profesor que queda libre para otras funciones.

Insistir en el sistema escolar que tenemos no va a mejorar la calidad de la educación. Pero hay que ver el lado positivo, tampoco la va a empeorar y parece que con eso hay que darse una piedra en el pecho.
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Daniel Del Pino | 2015-06-06 | 10:50
0
Francisco, me interesó eso de ka tecnología, cuentanos más.
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Nicolás Masquiarán | 2015-06-05 | 02:00
2
También soy profesor, y formador de profesores. De música; una asignatura muy idealizada y carente de estatus o relevancia social. Para qué andarse con rodeos. Naturalmente, en mi espacio de trabajo se está desarrollando el debate en torno a este problema y otros que atañen a la docencia en Chile hoy.

No voy a redundar en los pros y contras del proyecto, porque es simplemente un bodrio como tal, aún cuando una que otra cosa pudiera rescatarse. No voy a insistir en lo urgente de satisfacer las necesidades básicas para favorecer un ejercicio óptimo de la docencia. Dejémosle eso a Maslow (o a Kant, en una mirada más artística).

En lo personal, pienso que todo este debate no tiene sentido. En efecto, la manera en que se plantea obliga a abanderarse y, por estar insanamente politizado, aparece limitado en su despliegue por las opciones políticas, sin que lleguen a tocarse los temas de fondo, donde la educación, en sí misma un hecho político, trasciende cualquier partidismo. Detrás de esto se pelotea con la dignidad del docente, que los mismos docentes no protegen, porque a la queja, al legítimo derecho a pataleo, subyace la gruesa omisión la profesión docente fundamenta ante todo en la relación entre individuos que se nutren mutuamente en su calidad de seres humanos.

Quisiera que esa relación positiva entre educador y educando, roles que muchas veces se invierten cuando media la verdadera vocación, fuese el punto de partida de una política de Estado en torno a la docencia. No la plata, no los ascensos, no las evaluaciones o la relativizable "calidad". Ninguna de esas cosas que, en su supuesta naturaleza neoliberal, se atacan desde una postura pseudocrítica e igualmente neoliberal. En este país estamos atragantados de un neoliberalismo de closet que gobierna hasta en la vida del más recalcitrante de los comunistas o anarquistas. Es desopilante.

Mi motivación son las personas a las que entrego mi trabajo. Mi satisfacción son las personas a las que entrego mi trabajo. No necesito que eso sea legitimado ni dignificado por una política de Estado, o recompensado económicamente, porque es legitimado y dignificado por esas mismas personas y por mi propia actitud hacia mi ejercicio profesional. Es lo que escogí. La plata, bienvenida sea. Gano lo suficiente para satisfacer mis necesidades y darme un gusto de vez en cuando.

No es ser acrítico. Es simplemente hacerme cargo de mis decisiones de vida y tener certeza sobre quien soy y hacia donde me quiero proyectar como individuo. No es ser individualista, porque en mi norte está la entrega hacia el otro. En mi visión de las cosas, es lo mínimo que necesito como persona para tener la moral de pararme frente a un curso. Hasta ahora, la mayoría de mis alumnos me hace sentir como alguien creíble. A veces lo manifiestan abiertamente, porque algo de esa verticalidad impuesta por el modelo vigente se diluye cuando se descubre que al final sólo es una persona frente a otra persona.

¿Paralización? Legítima. Probablemente inútil. Es cierto, hay que pelear por los aspectos prácticos. Ojalá se llegue a algo mejor. Pero en todo esto gobierna una profunda frustración que está arraigada en el corazón, cerebro y estómago profesorado. Se siente. Y si educo desde la frustración, si la antepongo a los individuos con los que comparto una responsabilidad en su construcción como sujetos sin tener la entereza moral para separar las aguas, entonces no hay proyecto de ley que pueda dignificar a los profesores, ni rescatar la calidad de la educación en este país.
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Daniel Del Pino | 2015-06-06 | 11:13
3
Puede que les parezca ridículo, pero creo que los profesores deberían dar el mismo simse que los alumnos, para ver si realmente sabe y esta al día en lo que debería estar enseñando. De ahí podrían sacarse interesantes conclusiones. Eso junto a una encuesta a los alumnos sobre el desempeño del profesor creo que sería un excelente control de calidad.
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Alexandra Gallardo | 2015-06-06 | 11:53
1
Eso de la encuesta quizás no sea lo mejor. He visto en la universidad como los alumnos califican mal a un profesor porque no les simpatiza o por algún conflicto que no tiene nada que ver con su trabajo sino con asuntos personales. Obviamente todo esto parte desde la casa, donde no se les enseña a los niños a ver las cosas objetivamente.
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Javier Arancibia | 2015-06-08 | 07:39
1
Encuestas a los alumnos? Pero si los alumnos no pueden saber si un profesor enseña mal o tiene el conocimiento necesario de las materias que enseña.
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Daniel Del Pino | 2015-06-26 | 18:24
0
Es cierto que algún alumno puede evaluar mal a un profe sólo por que "le tenga mala", pero eso no hará la diferencia. Si gran parte del curso evalúa bien al profesor quiere decir que está bien y el caso del que lo evaluó mal es despreciable. En cambio si la mayoría lo evalúa mal no podríamos decir que sea porque les tiene mala, claramente algo anda mal con ese profesor. Y claro que el alumno no puede saber si el profesor hace bien su trabajo pero para eso es el simse, si el alumno sabe lo que debería saber se ha cumplido el objetivo y el profesor está haciendo bien su trabajo.
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Marco Canepa | Editor | 2015-06-08 | 17:50
0
A mí una de las cosas que más sentido me han hecho en materia docente, es la noción de que el director de cada colegio es la persona mejor ubicada para evaluar a sus profesores, mucho mejor que cualquier test estandarizado aplicado por el gobierno. Es el director (un director profesional y experimentado, elegido por concurso público) el que debería tener más poder para manejar presupuestos, sumar o restar profesores, ascenderlos en su carrera funcionaria, etc.

Esto no es ninguna novedad, en toda las otras profesiones es así: es el jefe el que evalúa a los empleados, no una entidad externa.
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