* Recuerden que para estas elecciones, los parlamentarios no serán más escogidos según el binominal, sino que regirá un nuevo sistema. Les dejamos esta nota que escribimos hace un tiempo que explica cómo serán las nuevas reglas del juego.
El proyecto de ley que busca modificar el sistema electoral fue aprobado por la Cámara Alta y pasó a tercer trámite legislativo, lo que implica que la Cámara de Diputados tendrá ahora que aprobar o no los cambios introducidos por el Senado el próximo martes. De ser así, para las elecciones del 2017, estaríamos votando con las nuevas reglas del sistema electoral.
Por considerar que el sistema binominal es excluyente hacia los partidos minoritarios y candidatos independientes, y porque tiende a generar un empate forzado entre las dos principales coaliciones, anulando la voluntad de los electores; es que se generó la reforma, que busca eliminar el doblaje y el arrastre de candidatos con escaño asegurado gracias al porcentaje de votación de sus listas, buscar más representatividad para los electores por regiones y hacer un sistema más proporcional dentro del Congreso. Pero, ¿en qué se traduce cada uno de estos puntos y qué modificaciones se necesitan para lograrlos?
La reforma no es menor, teniendo en cuenta el tremendo poder que tiene el Congreso, ya que son ellos (senadores y diputados), quienes aprueban o rechazan los proyectos de ley que buscan cambiar las distintas realidades en nuestro país, como por ejemplo, el divorcio, el acuerdo de vida en pareja o el aborto terapéutico.
El sistema binominal fue diseñado por Jaime Guzmán a fines de la dictadura de Pinochet en 1989, para las elecciones parlamentarias y se basa en una distribución de escaños tipo D´Hont (ya explicaremos más adelante qué es eso) con áreas electorales donde siempre se eligen 2 personas por zona y aplica sólo en elecciones parlamentarias, es decir en la elección de diputados y senadores.
Así funciona: Los candidatos se agrupan en listas (por ejemplo, "Alianza", "Nueva Mayoría", "Independientes", etc.) para competir en diferentes zonas electorales que se llaman "circunscripciones" para las senaturias y "distritos" para las diputaciones. Por cada zona se eligen dos candidatos.
El sistema establece que se elige el candidato más votado de cada una de las dos listas más votadas.
Lo importante es que la suma de los candidatos de la lista importa más que la votación de cada uno de ellos, que es la base del sistema D´Hont que también será la base del nuevo sistema. Así, puede pasar que un candidato, pese a tener más votación que otro de la lista contraria, no logra elegirse. Incluso puede pasar que el candidato más votado no se elija, si su lista obtuvo en total menos votos que otras dos.
Cuando la lista más votada logra duplicar la votación de la segunda mayoría, ocurre lo que se llama un "doblaje". Cuando eso ocurre,se eligen los dos candidatos de la lista ganadora.
Nuevamente, esto parece lógico si los dos candidatos de la lista ganadora tuvieron una alta votación, pero a veces ocurre que un candidato tiene una votación tan buena, que "arrastra" a un compañero de lista, aunque este haya tenido una votación más baja que sus contrincantes.
Lee aquí el artículo completo sobre el sistema binominal.
A partir de la reforma, las elecciones de parlamentarios desde el 2017 también van funcionar bajo el método D'Hondt, pero aumentando el número de candidatos electos por área electoral, lo que permite mejorar la proporcionalidad del sistema; tal cual como sucede actualmente en la elección de concejales y consejeros regionales.
La idea es que, en lugar de forzar un empate entre dos grandes bloques, cada fuerza política vea reflejada proporcionalmente su fuerza en el Congreso. Para lograr esto, este proyecto optó por aumentar el número de representantes que se elijen por cada zona, aumentar el número total de congresistas (cosa que la opinión pública pareciera rechazar) y fundir zonas electorales, para que cada zona pueda elegir un número importante de representantes, que dé cuenta de todas (o casi todas) las fuerzas políticas. Alternativa que si bien puede ayudar a la proporcionalidad, dificulta el contacto de los candidatos con sus electores -zonas más grandes implica campañas más difíciles y caras- y por lo tanto le entrega más poder a los partidos, a los grandes centros urbanos y menos a las zonas pequeñas.
Los puntos que se modifican en la reforma electoral son los siguientes:
Sistema más proporcional:
El nuevo sistema, además de dejar varios cupos impares en circunscripciones y distritos, lo que es una forma de evitar los empates de representación, fija un criterio de proporcionalidad en el que el escaño asegurado se asigna en base a la proporción de votos obtenidos en las elecciones. Aquí es donde se aplica el método D'Hondt. ¿Cómo opera?
Una vez conocidos los resultados de la elección, se suman los votos de todos los candidatos de cada lista. Luego, el número obtenido en cada lista se va dividiendo primero por 1, luego por 2 y así hasta el número total de candidatos a elegir en la zona. Por ejemplo, si se van a elegir 5 diputados, hay que dividir el número total de votos obtenidos hasta 5. Esto hay que realizarlo en cada una de las listas presentadas.
