¿Qué queremos para nuestras vidas? ¿Cómo las soñamos? Mucho tiene que ver con nuestro trabajo, los proyectos que realizamos y el impacto que queremos generar en la sociedad. 

Un experto en desarrollo personal y organizacional aterrizó en Aconcagua Summit. Ken O'Donnell dirigió el encuentro "El futuro que queremos, alineando conciencia y acción", donde se reflexionó sobre cómo nos proyectamos y la importancia de mirarnos primero a nosotros mismos, para dar pasos importantes en lo que queremos lograr. 

O'Donnell  es un orador y consultor australiano, autor de 15 libros de liderazgo y desarrollo personal y organizacional. Ha trabajado y dirigido capacitaciones para algunas de las empresas más grandes de los cinco continentes, además de instituciones municipales y estatales de muchos países de Latinoamérica. Su enfoque es cuestionar las suposiciones comunes en los negocios y los contextos de desarrollo personal, especialmente en situaciones complejas, acercándose a los retos comunes desde una perspectiva más humana.

En este encuentro se hablaron sobre diversos temas y en El Definido seleccionamos cinco que consideramos le gustarían a nuestros lectores:

1. Visión sin ejecución es alucinación: Cuando se quiere lograr un proyecto y hacer un cambio, no basta sólo con tener ideas. Según O'Donnell, hay dos elementos fundamentales que deben acompañarlas. En primer lugar la intencionalidad, que es la que mueve a la acción y empuja durante todo el proceso a pesar de las dificultades. También el sentido de propósito, que es lo que abre caminos e interfiere con las posibilidades que aparecen a medida que se avanza. Cuando una idea está acompañada de ambos, se hace concreta y está lista para la acción.

2. No organizamos las cosas: ¿Por qué seguimos pensando que todo depende de nosotros? Por mucho que un proyecto entero sea de nuestra responsabilidad o que una idea originada y dirigida por nosotros se esté haciendo realidad, no somos quienes organizamos directamente las cosas. 

Pensemos en algún caso. Queremos prepararle un cumpleaños a nuestro hijo que sea sorprendente. Aunque la idea haya sido 100% tuya, la ejecución de las cosas siempre va a tener mediadores. Y no solamente va a depender de ellos, sino de el día en que se hará y de la disposición de tu hijo y sus amigos invitados, entre otras cosas. Por eso cuando pensamos en el éxito de un proyecto, tenemos que liberarnos de la noción de que todo está en nuestras manos, porque solamente influenciamos en cómo se organizan. 

Eso nos ayudará a no sobredimensionar lo que llevamos a cabo, aprender a confiar en los demás y saber caer cuando no todo salga según lo esperado.

3. Cuatro verbos en su orden respectivo: Muchas veces no sabemos por qué estamos perdidos, cansados de la vida, estresados constantemente. Puede ser que tenga que ver con el desorden de prioridades de los verbos en nuestra vida, ¿Qué significa esto? Primero hay que ser. Luego estar. Después hacer y por último tener. 

Defender en primer lugar nuestros pensamientos, personalidad, sueños y plantearnos como individuos ante los desafíos de la vida. Después de eso debemos hacer conciencia de dónde estamos, en qué lugar, con quienes, por qué razón, para saber bien cómo desenvolvernos. Luego actuar a partir de eso, con convicciones y objetivos claros. Por último conseguir, tener, poseer, que es el resultado de un esfuerzo bien hecho y con intencionalidad clara. No tener por tener, sino porque se logró con hacer, a partir del estar y es un aporte al ser. 

4. ¡No digas que es difícil!: Comenzar un desafío así es auto-sepultarse. ¿No influyen nuestra manera de ver las cosas en cómo las enfrentamos? "Si decimos que algo es difícil, estamos definiéndonos como incapaces ante esa tarea", explica O'Donnell. Y ya sabemos, estar mentalizados para lograr un reto es clave. Por eso hay que dejar de lado la idea de que algo que se viene nos va a costar o será cuesta arriba. ¿Cómo puede uno adivinarlo?

5. A mayor contexto, mejores decisiones: Ken comenzó con un ejercicio y nos mostró una imagen. Era la cresta de un gallo. Luego la imagen se alejó y vimos al ave completa. Pero en realidad eso no era todo, el ave estaba en una granja, que a su vez era un ilustración de una revista que leía un niño. Y ese niño estaba en una piscina de un crucero, una imagen que en realidad pertenecía a una publicidad de viajes pegada en un bus… Y así seguía. ¿Cómo influye el contexto para tomar buenas decisiones? Es importante alejar el foco, salir del espacio reducido en el que se piensan las cosas y dar una vuelta por alrededor para entender dentro de qué se enmarca la idea que estamos pensando o en el proyecto que ideamos.