Diez millones de dólares en donaciones recolectó Pebble E-Paper Watch en tan solo 37 días. Todo ese dinero tenía como objetivo financiar el proyecto de crear un reloj de pulsera que posibilitara la descarga de aplicaciones. La idea era que quienes lo tuvieran pudieran bajar cronómetros, distintos diseños para visualizar la hora o alarmas, entre algunas utilidades. Los recursos los obtuvieron a través de Kickstarter, la mayor plataforma de crowdfunding en el mundo.

El término crowdfunding significa precisamente financiamiento en masa. Es utilizado para referirse a las distintas plataformas que se ofrecen como una alternativa de financiamiento para cualquier clase de proyecto, ideas o actividades. Gracias a estas redes, los emprendedores pueden dar a conocer sus iniciativas y recibir donaciones de cualquier persona, esto con el fin de obtener recursos para llevarlas a cabo.

De acuerdo a datos de la consultora Massolution, existen alrededor de 450 plataformas del tipo crowdfunding en el mundo y solo en el año 2012 movieron 2700 millones de dólares. La mayoría de los proyectos que se promueven están ligados a iniciativas sociales, emprendimientos, tecnología y actividades culturales. 

En Estados Unidos, la web Kickstarter partió el año 2008 y hasta el 2012 habían obtenido cerca de 230 millones de dólares para los diferentes proyectos que mostraban. Aquí cualquiera puede publicar un proyecto que necesite financiamiento, previa aprobación del sitio. Es tanto el éxito de algunas iniciativas que hay un ranking de las 50 ideas que más han recaudado fondos. 

Los kickstarter chilenos 

Idea.me nació en Chile y Argentina y después se expandió a Latinoamerica. Busca el financiamiento para cualquier tipo de proyecto que lo requiera. Hay dos formas de obtener los aportes, el primero se llama “Todo o nada”, en donde se publica una suma necesaria para llevar a cabo la idea, si se logra la meta el dinero va para los creadores, en caso contrario se devuelve a los contribuyentes. El segundo es “Todo suma”, aquí quienes requieran fondos deben realizar un plan de acción en donde se explique, de forma exhaustiva, en que gastarán el 10% de los aportes, el 25%, el 50% y el 75%. La idea es que toda la plata sirve para algo y el proyecto seguirá funcionando pese a que no se llegue a la meta.

La plataforma 101Monkeys, que se lanzará en noviembre próximo, es una crowdfunding social para el mejoramiento de la calidad de la educación en las escuelas rurales del país. La iniciativa está basada en la teoría del centésimo mono (de ahí el nombre), la cual señala que cuando un grupo amplio de individuos logra tomar consciencia sobre un comportamiento, este se masifica de forma exponencial, generando grandes cambios sociales. El objetivo es que las escuelas presenten proyectos con necesidades para la educación de los niños, así la gente pueda aportar directamente. Quienes donen podrán acceder a descuentos o regalos de las marcas que auspician la iniciativa.

“El modelo nace de la unión de una plataforma de financiamiento colectivo que estábamos trabajando desde hace un tiempo llamada Inittia, junto a la necesidad de poder apoyar a las escuelas rurales a sustentar sus sueños de manera independiente al estado y de la necesidad de las marcas de generar acciones concretas y que generen gran impacto social”, cuenta Fernanda Vicente, fundadora de 101Monkeys.

Broota, es una plataforma que está enfocada en lograr financiamiento para las Startups a través de inversiones. Cada aporte de dinero se traduce en acciones y convierte a los donantes en micro inversionistas. Gracias a esto, se financian los proyectos y los que colaboren pueden incluso obtener retornos de ellos. Cerveza Guayacán, producida en el Valle del Elqui, logró reunir 68 millones de pesos a través de 48 inversionistas.

