Hace algunos meses nos enteramos de que el turismo está perjudicando a algunas de las paradisíacas playas del sudeste asiático, y que debido a la gran cantidad de gente que las visita, están limitando o cerrando el ingreso de turistas.

Así ocurrió en Filipinas, en la isla Boracay, donde se decidió cerrar la playa durante seis meses (hasta octubre), porque ya era demasiado evidente e indiscriminada la contaminación del mar. En palabras de su presidente, Rodrigo Duterte, la playa estaba convertida en una “cloaca”.

En Tailandia hicieron algo similar. Optaron por prohibir el ingreso de barcos a una bahía de la isla Koh Phi Ley (famosa por ser el lugar donde se grabó la película La Playa de Leonardo Di Caprio), porque los arrecifes de coral ya estaban  dañados por el turismo masivo. Con esta medida, buscan poder mantener el ecosistema marino del lugar. Aunque a diferencia del caso anterior, esto no afecta a los turistas, ya que hasta octubre (mes en que se termina esta medida) seguirán ingresando por otro lado de la isla.

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Y lamentablemente, Rapa Nui no se salva de los efectos del turismo y del aumento de población… ¿Qué se comenzó a hacer esta semana para resolverlo?

¡No más!

Rapa Nui ya no aguanta más residentes. Así lo demostró un estudio sobre capacidad de carga demográfica de la isla, que asegura que hay una serie de variables que ya están saturadas. En los últimos doce años ha habido un crecimiento demográfico de 104%.

Los servicios de salud, la producción de energía eléctrica, la ganadería, la pesca y la vivienda, son algunos de los aspectos que ya no dan abasto. Para tener una idea, en el área urbana la capacidad máxima de construcciones es de 3.040 viviendas y hoy existen más de 3.420. La producción de energía está saturada desde febrero de 2017 y los servicios de salud no son capaces de cubrir las necesidades de la gente que vive ahí.

Esto, hace necesario determinar un máximo de población que puede haber en Rapa Nui para que finalmente la sobrepoblación de la isla no se descontrole y termine afectando la vida de sus habitantes. Para lograrlo, ya existe una normativa especial de residencia y permanencia, que busca regular la situación y evitar consecuencias dramáticas para el entorno.

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Turistas con los días contados

Si tenías planeado tomarte unas vacaciones largas, muy largas en la isla, te contamos que ya no está permitido. Los turistas, “contis” (chilenos continentales, no Rapa Nui) y extranjeros son muy bienvenidos, pero por ley, podrán visitarla por un máximo de 30 días, a partir de agosto. El principal propósito de esto es proteger el territorio, así lo asegura la Municipalidad de Rapa Nui en su página de Facebook.

Y aclaran que la ley no le impide a nadie ir a Rapa Nui, solo les piden que esto sea por un tiempo limitado. Si no lo respetan, arriesgan una multa de 3 a 10 UTM por cada día (equivalentes a CLP $143.200 y $477.300).

Aunque hay algunas excepciones por las que se podría alargar la estadía. Por ejemplo, por fuerza mayor o caso fortuito, se puede prorrogar a través de una solicitud calificada y resuelta por la delegación presidencial provincial de Isla de Pascua. Así que si tú o tu hijo tienen un accidente, nadie te va a obligar a salir de la isla hasta que se hayan recuperado y puedan abandonarla.

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También hay personas que están autorizadas para quedarse más de 30 días como los padres, cónyuge, conviviente civil o de hecho, hijos, otros ascendientes y quienes estén sujetos al cuidado personal de un Rapa Nui. Lo podrán hacer también los funcionarios públicos y sus familias, candidatos y precandidatos a un cargo de elección popular en el territorio y autoridades electas mientras dure su función.

Está permitida la permanencia por un mayor periodo para los investigadores que cuenten con el apoyo o patrocinio de una institución de educación superior o de CONICYT, los trabajadores con contrato y quienes ejercen una actividad económica independiente, junto con sus familias.

Para ingresar a Rapa Nui, se añadieron algunos requisitos especiales. Habrá que mostrar la cédula de identidad, pasaporte o cualquier documento de viaje aceptado, pasajes de ida y vuelta y una reserva de alojamiento ( autorizado por SERNATUR) o invitación de un residente de la isla.

Además, la ley dice que a través de un estudio (que tiene que realizar el Ministerio del Interior y Seguridad Pública) se debe establecer y dejar claro un máximo de población que puede haber en Rapa Nui para evitar que colapsen los servicios. Esta cifra tendrá que darse a conocer cada seis años y se espera que sea publicada, por primera vez, a fines de septiembre.

En el caso de que se declare la latencia de la isla, es decir, que aumente la carga demográfica a un nivel definido, se tomarán medidas temporales excepcionales. Por ejemplo, los padres e hijos mayores de edad del cónyuge, conviviente civil o de hecho de un rapa nui que ingresen, no podrán quedarse más de 30 días, a menos que acrediten una relación de dependencia.

Pero, si se llega a un nivel más crítico de saturación, es decir, cuando se haya superado la capacidad de carga demográfica fijada para declararla, la cosa se pondrá mucho más estricta. Se le podrán cerrar las puertas “al turismo, a los con contrato y familiares”, asegura a El Mercurio, Pedro Edmunds, alcalde de la Rapa Nui.

¿Rapa Nui o Isla de Pascua?

Isla de Pascua es el nombre con el que llamamos a esta isla del Pacífico, quienes no vivimos ahí y que le puso el explorador holandés Jacob Roggeveen, ya que la descubrió en abril de 1722, mientras se celebraba esta festividad religiosa. Sin embargo, los isleños siempre la han llamado Rapa Nui, porque ese fue el nombre que le dieron algunos de los primeros habitantes que llegaban desde Tahití.

Por eso, y con la intención de reconocer la historia milenaria de la isla, ayer el presidente Sebastián Piñera le puso urgencia simple al proyecto presentado en 2016, que busca cambiarle el nombre.

Entonces, si se aprueba, será definitivamente llamada Rapa Nui y nos tendremos que empezar a olvidar de Isla de Pascua,

Rapa Nui está preocupada por su futuro y se espera que esta ley ayude a normalizar la situación, proteger el ecosistema y mantener la belleza y atractivo natural de la isla. La idea de esto es no tener que lamentar daños en un tiempo más y poder conservar el encanto del lugar, aunque para eso se tengan que sacrificar algunas cosas.

¿Qué te parecen las medidas para proteger la isla?