El viernes 2 de noviembre hubo un espectáculo en el centro de eventos Ex Bunker, en Santiago. Incluía lo que un observador curioso podría describir como desfiles, bailes y una fiesta. Pero había algo fuera de lo común en este evento. Estaban todos vestidos siguiendo una temática: una fábrica de dulces. Y no sólo eso, la mayoría de sus participantes eran hombres vestidos de mujer, o mujeres vestidas de hombres, drag queens y drag kings. El evento era House of Keller and the Candy F*ctory Kiki Ball.

“La ball tiene categorías nuevas, son nueve categorías, hay categorías de competencias de drag queens en grupos, y está inspirado en una fábrica de dulces”, nos contó Mati Keller, organizador y fundador de la House of Keller. “Es la primera ball que se organiza con tantas categorías en Chile”.

¿Alguien me explica? ¿De qué están hablando? En El Definido, ingresamos a este mundo de plumas y azucarados caramelos, para revelar todo lo que debes saber sobre la escena drag chilena.

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Paris is Burning

¿Qué es una ball? ¿Y qué es este curioso tipo de baile que se realiza en ella, llamado voguing, para el cual hay competencias y categorías?

Quizás la palabra vogue te suene por la revista con dicho nombre o la famosa canción de Madonna (strike a pose!). Remontémonos a ese video y sus pasos de baile, o más bien poses, que la cantante hace, por ahí va.

Pero el voguing como tal es previo y surge en la década del 70 en Nueva York, en unas competencias conocidas como balls que se realizaban en la escena underground del barrio Harlem, donde la diversidad sexual se daba cita y tenían libertad de ser ellos mismos, bailando, realizando pasos similares a los del video, y agrupándose en casas o houses, que participaban en estos particulares combates de pasarela y baile.

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Todo esto es retratado en el documental Paris is Burning, de 1990 (sí, está en Netflix), que se adentra en el mundo de las balls mostrando sus distintas categorías y cómo sus concursantes son juzgados en base a criterios como baile, vestuario, y qué tan bien siguen las especificaciones de cada categoría. La realizadora del documental, Jennie Livingstone, pasó seis años filmándolo y entrevistando a figuras claves de las houses, que son equipos que funcionan como verdaderas familias de competidores, y siguiendo la historia de jóvenes homosexuales o transexuales que tras ser rechazados por sus propias familias, hallaron un segundo hogar y lugar seguro en estos sitios, ya que se enfrentaban todos los días a la pobreza, el racismo y los estereotipos de género.

Drag kings… no solo cosa de hombres

“ Para mí el drag es una expresión de mi yo masculino interno que nació, pucha, ¿cómo nació? Viendo Ru Paul. Me empecé a preguntar un poco por qué no había mujeres biológicas haciendo esto. Y me saltó el bichito, empecé a buscar cosas en internet, a encontrar referentes, Spikey Van Dykey, Landon Cider, que son como los típicos referentes”, cuenta Demian Tesla, drag king miembro fundador del colectivo Showkings, que agrupa a diversas mujeres, y también uno que otro hombre, que se caracterizan con exagerados rasgos masculinos.

“Organizamos un taller de creación de personajes con Roxy Foxy y ahí nació Demian. De ahí para adelante empecé a explorar sólo, por las mías, me empecé a draguear en la casa y empecé a salir a fiestas”, señala, añadiendo que tuvo una muy cálida recepción por parte de la gente. “Me recibieron súper bien, me preguntaban ‘¿y tú qué haces? ¿qué eres?’ y yo les explicaba que era un drag king, aunque en ese momento era más un travesti que un King”.

¿Y cuál sería la diferencia entre una cosa y la otra? Demian nos explicó que, para él, el travesti es una persona de género femenino que se viste y se caracteriza como un hombre (o un hombre que se caracteriza de mujer) y el drag king, en cambio, es una expresión exagerada del género masculino, puede hacerlo cualquier persona, no sólo una mujer (lo mismo para el caso del drag queen, una exageración de los rasgos femeninos, interpretada ya sea por un hombre o una muer). Roxy Foxy, argentina radicada en Chile, se ha hecho conocida en el ambiente por interpretar a personajes masculinos, al punto que la gente llega a pensar que es un hombre biológico.

“El drag para mí es diversión, un catalizador de energías, es también una preocupación de hacer una buena propuesta de vestuario, de actitud, una preparación, es una teatralidad ambulante. Mi propósito por lo pronto es hacer que el que ve mi drag se divierta, se relaje y lo pase bien”, cuenta la artista a El Definido.

Sin embargo, el drag ha sido considerado por mucho tiempo un mundo de hombres caracterizando a personajes femeninos, donde las mujeres poco a poco han ido ganando espacio. “Ahora somos más acepadas o visibles. En el ambiente hay que andar como en todo en la vida, con profesionalismo y estando atenta a las energías. Hay gente negativa pero también hay mucha gente muy buena onda. Hay que ponerse en la ‘actitud evento’, hacer el trabajo y disfrutarlo”.

Drag queens, alma y expresión

Pero, ¿qué dicen al respecto las reinas? Cristal Diamond, drag queen ganadora de la segunda edición del reality drag, Reinas de la Noche, y actual participante de Reinas de la Noche All Stars, también habló con El Definido y nos contó hasta qué punto el drag le permite expresarse y crear.

