Bottom App, Nicolás Monge, innovación social, soluciones, comunidad, barrio

Bottom App: Nadie es mejor que todos juntos

Una web y app para localizar necesidades comunitarias y así buscar soluciones en conjunto con vecinos e instituciones. Su objetivo es empoderar a las comunidades con información e involucrarlas en el proceso de mejoramiento de su entorno.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2013-12-30 | 17:30
Tags | Bottom App, Nicolás Monge, innovación social, soluciones, comunidad, barrio

¿Qué pasa en tu barrio? Esa es la pregunta que nos hace Bottom App. ¿Hay poca seguridad? ¿Falta iluminación en tu calle? ¿Necesitas clases de inglés? Muchas necesidades nos pueden salir al camino, pero no siempre sabemos cómo enfrentarlas. 

Dos amigos, Nicolás Monge y Pablo Roselló, crearon un sistema para hacer que las personas sean protagonistas de sus propias soluciones, clave para lograr reducir el índice de desigualdad que se ha mantenido por años en Chile. El proyecto tomó un rumbo con dos áreas de colaboración. Por un lado una aplicación, donde las personas pueden marcar en el mapa sus necesidades comunitarias, detectar las similares, contactarse entre vecinos y próximamente recibir respuestas de municipios u organizaciones. 

Por otro lado mesas de trabajo con las comunidades para diagnosticar las necesidades y buscar soluciones concretas. Hablamos con Nicolás para que nos contara más detalles sobre esta innovadora forma de lograr la participación ciudadana.

Tecnología al servicio de la comunidad

Como web, aplicación para Facebook y futura aplicación móvil, Bottom App busca ser una red de comunicación entre sus usuarios (personas o instituciones), donde se puedan expresar ideas, problemas y necesidades comunitarias a través de un mapa. 

Funciona creando puntos en el mapa con comentarios de 140 caracteres en categorías variadas como educación, medioambiente, empleo, entre otras. Ante un problema, por ejemplo, un usuario podrá ver si otras personas han detectado lo mismo a su alrededor y contactarlas para crear un proyecto que se dirija a diferentes organismos sociales que puedan colaborar.

Por ejemplo, falta iluminación en tu calle y marcas ese problema en el mapa. Con eso das a conocer la problemática, a la vez puedes observar si hay alguna en común y contactarte con esas personas para organizarse y a la vez sirve como fuente de información para las instituciones que están encargadas de solucionar el problema. En este caso sería un municipio. Nicolás nos explica que están trabajando para crear convenios con éstos para que puedan responder directamente a las personas que han ingresado una necesidad en el mapa.

Además, como las personas indican distintos temas que buscan resolver, Bottom App se convierte en un centro de información para quienes quieren hacer proyectos sociales que estén realmente conectados con lo que las personas requieren. Tanto para emprendedores sociales como para grandes fundaciones. América Solidaria, Desafío Levantemos Chile y Fundación para la Superación de la Pobreza están en conversaciones para generar un vínculo.

Con esto Bottom App busca unir a los actores en torno a soluciones efectivas y participativas, para empoderar a la población. La tecnología web y móvil ayuda a visibilizar los problemas, necesidades y soluciones de los diferentes grupos en un territorio específico. 

Un enfoque nuevo

Aunque la idea inicial  siempre se centró en la App, el proyectó se amplió a otros horizontes. Nicolás nos explica que como las problemáticas sociales no se pueden resolver a través de la web, se formó una consultoría para trabajar con las comunidades cara a cara.  ¿Qué es lo que hacen? Crean mesas de trabajo con las personas y hacen visibles los problemas usando la tecnología de georreferencia. En ese encuentro, quieren generar relaciones entre la comunidad, empatía y motivar la participación. Pero eso es más difícil de lo que uno cree.

Aunque las redes sociales nos hacen creer que hoy existe mayor compromiso ciudadano, para Monge en realidad es sólo una forma más visible de lo mismo que existía antes. Además nos comenta que la mayoría de las personas cree que participar es solamente alegar o manifestarse por un desacuerdo, pero pocos participan realmente comprometiéndose con un proyecto, propuesta y búsqueda de soluciones concretas.

Mostrar ejemplos concretos que confirman la efectividad  

Por el momento han trabajado en lugares como Peñalolén, Curicó, barrio Lastarria, Pudahuel Norte y Sur. Lo que buscan es probar la efectividad que tiene el desarrollo social sustentable e invitar a otras personas a participar mostrándoles cómo se han logrado solucionar problemas concretos.

"Estamos destacando a los innovadores sociales en las comunidades que están haciendo cosas creativas y que son aplicables al resto del país (…) El gran desafío es partir con pequeños casos de éxito para empezar a hacer ruido. Para mostrarle a la gente que sí se puede y así se vayan sumando más", comenta Nicolás. Hasta el momento la mayoría de las intervenciones han sido diagnósticos o se encuentran en proceso. 

No más asistencialismo: Bienvenida innovación social

Chile es un país ejemplar en su superación de la pobreza. Desde fines de los 80's, ha pasado de un 40% a un 15%. Pero aún así la desigualdad se ha mantenido con un coeficiente de Gini de 0.5: "Eso demuestra que somos un país asistencialista", asegura Monge. Para él, el problema tiene que ver con cómo se ha entendido la ayuda social en nuestro país. 

Sin desmerecer todos los esfuerzos, muchas instituciones y fundaciones han colaborado mucho en necesidades urgentes de la población, pero no han logrado empoderar a las mismas personas involucradas. Y ahí debe estar el cambio. "Nosotros les decimos a las empresas que dejen de ser filántropas y muevan a la gente misma, para que los proyectos sean sustentables. Es la base de la innovación social".  Lo mejor, recomienda, es invertir en proyectos donde las mismas comunidades lideren y que se mantengan en el tiempo.

"Tenemos un modelo muy flexible donde no vemos de arriba hacia abajo, también tratamos de aprender de lo que escuchamos de ellos y adaptarnos a lo que ha pasado en el territorio". Este es el esfuerzo que hace Bottom App y por eso su nombre es un juego de palabras con el concepto en inglés "Bottom-up", de abajo hacia arriba, donde son las mismas personas quienes plantean sus necesidades y buscan en conjunto con las instituciones una posible solución. De eso se trata el desarrollo sustentable.

Bottom App hace de nexo entre la comunidad y de articuladores entre entidades para lograr ese empoderamiento. Y en lo que a necesidades sociales más urgentes se refiere, Monge destaca que las personas "tienen potencialidades para salir de eso. La pobreza es una crisis y la gente en las crisis se las ingenia". Aún así es importante tener en cuenta que esta aplicación es para todo tipo de necesidades y cualquier persona puede manifestar la suya si es algo que afecta a la comunidad. 

¿Alguna necesidad comunitaria donde vives? Márcala aquí y observa si más personas buscan resolver lo mismo.

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Comentarios
Jorge Guillermo Uberuaga | 2013-12-30 | 22:28
4
Me quedo con la idea que participar es integrarse a un proyecto... no solo de candy crush se vive jaja
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