Dar los primeros pasos en el mundo laboral no es fácil. Las empresas buscan trabajadores capacitados y experimentados, con currículos que les den garantía de que contratan a la persona idónea. Eso pone cuesta arriba las cosas a los jóvenes que se inician en el mercado laboral: no encuentran trabajo porque no tienen experiencia y no adquieren experiencia porque no les dan trabajo.
La forma que han encontrado las empresas -y aceptado a regañadientes los empleados- para romper ese círculo, es pagándoles sueldos bajos a los jóvenes inexpertos, para compensar el riesgo y el costo de entrenarlos. Eso les permite a ellos obtener trabajo, pero no remuneraciones dignas.
¿Cómo incentivar la contratación de jóvenes, pero a la vez mejorar su sueldos?
Como un impulso a los principiantes más jóvenes, el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) entrega desde el 2010 el Subsidio Empleo Joven.
Se trata de una ayuda para mejorar los sueldos de trabajadores entre 18 y 24 años que pertenecen al 40% más vulnerable de la población de nuestro país.
El año 2013 sólo 255 mil jóvenes hicieron uso del beneficio, de los alrededor de 715 mil que podrían haber accedido a él. Es decir, casi dos tercios de los potenciales beneficiados no lo aprovecharon.
Acá les contamos más detalles sobre qué ofrece este subsidio, por qué también beneficia a los empleadores y los requisitos para recibirlo.
La manera más rápida de saber si se califica para este beneficio es consultar en este link. Los requisitos para obtener el subsidio son los siguientes:
- Ser trabajador regido por el Código del Trabajo.
- Tener entre 18 y 24 años.
- Integrar un grupo familiar perteneciente al 40% más pobre de la población del país, que equivale a tener un puntaje igual o inferior a 11.734 puntos en la Ficha de Protección Social.
- Percibir (trabajadores dependientes) o acreditar (independientes) rentas brutas anuales inferiores a $4.810.042 (unos $400 mil brutos mensuales).
Los trabajadores independientes deberán además:
- Acreditar rentas de las señaladas en el N°2 del artículo 42 de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
- Encontrarse al día en el pago de sus cotizaciones obligatorias de pensiones y de salud.
El beneficio no es válido para trabajadores de Ministerios, Intendencias, Gobernaciones, Contraloría General de la República, Banco Central, Fuerzas Armadas, Fuerza de Orden y Seguridad Pública, Municipalidades, las Empresas Públicas creadas por ley y los órganos y servicios públicos creados para el cumplimiento de la función administrativa o de las entidades en que el Estado o sus instituciones tengan aportes o representación igual o superior al 50%.
El monto del subsidio se calcula en forma anual y depende de las rentas de los trabajadores, pudiendo alcanzar el 20% de la renta bruta.
De estos montos de subsidio, dos tercios se entregan al trabajador y un tercio al empleador.
El beneficio se reparte mensualmente y en un plano general, se calcula de la siguiente manera:
Para explicar esto último: Toma tu sueldo bruto anual y réstale $2.672.246. Ahora calcula el 20% de ese número ¿Listo? Ahora toma ese resultado y réstaselo a $427.559. Ese es el subsidio anual que recibirás.
El efecto de esto, es que mientras más te acerques a ganar $4.810.042 anuales (es decir, unos $400 mil brutos mensuales), el subsidio se irá aproximando a cero.
El objetivo es fomentar la empleabilidad juvenil. Entregar parte de este subsidio a las empresas hace que disminuya el costo y riesgo de contratar trabajadores inexpertos y entrentarlos para el trabajo. De este modo, se espera que estén más dispuestas a contratar jóvenes, sobre todo las pequeñas y medianas empresas.
Si quieres conocer más detalles sobre los beneficios para los trabajadores puedes entrar aquí y si quieres información para empleadores entra aquí.