“ Para mí el drag es la expresión del alma, algo que me da la instancia de crear y hacer cosas distintas que tengo en mente, mis maquillajes casi nunca son iguales porque dependen de mi esencia y del estado de ánimo que tenga, entonces me dedico a crear mucho y me guío mucho por eso. Igual me guío por una línea de performance que tiene un principio, un clímax y un final, aparte de lo que da el momento y la gente que está ahí, viendo la performance”, nos cuenta, añadiendo que actualmente está animando un reality draqueen orientado a las expresiones más oscuras del transformismo, La Masacre, cuya próxima versión se realizará el 9 de noviembre.

En La Masacre como DJ, y también participando en los eventos D&D: Drogadas y Dragueadas, podemos encontrar a otro rostro reconocido de la escena, la dragqueen Yatra Vulcania.

“El drag/transformismo para mí es una disciplina, un canal por el cual podemos compartir y transmitir pasiones, intereses, inquietudes e inspiraciones, es una performance permanente que queda plasmada en los distintos medios, una herramienta de lucha por la libertad de creer y crear”, nos comenta.

“Son variadas las formas de manifestarse, la primera es visual , jugamos con los conceptos que nos fueron entregados por medio de la educación hegemónica, tomando dichos elementos y volcándolos de forma irónica, exacerbando rasgos y maneras que suponen pertenencia a una identidad genérica”, agrega.

Frontera política

Desde el desconocimiento, hay quienes pueden no entender el arte drag o pensar incluso que es una burla ofensiva o algo superficial. Pero al adentrarnos en lo que piensan y buscan expresar estos artistas cuando lo entregan todo en el escenario, intentando mostrar siempre algo diferente y generar diversas reacciones en el público, observamos diversas capas en la profundidad de sus motivaciones, como un activismo político y una visibilización a las disidencias sexuales.

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“Todo lo que se muestra como drag es ir tomando los mismos elementos de las expresiones diarias y con la exageración se ridiculiza o parodia esas expresiones de género cotidianas de cierta forma, y eso va destruyendo los roles de género”, explica Demian Tesla. “ Es una declaración de los que estamos silenciados, de los que no existimos, de esta minoría que a través del arte busca enseñarle a la gente que existen otras personas, que existen cosas distintas que no se ven todos los días”.

Ethan Sword, otro drag king miembro del colectivo Showkings, concuerda con su compañero Demian. “El drag para mí significa dos cosas, significa autoexpresión y significa también activismo. Autoexpresión porque son caminos que yo tengo para recorrerme, para explorarme internamente y a la vez expresar esto que encuentro en mi interior que tiene que ver con un tema de exploración del propio género, mi identidad y expresión de género del día a día y cómo puedo canalizar eso en una forma de arte, en un mensaje claro, en una propuesta visual y estéticamente atractiva que también divierta y que trascienda”.

“Ahí va un poco de la mano con el tema del activismo, porque para mí es muy importante poder visibilizar las disidencias, visibilizar las realidades trans por ejemplo, visibilizar las expresiones no binarias, deconstruir el género en el más amplio espectro, como una entre comillas ‘mujer’ —en mi caso soy una persona no binaria, no me determino como mujer— como yo replanteo una nueva masculinidad y cómo yo analizo el re-hacerme como un hombre según lo que yo quiero contar y qué tipo de hombre soy capaz de expresar en un escenario, o con un discurso o estética o propuesta de vestuario o con cierta actuación”, agrega.

“El drag ha avanzado, empezó desde el kabuki [un teatro japonés], después pasó a ser travestismo, después pasó a ser una unificación política y se empezó a tratar en los setentas y ochentas más de política. Más adelante las drag empezaron a salir a las calles, era un poco más under pero empezaron a salir y a mostrarse como eran y eso ya es político”, nos cuenta Cristal Diamond. “Para mí la performance es política siempre, ya decir algo a través de un cuerpo o una expresión, sea cual sea, es político, porque estás mostrando algo que te gusta, entonces expresas el alma, y el alma para mí es algo político porque expresas tus ideales”.

“Hay drag más políticas como Hija de Perra”, añade. “Era política respecto a que la gente hiciera su propia política de cuidarse y no tener enfermedades de infecciones”, comentó, recordando a la fallecida artista que ha sido homenajeada varias veces y es un gran referente del arte político y transformismo nacional.

“Personalmente, mi lucha tiene que ver con el respeto a la diversidad, entendido por ello que la sociedad crece gracias y no a pesar de ella”, afirma Yatra Vulcania. “Podemos llegar a un punto de crecimiento en el que aceptemos que no hay una única forma de entender y hacer las cosas, y que es esa pluralidad intelectual la que nos permite avanzar en temas de mayor relevancia social”.

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Como una familia

“Hacer drag es un reflejo de mi yo interno, el que reprimí por la heteronorma toda mi adolescencia, a la vez es un reflejo de mi identidad no binaria y que hace poco asumí, llevo poco tiempo y siento que esto me ha liberado mucho y me ha hecho ver quienes me quieren por mi interior, por mi amor que siento a este bello arte”, comenta Delia Sayco, miembro de la casa Haus of Kuirs.

“Con Haus of Kuirs aprendí que las diferencias no son un impedimento para formar una familia, que a pesar de todo somos una drag house que ha sabido mantenerse y que trata de potenciar a todos sin importar la experiencia que tengan”, agrega.

“He conocido gente maravillosa”, explica Arsenio, drag king miembro del colectivo Showkings. “Apañadores, con sororidad, creativos, gente que no tiene miedo, que es valiente, jóvenes, vitales, apasionados, no solo en el colectivo, sino en las fiestas, en las redes. Gente que quiere comerse el mundo como yo. Puedo hablar de cualquier cosa porque hemos pasado cosas parecidas. Odios, violencias, depresiones”.

¿Qué conoces tú de la escena local? ¿Sigues el trabajo de algún artista drag?