El 47% de las niñas entre 10 y 16 años en Chile, siente presión por verse bonita de acuerdo a los estándares promovidos por los medios de comunicación y la publicidad. El 36% de las niñas chilenas entre 10 y 17 años, deja de hacer una actividad porque se siente insegura de cómo se ve físicamente, inclusive levantar la mano en clases para dar su opinión; prefieren pasar desapercibidas.

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Estos son datos levantados el 2016 por ONU Mujeres junto a Adimark y Unilever, mismos datos que espantaron a la psicóloga Nerea de Ugarte y que la llevaron a alzar la voz y a crear el Movimiento de denuncia “La Rebelión del Cuerpo” en julio del 2017. ¿El objetivo?

Visibilizar y denunciar públicamente el gran daño que las campañas publicitarias y los medios de comunicación están haciendo al instaurar ideales inalcanzables de belleza y de mujeres perfectas en la sociedad.

Tras el éxito alcanzado por la difusión de este video de Nerea y de las denuncias posteriores, hoy a La Rebelión del Cuerpo (que ya tiene presencia en todas las regiones de Chile y también en Argentina, México, Australia y España) se le suma la Fundación Niñas Valientes, que viene a transformar a este movimiento, en acciones e intervenciones concretas.

De esta forma y en un trabajo conjunto, el colectivo y la fundación buscan erradicar la violencia simbólica y liberar a las niñas y a las mujeres de estos estereotipos físicos y de género que, de forma invisible, hacen tanto daño a la sociedad e impiden que las mujeres desarrollen su potencial al máximo. ¿Cómo? Centrándose en fortalecer la autoestima y el amor propio desde la infancia.

En El Definido conversamos con Nerea de Ugarte, fundadora de La Rebelión del Cuerpo, y con Emilia Vergara, actual directora de Niñas Valientes.

Nerea Ugarte y Emilia Vergara

Baja autoestima y estereotipos inalcanzables

Desde el año 2007 que Nerea trabaja con mujeres. Una de las cosas que siempre vio, fue que todas cargan alguna temática problemática relacionada al cuerpo y principalmente a la autoestima en sus vidas.

“Cuando empiezo a tabular los motivos de consulta de las pacientes, había un factor común que tenían todas: la baja autoestima. Y noté cómo los estereotipos de género y de belleza impactaban fuertemente en la forma en la que se validaban ellas mismas respecto a sus capacidades como a su físico”, cuenta Nerea.

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Nerea nos cuenta que la inseguridad física impactaba en la vida de estas mujeres, y por lo tanto tenían menos capacidad de acción, porque creían que si no cumplían con un estereotipo de belleza, no tenían derecho a poder decir lo que pensaban.

Así nació entonces La Rebelión del Cuerpo, con el objetivo de “sacar la problemática de las cuatro paredes de la consulta y convertirla en una problemática social, transparentándola a nivel país”.

Voluntarias.

Tras una encuesta realizada por el mismo colectivo, se determinó que el 40% de las niñas entre 14 y 25 años, pasa 4 días a la semana sintiendo temor a aumentar de peso, 3 horas al día pensando en cómo mejorar su cuerpo; y el 58% de las encuestadas contestó que su principal preocupación en la vida era su apariencia física, por sobre las preocupaciones familiares, desafíos personales, capacidad intelectual, sueños, etc.

Con estos resultados, Nerea deduce que “estamos perdiendo básicamente a un 40% de talento femenino por inseguridad de la apariencia física”, y agrega que “la forma en la que percibimos nuestro cuerpo, impacta en la forma en la que participamos en el mundo”.

Las mujeres dicen “no” a las campañas sexistas

¿Por qué la necesidad de rebelión? Porque en Chile no hay leyes que regulen a la imagen femenina en la publicidad, incluso si se está cosificando o sexualizando a una mujer o si se están imponiendo modelos físicos inalcanzables o parámetros absurdos sobre ideales de mujeres perfectas. Sin embargo, existe un proyecto de ley que busca sancionar cualquier tipo de estereotipos destinados a “degradar, menoscabar, vejar o discriminar” a la mujer en cualquier tipo de mensaje publicitario.

La Rebelión del Cuerpo lo que hace es publicar y transparentar las campañas publicitarias, denunciadas por las mismas seguidoras. Así la denuncia llega a las mismas marcas, con el objetivo de que bajen este tipo campañas.

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Hoy, el colectivo busca concretar esta ley para que la denuncia no solo sea social y se convierta en denuncia de prevención para la salud mental. Y como ha sido tal el impacto del movimiento, surgió la necesidad de dar un siguiente paso: crear una fundación para transformar estas denuncias en acciones.

Trabajar con niñas es hacerlo sin creencias previas

“Nos quejamos, visibilizamos, generamos conciencia, denunciamos y ahora queremos ser parte de la respuesta a esta problemática y proponer cambios sociales”, nos cuenta Nerea, al introducir la nueva Fundación Niñas Valientes. ¿Qué persigue la fundación?

Generar prevención en salud mental desde programas educativos con perspectiva de género. ¿Cómo lo hacen? Mediante:

• Programas de intervención en establecimientos educacionales para niños, niñas, docentes y apoderados.
• Programas de intervención para agencias de publicidad y áreas de marketing de empresas.
• Capacitaciones en educación social responsable con perspectivas de género.

Nerea nos cuenta que lo que buscan es entregar lo que el Estado no está proveyendo: educación emocional desde las bases, que es tanto o más importante que el lenguaje y las matemáticas. “No sacas nada con tener niños con excelentes promedios de PSU, pero no tienen herramientas emocionales para manejar su vida ni pararse en el mundo”, señala.

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Y son precisamente esas herramientas emocionales las que se trabajan en las intervenciones:

• Fortalecimiento y validación personal.
• Construcción de autoestima, identidad y sexualidad.
• Desarrollo de pensamiento crítico .
• Aprender que “no” es “no”.
• Perspectiva de género y equidad.
• Solidaridad de género (sororidad).

Con el poco tiempo de vida que tiene Niñas Valientes, Nerea y Emilia (la directora), nos cuentan que los avances son inmediatos.

“Abrirle los ojos, generar visión crítica a niños, niñas y adultos, hace que su mundo cambie inmediatamente. Cuando salen del taller, de la charla o de las capacitaciones, ellos y ellas ven el mundo desde otra perspectiva”, nos cuenta Emilia, agregando que “cuando ellas saben que no valen menos por ser mujer o que su cuerpo no determina lo que ellas valen, las vamos empoderando”.

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Nerea agrega que “cuando trabajas con mujeres, ves cambios, te lo verbalizan, pero son cambios a largo plazo, cuando logran derribar las creencias que toda su vida han tenido. En cambio, trabajar con niñas es trabajar sin creencias previas o con las creencias que recién se están arraigando, entonces te das cuenta de que el cambio es inmediato”.

Atacando los estereotipos de físico y género desde la base y desde los primeros años de vida; Niñas Valientes busca también que los niños y hombres sean partícipes y compañeros cómplices de este cambio de conducta. Y a la larga, todo esto sirve para prevenir y proteger la salud mental en la adultez.

“Lo más bonito es darte cuenta que salen niñas siendo capaces de entender que ellas son lo que más vale en este mundo, que ellas tienen las herramientas y las capacidades para poder ser mujeres bacanas y cambiar el mundo”, finaliza Emilia.