En una línea diferente, pero siempre siguiendo el modelo de crowdfunding, aparece Cumplo. Se trata de una plataforma que conecta a personas que quieran invertir con otras que requieran un préstamo. El objetivo es que la gente pueda endeudarse a tasas justas y los inversores tengan retornos atractivos. La plataforma además ofrece asesoramiento para asistir a los clientes en todo el proceso de crédito. Con esto se quiere crear un sistema crediticio de persona a persona.

SueltenLasLucas promueve y busca el financiamiento  de proyectos culturales. “Siempre quise hacer un aporte a Chile en el área de cultura y sobre todo apelar al bien común y la confianza de la gente”, cuenta Cristian Ramos, director ejecutivo.

El sitio partió en julio de este año y no tiene fines de lucro. Los donantes pueden elegir no obtener nada a cambio o bien recibir ciertos incentivos de los creadores de los proyectos, como merchandising o invitaciones para ver lo realizado con los aportes. Por ahora solo han promocionado un documental llamado “Nua Rapa Nui”, que logró la meta de reunir cinco millones y medio de pesos.

¿Qué caracteriza las peticiones de fondos exitosas?

Si bien, todo el sistema de crowdfunding puede parecer bastante simple, no es solo subir a la web un proyecto y esperar sentado mientras te llueve la plata. Tener una excelente idea tampoco asegura que mucha gente quiera hacer contribuciones. Es por esto que es necesario presentar las iniciativas de forma que capten la atención en la gente.

Cristian Ramos, de SueltenLasLucas, asegura que uno de los principales enemigos del financiamiento en masa es la desconfianza. En Chile, la gente todavía tiene cierto temor a usar las tarjetas bancarias para pagar a través de la web, ya que creen que sus datos pueden ser fácilmente robados. También hay una desconfianza frente a los mismos proyectos: muchos piensan que finalmente no se realizarán y el dinero será utilizado en otras cosas.

Por lo tanto, lo primero que se debe hacer, en caso de que se quiera publicar una iniciativa para recolectar fondos, es presentar el proyecto de manera que genere confianza. Esto se puede lograr presentando la mayor cantidad de información y entregando un plan detallado de en qué se gastará el dinero recaudado. También es importante estar siempre dispuesto a responder cualquier duda que se presente por parte del público. Además, todo debe lucir lo más profesional posible, por humildes que sean los medios:  la factura del video, el logo, el lenguaje, etc. Nadie le quiere prestar plata a alguien que no parece saber hacer bien su trabajo. 

En segundo lugar, pero no menos importante, es dar a conocer el proyecto. Para esto se debe tener una red de contactos lo suficientemente amplia para lograr que la iniciativa se propague. Una buena forma es creando un video que llame la atención y explique las principales características del proyecto. El material visual y audiovisual siempre es más atractivo y más fácil de viralizar. “El video es muy importante, no debe durar más de dos minutos, debe apelar a aspectos claves del comportamiento humano como la emoción, el sentido de urgencia y darle acceso a una experiencia única”, señala Fernanda Vicente.

Por último, hay que tener bien claro el monto que es necesario recaudar y ser realista. Para Fernanda es importante “que el monto que se pide sea adecuado al proyecto”. Por esto, en la mayoría de las plataformas crowdfunding chilenas hay un asesoramiento para guiar a los usuarios. No solo recomiendan cuánto dinero pedir, sino que también dan consejos respecto a los contenidos que se muestran y como podrían mejorarlos.

Ojo que también hay preferencias respecto al tipo de iniciativas que se financian. En general, las ideas innovadoras y originales son las que más obtienen recaudaciones. El ranking de los 50 proyectos que más recibieron dinero en Kickstarter, son en su mayoría innovaciones tecnológicas, videojuegos y películas. Esto no significa que no haya cabida para otras ideas, sino que marca una tendencia respecto a las que recibieron aportes por sumas exageradamente altas.

¿Conoces alguna otra plataforma de crowdfunding en Chile? ¿Qué crees que falta en Chile para que iniciativas de este tipo se consoliden?