Se dice que si las abejas desaparecieran, al mundo le quedarían pocos años de vida. Este insecto, que está en la tierra desde hace más de 200 millones de años sería el responsable de mantener el equilibrio de gran parte de nuestra biodiversidad. Pero en los últimos años esta criatura se ha vuelto un foco de preocupación, debido a su alta tasa de desaparición: en Estados Unidos se calcula que se pierde el 30% de las abejas cada año, mientras que en Chile, desde hace tres años, el 8%.
Las abejas tienen un papel fundamental en la naturaleza, la mayor parte de la polinización es responsabilidad de ellas. Por ejemplo, sin el trabajo de este insecto, muchas plantas que sirven de alimento al ganado y otros hervíboros tendrían serias dificultades para reproducirse, con los consecuentes estragos para toda la
cadena alimentaria. Así mismo,
tampoco tendríamos gran parte de la ropa que actualmente se produce, ya que el algodón es polinizado por las abejas y gracias a ellas, la floración es suficiente como para poder fabricar nuestras vestimentas.
Los principales factores que afectan a las abejas son la falta de alimentos que obtienen de las flores y arboles, debido a la urbanización y los monocultivos. También los pesticidas e insecticidas utilizados en los cultivos, que las afectan, provocándoles la muerte y la disminución de las colmenas. Otro problema que se da, sobre todo en las áreas urbanas, son los celulares: las ondas de estos desorientan a las abejas, provocando que no puedan volver a sus colmenas.
“Polinicemos Chile”
Plan Bee es una organización sin fines de lucro que está preocupada por el futuro de las abejas y, obviamente, de nuestro propio futuro. Actualmente están realizando la campaña
“Polinicemos Chile”, que busca promover e incentivar la plantación de flores en cada hogar para ayudar a estos insectos. Esta iniciativa, al mismo tiempo,
pretende ayudar a los abejorros y mariposas que también realizan un trabajo importante de polinización.
La ONG recomienda a cada región del país las flores y plantas que pueden plantar y que son atractivas para las abejas (ver recuadro), sin embargo, hay varias que son aptas para todo el país. Por ejemplo la albahaca, el romero, sandías, menta o lavanda son buenas opciones. Junto a estas plantas, hay que mantener un recipiente de agua dulce para que las abejas puedan hidratarse en su camino. La idea es que cada uno, en su hogar, plante flores que ayuden a los insectos.
Esta no es el única obra de Plan Bee, de hecho ya llevan algún tiempo trabajando en el tema de las abejas con diferentes propuestas. La ONG nació el año 2011, luego de que un grupo de profesionales dedicados a la apicultura se percatara de la frágil situación en que se encontraban las abejas, lo que confirmarían con diferentes expertos en el tema.
Es por esto que no solo se dedican a crear conciencia entre los chilenos respecto al tema, sino que buscan estudiar los factores que no permiten la proliferación de las abejas en nuestro país. También quieren determinar las principales causas de muerte del insecto con el fin de poder atacar el problema eficazmente.
Las flores que se deben plantar según las zonas del país:
Zona norte: Limón, lavanda, mango, romero, olivo, menta, tomate, albahaca, orégano, romero, sandía, melón, manzanilla, olivo, palto, mora.
Zona centro: Mora, lavanda, menta, romero, manzanilla, tomate, limón, paltó, albahaca, orégano, frutilla, olivo, almendro, rosa.
Zona sur: Mora rosa poleo mosqueta, lavanda, romero, frutilla caléndula, manzanilla, murta, maqui, membrillo, arándano, albahaca rododendro.
El santuario de abejas
En Los Molles, Plan Bee ha creado un verdadero paraíso para las abejas. En un área de 3.400 hectáreas se han instalado más de 300 colmenas. Es un santuario ya que el área se encuentra libre de pesticidas, una de las principales causas de muerte de las abejas. Además, el agua no está contaminada y es un sector libre de señales de celulares. La idea es que estas abejas se reproduzcan naturalmente y sin la intervención humana, cumpliendo así su ciclo natural. Se espera llegar a la existencia de 2.000 colmenas en esta zona.
Esta misma reserva se quiere replicar en otras partes del país. Ya el año pasado se estuvo estudiando la posibilidad de instalarla en Pucón, sin embargo, también existe la posibilidad de que sea en Linares o Los Lagos, pero aún no hay nada definitivo.
El pesticida que no mata abejas
Frente al daño que provocan los pesticidas en las abejas, la Agencia Francesa de Investigación de Alimentos y Medio Ambiente desarrolló un interesante producto. Se trata de un pesticida que es altamente tóxico para ciertas plagas, pero que es completamente inofensivo para las abejas. Lo curioso es que está hecho en base a la toxina de una araña australiana llamada embudo, una de las más venenosas del mundo. Además este pesticida utiliza una planta, la galanthus o campanilla de invierno.
Se espera que el pesticida se empiece a utilizar pronto en la Unión Europea, como forma de combatir la baja en la cantidad de colmenas de abejas. Sin embargo, hay que ser cautelosos, ya que si bien puede ser ofensivo para las abejas, podría terminar siendo dañino para otros organismos.