Luego, se ordenan los números obtenidos de las divisiones de mayor a menor, y en base a ellos se designan los ganadores, completando el número de escaños disponibles, es decir, siguiendo el ejercicio anterior, se debiesen tomar los 5 candidatos que tras la división hayan quedado con mayoría de votos.
El Mercurio hizo un gráfico explicativo del sistema:
Fuente: El Mercurio
Finalmente, el número de votos obtenidos por cada lista se divide por la "cifra repartidora", que es el número correspondiente al último candidato elegido con el sistema de divisiones que explicamos más arriba. El resultado que arroja, es la cantidad de cupos que le corresponde a cada una de las listas, donde ocuparán el puesto los candidatos más votados.
Rediseño del mapa electoral:
Para las elecciones de la Cámara de Diputados, se fusionaron muchos de los 60 distritos electorales, reduciéndolos a un total de 28, pero de mayor tamaño que los actuales, ya que cada uno incluirá más comunas. De este modo, cada distrito elegirá entre 3 y 8 representantes. La mayoría de las regiones quedaron con uno y dos distritos, salvo la Metropolitana, que tendrá siete y elegirá en total a 47 diputados. Casi un tercio de ellos.
Esto determina un criterio demográfico para esta cámara. Es decir, la representación en la cámara de diputados intenta asemejarse proporcionalmente al número de votantes que hay en cada región, de modo que el voto de cada habitante pese lo mismo.
En cuanto al Senado, también se fusionaron circunscripciones, pasando de 19 a 15, dejando a cada región con sólo una circunscripción, en las que se elegirá a más representantes en la mayoría de los casos. En total, el mínimo de senadores que elegirá cada región serán dos y el máximo, cinco. Aquí se da un criterio territorial, donde cada región tiene un peso relativamente parejo.
Se buscó intencionalmente que en la mayoría de los distritos y circunscripciones, se eligiera un número impar de candidatos, de modo de evitar empates que pudieran asemejarse a lo que ocurría con el sistema binominal. Aún así, quedarán cinco regiones que se escogerán dos senadores.
Fuente: El Mercurio
Aumenta el número de parlamentarios:
En total, la reforma aumenta el número de senadores de 38 a 50 y de diputados de 120 a 155, aumento que se ha explicado como una medida "necesaria" para dar cuenta de las diferencias tendencias políticas, pero existen múltiples mecanismos, utilizados por otras naciones ,para lograr lo mismo sin necesidad de aumentar el número de parlamentarios, por lo que el proyecto se ha ganado un par de críticas por este punto. La razón que pareciera estar detrás de esta determinación, fue que se quiso dar más espacio a otros sectores, pero asegurando a la vez el cupo de los actuales parlamentarios.
Adicionalmente, se buscó mejorar la representación de algunas regiones y distritos que estaban sub-representados respecto de su número de habitantes, como el caso de la Región Metropolitana, Valparaíso, Biobío y La Araucanía. Por ejemplo, con el nuevo sistema en todas las regiones de Chile se suma un senador más, excepto en la III, XI y XII región, en la que se mantiene el número actual. Y en cuanto a diputados, en la RM aumentan de 32 a 47.
Ley de cuotas:
Con el fin de asegurar un mínimo de participación femenina en el Congreso, la reforma indica que del total de candidaturas declaradas por los partidos políticos, ningún género podrá superar el 60% del total respectivo.
Además, para incentivar que los partidos inscribieran más candidaturas femeninas, por cada candidata electa, las colectividades recibirán un monto de 500 UF y un reembolso de 0.04 UF para las parlamentarias electas.
¿Qué pasa con los independientes?
Como el nuevo sistema sigue considerando el número de votos obtenidos por el pacto para elegir a los ganadores, los independientes continuaban en desventaja, ya que para ser electo debiesen lograr más votos que una lista completa.
Por esta razón se aprobó la norma que permite que los candidatos independientes se asocien con partidos políticos para competir dentro de sus listas, con la única condición de que para postular, deben ser apoyados por un número de personas igual o superior al 0.5% del total de votantes en la circunscripción o distrito en la elección anterior.
Número de candidatos permitidos por lista = N+1
Con la nueva ley se limita el número de candidatos que cada lista puede llevar, estableciendo que un pacto podrá tener hasta un postulante más del número de cargos que se elegirán.
Esto se hizo para bajar un poco la cantidad de candidatos, porque según estudios, a mayor número de candidatos, mayor porción de votos nulos y blancos.
Resultado que de ser efectivo, abriría otro punto débil de esta fórmula elegida para lograr mayor proporcionalidad, ya que tendremos incluso más candidatos que antes, lo que podría afectar negativamente a la ya baja participación electoral del país.
Incentivos para nuevos partidos:
Con la reforma se bajan los requisitos para poder formar un partido político. Actualmente se necesita las firmas del 0,5% de las personas que votaron en la última elección de diputados en cada región donde quiera establecerse el partio. Ahora ese porcentaje se reduce en un 0,25%. Además, para constituirse, ya no será requisito que el partido exista en al menos 8 regiones o en 3 contiguas, sino que puede existir en una sola región.
Esta medida ha sido criticada por la excesiva atomización y proliferación de partidos políticos que podría producir y podría ser revertida en una futura ley de partidos políticos, según declararon varios senadores.