Ya estamos casi en la recta final de este 2018 y miles de alumnos de cuarto medio de todo el país se preparan para dar la famosa Prueba de Selección Universitaria, que les permitirá entrar a estudiar la carrera que elijan. La mayoría tiene como objetivo final conseguir el ansiado cartón y luego, ojalá, poder trabajar en aquello que les apasiona.

Esa elección muchos la tomaron hace años, porque han sentido que tienen la vocación de ser enfermeros, ingenieros, arquitectos o periodistas, por ejemplo. También, algunos más indecisos han recurrido a la revisión y análisis de algunas variables antes de tomar una decisión (como empleabilidad y sueldos), quizás la más importante de sus vidas hasta ahora. Esto les servirá para poder tener un panorama más claro y preferir o descartar algunas opciones.

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Y puede que haya algunos a los que aún nada los convence del todo, a ellos está dirigido este artículo, pues los invitamos a analizar la posibilidad de estudiar una carrera técnica. Puede que esto nunca haya estado dentro de sus alternativas, pero vale la pena informarse, porque muchos lo están ignorando y es posible que se ajuste más a sus cualidades y talentos que una carrera universitaria.

Mitos entorno a la educación técnica

Hay quienes tienen algunos prejuicios sobre este tipo de educación superior o simplemente nunca se han interesado en ella, porque “quieren ser universitarios” a como dé lugar. Pero esto puede ser porque no han tenido la oportunidad de conocer otra opción.

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Existe la creencia de que estudiar una carrera técnica “no es tan pro” como una universitaria, y esto se basa en varios difundidos mitos, como por ejemplo:

-“Como las carreras técnicas duran menos años que las universitarias, son `más pencas´”.

- “Quien estudia una carrera técnica, opta a empleos con sueldos más bajos”.

- “Los técnicos son técnicos porque no pudieron llegar a la universidad y eran `porros´ en el colegio”.

- “Se trata de una educación de menor calidad”.

Pero en El Definido queremos desmitificar todo eso, ¡porque sencillamente no es cierto!

¡Faltan técnicos!

Para tener una idea más clara, la Educación Técnica está orientada a entregar a las personas la capacidad y los conocimientos que necesitan para desempeñarse en una especialidad que apoye a un profesional, o también desempeñándose por cuenta propia.

El Ministerio de Educación reveló el año pasado, que de la matrícula total de pregrado en la educación superior, un 56% correspondía a universidades, el 32% a Institutos Profesionales, y solo el 12% a Centros de Formación Técnica (CFT). Si bien la matrícula de carreras técnicas ha ido en aumento, las cifras aún no son suficientes.

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Así también lo estima la Sofofa, que calcula que en Chile existe un déficit de técnicos que fluctúa entre los 600 mil y los 700 mil, ya que la digitalización, la cuarta revolución industrial y el impulso de la innovación, están demandando capital humano que tenga capacidades para enfrentar estos desafíos. Acá te contamos por qué ser técnico es una opción más atractiva de lo que creías.

Cuatro razones para convencerte

1. Menos años de estudio

Efectivamente una carrera técnica dura entre dos a tres años, lo que puede sonar bastante interesante para aquellas personas que simplemente no nacieron para estar cinco años de su vida encerradas en una biblioteca.

¡Pero “chanten la moto”! Que duren menos no significa que sean peores pues, si lo piensan bien, las carreras universitarias también podrían ser más cortas, como ocurre en otros países. ¿O acaso crees que en dos o tres años de intenso estudio no puedes convertirte en experto en algo? ¡Claro que puedes!

Además, quienes optan por la educación técnica, también tienen la posibilidad de seguir perfeccionándose en el futuro.

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2. Aranceles más bajos

Una carrera en un centro de formación técnica, tiene un costo anual promedio de $1.400.000, en cambio, una carrera universitaria en Chile cuesta en promedio $5.230.000. ¡La mansa diferencia!

De los países de la OCDE, este arancel promedio sólo es superado por las universidades públicas de Estados Unidos. ¿Conclusión? Una carrera técnica es más barata e igualmente conveniente… (si lees el siguiente punto)

3. Sueldos competitivos

Un técnico bueno puede recibir un sueldo similar e incluso superior al de un profesional universitario. Así que hay que dejar de lado la creencia de que carreras con altos ingresos y empleabilidad, solo vienen de las universidades.

Tal como dicen desde el gobierno: “Los egresados de carreras de mayores ingresos de un centro de formación técnica ($853 mil) superan los ingresos medios de un egresado de un instituto profesional ($692 mil). A su vez, los egresados de mejores ingresos de un instituto profesional ($1,2 millón) superan el ingreso promedio de los egresados de una universidad ($939 mil). Esto muestra que hay carreras con altos ingresos y empleabilidad que pueden provenir de distinto tipo de instituciones, no solo de las universidades”.

4. Empleabilidad

Según el sitio mifuturo.cl, las carreras técnicas profesionales tienen altos niveles de empleabilidad. Por ejemplo, las carreras de mayor empleo de un centro de formación técnica, cuentan con un 86,9% y superan el empleo medio de un instituto profesional (75,8%), e incluso el empleo medio de las universidades (83,1%).

No hay por qué mirar en menos la educación técnica, esta se necesita más de lo que crees y si somos capaces de sacarle provecho y de potenciar a los técnicos chilenos, será posible aumentar el porcentaje de estudiantes que accedan a ella sin prejuicios y la calidad de muchos servicios y productos made in Chile. Esto también requiere del compromiso de los centros de formación técnica, para que cuenten con carreras de calidad y acordes a las necesidades del país.

¿Qué percepción tienes de la educación técnica?