Mientras Trump continúa desconociendo el cambio climático y disminuye los recursos para hacerle el frente; el Banco Mundial acaba de publicar un alarmante informe que sostiene que, de aquí al 2050, 140 millones de personas deberán migrar debido al cambio climático.
Sólo en América Latina, más de 17 millones de personas deberán dejar sus pueblos rurales y mudarse a las grandes ciudades que ya están densamente pobladas. ¿Por qué este escenario tan drástico?
Los impactos que está generando el cambio climático, específicamente en tres regiones densamente pobladas del mundo (África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina), son cada vez más intensos y dañinos.
El informe señala que de aquí a 30 años las consecuencias del cambio climático serían irreversibles y muchos lugares, inhabitables. ¿Las razones? Escasez de agua, sequías, las malas cosechas, pérdida de la productividad agrícola, el aumento del nivel del mar, la salinidad, el deshielo, la desertificación, las inundaciones, huracanes y las destructivas mareas de tormenta.
De continuar así, la migración climática en masa sería irrenunciable y esto podría traer una inminente crisis humanitaria, brotes de violencia y una amenaza para el desarrollo de los países afectados, si es que éstos no están preparados para recibir e integrar a esta nueva población.
El Banco Mundial, si bien es enfático en señalar que este pesimista escenario es completamente esperable; también entrega la esperanza de que si nos ponemos las pilas, estas migraciones podrían reducirse en un 80% (100 millones de personas) y evitar así una eventual crisis humanitaria y un desastre masivo.
¿Qué deben hacer los países para evitar todo esto y qué debemos hacer nosotros como ciudadanos independientes? Aquí les contamos.
El Banco Mundial señala que, si bien las migraciones climáticas ya son una realidad y que van a seguir creciendo, éstas podrían regularse. Pero para eso, es sumamente necesario adoptar medidas energéticas en todo el mundo para alcanzar el objetivo planteado en el Acuerdo de París de limitar el aumento futuro de temperaturas a menos de 2°C para fin de siglo.
¿Qué hay que hacer? Reducir fuertemente las emisiones de gases de infecto invernadero en las próximas dos décadas. Porque si logramos reducirlo de manera significativa, la cantidad de personas que se estima que migrarán de las tres regiones más críticas, será mucho menor.
¿Cómo pueden los países reducir las emisiones?
- Fijando el precio del carbono
- Eliminando los subsidios a los combustibles fósiles
- Construyendo ciudades resilientes y con bajo nivel de emisiones de carbono
- Aumentando la eficiencia energética y el uso de energía renovable
- Invirtiendo en proyectos de energía solar y eólica
- Aplicar la agricultura inteligente en relación con el clima y cuidar los bosques
¿Y el ciudadano común y corriente?
Midiendo y disminuyendo tu propia huella de carbono. En este artículo te explicamos de qué se trata y cómo puedes medirla. Pero te dejamos algunos consejos para disminuirla de forma fácil:
- Consumiendo la menor cantidad de carne de vacuno posible, porque todo su proceso y conservación, requiere mucha energía.
- Usar lo menos posible los autos y privilegiar los transportes públicos, la caminata o la bicicleta.
- Ahorrar electricidad o energía: utilizando lo menos posible las luces eléctricas, el microondas y electrodomésticos eléctricos, apagar siempre la televisión y el computador, aprovechar la batería del celular al 100%, desenchufar los electrodomésticos cuando no los estés usando, etc.
- Limitar el uso del agua caliente: duchas más cortas, lavar cuando acumules mucha loza, lavar la ropa con agua fría.
- Evitar los alimentos envasados y privilegiar lo natural, local y orgánico.
- Evitar el uso de envases y bolsas plásticas.
- Reciclar, reutilizar y dividir la basura en contenedores distintos.
- Plantar árboles.
El Banco Mundial señala que es necesario y urgente que los países integren la migración climática en sus planes de desarrollo; ya que en la mayoría de las regiones, leyes, políticas y estrategias no están adecuadas ni preparadas para encarar esta realidad.
Para hacerlo, los países deben integrar este tipo de migración en todas las facetas de sus políticas y en todas las fases de la migración (antes, durante y después del traslado). Para esto se necesita orientación, asistencia técnica y fortalecimiento de leyes; y la participación activa de actores privados, sociedad y organismos internacionales.
En concreto, los gobiernos deben:
- Mejorar la infraestructura de vivienda y transporte
- Mejorar los servicios sociales y las oportunidades laborales
- Introducir mayor flexibilidad en los servicios de protección social
- Incluir a los migrantes en la planificación territorial y en las decisiones
- Resguardar no solo la resiliencia de quienes se traslada, sino también de quienes habitan en las comunidades de origen y destino; para evitar conflictos entre los habitantes.
- Un buen enfoque sería dirigir a los migrantes desde las áreas rurales vulnerables a ciudades de tamaño medio cercanas y equipadas con los servicios necesarios, para evitar que las megaciudades crezcan de manera insostenible.
"Tenemos una pequeña oportunidad ahora, antes de que los efectos del cambio climático se agudicen, para preparar el terreno frente a esta nueva realidad. Las medidas que adopten las ciudades para encarar la tendencia al alza de la llegada de migrantes de zonas rurales, y para mejorar las oportunidades de educación, capacitación y empleo; producirán dividendos que perdurarán en el tiempo. Igualmente, es importante ayudar a las personas a tomar buenas decisiones sobre si permanecer donde están o trasladarse a otros lugares donde sean menos vulnerables"; señaló la directora gerente del Grupo Banco Mundial, Kristalina Georgieva.
El Banco Mundial es enfático al señalar que si todo lo anterior se gestiona de forma adecuada, la inmigración puede generar impulsos positivos en cualquier contexto y ciudad. Y además, señala que se pueden generar programas de reducción de pobreza y protección social dirigidos a las zonas rurales para que puedan adaptarse al cambio climático sin la necesidad de trasladarse.
Por ejemplo, a través de educar y empoderar a las mujeres, diversificar las actividades que generan ingresos y estableciendo sistemas de protección financiera para grupos vulnerables. Porque muchos de los migrantes climáticos carecerán de las habilidades necesarias para obtener empleos en las ciudades.
Los gobiernos deben invertir en estudios sobre los efectos del cambio climático en sus países para contextualizar y comprender mejor la escala (especialmente a nivel local y regional), la naturaleza y la magnitud de las eventuales migraciones climáticas.
Así, las nuevas fuentes de datos que incluyan imágenes satelitales, telefonía móvil e información sobre el clima, pueden ayudar a los países a mejorar la calidad de información, a proyectarse y a anticiparse a las crisis migratorias, preparando su llegada en todo lo que esto conlleva.
¿Cómo hacerlo?
-Incluyendo preguntas sobre clima y migración en los censos nacionales y en otras encuestas ya existentes.
- Aplicar nuevas fuentes de datos como imágenes satelitales y telefonía móvil
- Avances en información sobre el clima, mapas globales de peligros y sistemas de aviso temprano ante desastres
Y en base a esa información detallada, se deben formular políticas públicas y planificación del desarrollo, tanto de las zonas afectadas como de las posibles zonas aptas para la migración.
En este link pueden leer más sobre migraciones climáticas, sus efectos, poblaciones en riesgo, noticias e información al respecto.