Desde el neolítico que los ríos se utilizaban como vía de transporte. Era la forma más rápida de hacerlo cuando los medios terrestres eran básicos. Hoy sigue siendo un importante canal de comunicación y ha tomado fuerza. Nuevas tecnologías se están integrando alrededor del mundo para reimpulsar la navegación fluvial.
Es el caso de Valdivia, ciudad que ha destacado por el gran provecho que ha sacado al río que atraviesa la ciudad. "El nacimiento de la ciudad de Valdivia está indisolublemente unido a los ríos y estuarios que se comunican con el mar, constituyéndose el borde de río en un espacio histórico de intercambio social, económico y cultural" -afirma el sitio web de Visión Valdivia.
Visión Valdivia, A.G. es la instancia de coordinación entre sectores privado, público, académico y científico de Valdivia, surgida en 2010. Ellos definieron como finalidad hacer de la región de Valdivia la Capital Náutica del Pacífico Sur y para lograr eso tomaron medidas concretas. Acá presentamos una de las tantas iniciativas: el Transporte Fluvial Sustentable (TFS).
Se trata de embarcaciones que funcionan en un 100 % con energía solar. Tienen motores eléctricos que se cargan de esta forma y una capacidad de hasta 26 pasajeros. Son Solar I, II y III y Seabus I y II. Sus fáciles accesos permiten el transporte de sillas de ruedas y bicicletas. Además no contaminan, no hacen ruido y, gracias a su diseño, producen menos oleaje que botes normales. El método es la energía solar fotovoltaica, la cual transforma los rayos del sol directamente en electricidad, a través de placas fotovoltaicas instaladas en sus techos. Estos botes poseen un banco de baterías selladas que permiten navegar autónomamente por 10 horas, energía que es recuperada después por los paneles.
Las rutas actuales son la Ruta Cruce del Rio ($500), la Ruta de Puente a Puente ($2000) y la Ruta Turística ($6900). Esta última es organizada por la Cervecería Kunstmann y opera independiente de TFS pero utiliza un "Solar". Por el momento los recorridos son pocos porque se deben construir los muelles públicos, que serían los "paraderos" para que este sistema de transporte ofrezca conexiones más cómodas dentro de la zona urbana de la ciudad. A futuro, se pretenden ampliar. Por ejemplo, la "Ruta Universitaria", que transportaría a muchas personas a las cuatro universidades que tienen borde de río en Valdivia.
El corazón tecnológico del proyecto es el "Barrio Flotante", una estación central de embarque, terminal y recarga eventual del Transporte Fluvial Sustentable. Consiste en una serie de módulos, emplazados en astilleros Alwoplast S.A. Éste barrio también funciona en un 100 % con energía solar. Incluye plataformas de acceso, oficinas, una cafetería, terrazas exteriores y servicios higiénicos con un sistema de tratamiento de aguas residuales para no contaminar.
“Nuestra ciudad está empezando a dar un giro real para fortalecer la integración con el río. Hoy se están materializando una serie de proyectos e iniciativas, públicas y privadas que así lo indican, y que son síntoma de que vamos en el camino correcto”, comentó Omar Sabat, alcalde de Valdivia.
Esta innovación de las lanchas solares es la punta del iceberg. Entre la lista de iniciativas está la elaboración de un Master Plan Fluvial, una Legislación Fluvial y Concesiones Marítimas, la creación de un Parque Náutico Deportivo Recreacional, la construcción de un Multi-Puerto Internacional. También se pretende crear el Museo del Agua, ya que Chile tiene la tercera reserva de agua dulce más grande a del mundo en estado sólido y la más grande de Sudamérica. La idea de este museo es dar a conocer datos científicos al público no especializado, mostrando las propiedades, capacidad e importancia global de este vital recurso. Además se proyecta la construcción de un Puerto Deportivo Internacional para embarcaciones privadas de uso turístico, recreacional e investigación que circunnavegan el pacífico sur. Todo esto, integrando una estrategia amable con el eco-sistema.
Esperamos que esta iniciativa sea un ejemplo para muchas ciudades. Se pueden realizar buenos proyectos urbanos con participación de la comunidad, que sean favorables para todos, apuntando siempre a una equilibrada relación entre persona, construcción y naturaleza.