Los mapas son fieles representaciones. Dirán que estamos locos, que muchos mapas de la historia estaban errados, pues no conocían las dimensiones reales de la Tierra ni los continentes. Pero lo son, de una manera distinta. La cartografía es una fiel representación del pensamiento de una época respecto a su entorno, revela el conocimiento de un grupo humano sobre su posición en el mundo, ¿cuán relevantes se sentían respecto a los otros?, ¿dónde se posicionaban en el mapa?, ¿cómo pensaban que eran esos lugares desconocidos que aún pocos habían pisado?
Hoy en el Definido queremos mostrarles esos mapas antiguos que hablan de las personas que habitaron este mundo hace algunos años. ¡Veamos cómo la visión del mundo ha ido cambiando para la humanidad!
Ptolomeo fue de esos griegos capos que cambiaron el mundo, aunque vivió varios siglos después de hombres como Aristóteles o Sófocles, en el siglo II DC. Se radicó en Alejandría, Egipto, y fue el primero (que conozcamos) en “mapear” el mundo utilizando herramientas de la geometría y la matemática. Básicamente, utilizó líneas para hacer una cuadrícula sobre las tierras conocidas, creando lo que hoy conocemos como latitud y longitud. Así, señaló las coordenadas de más de 8 mil ubicaciones a lo largo de Europa, África y Asia.
No se conservan mapas gráficos de Ptolomeo, pero durante el siglo XIII en Bizancio (la parte oriental del Imperio Romano) tomaron sus escrituras y los construyeron a partir de sus estimaciones de la realidad. Luego, en el siglo XV, su texto se tradujo al latín y fue todo un “best seller”. A continuación uno de los mapas más famosos incluidos en su Geografía.
Para agrandar las imágenes haz click sobre ellas.
Y como muchos saben, después de la gran era de los griegos, ¡vino la de los romanos! Y ellos también dibujaron e interpretaron el mundo a su pinta. Se acuerdan de ese dicho “todos los caminos llevan a Roma”, pues bien, los romanos construyeron a lo largo y ancho de su imperio una compleja red de caminos que llegaban hasta la capital.
Los romanos (específicamente el emperador Augusto) creó una suerte de “Transantiago” romano llamado cursus publicus(vía pública), un sistema de transporte a través del cual se enviaban mensajes importantes a lo largo del imperio, utilizando esta red de caminos, caballos, estaciones, fuertes y vehículos a tracción animal.
La Tabula Peutingeriana es un mapa que muestra este sistema que conectaba el Mare Nostrum (los romanos llamaban “Mar Nuestro” al Mediterráneo). El mapa original es del siglo IV, pero la copia que se conserva es del siglo XII y está dibujada sobre once pergaminos.
Colón no descubrió que la Tierra era redonda… ¡basta con ese mito! La verdad es que todos lo sabían en su época y los mapas así lo atestiguaban. Así que por lo mismo se fue “por el otro lado” a encontrarse con las famosas Indias para traer especias y objetos de lujo, y para abrir una nueva ruta comercial. Pero no logro exactamente eso…
Lo que sí encontró, fue un enorme pedazo de tierra inexplorada que estaba separada de la masa continental compuesta por Europa, África y Asia… ¡América! Aunque el pobre Colón nunca entendió del todo que estaba en este nuevo continente.
Cuentan que hay un mapa en particular que fue consultado por Colón, y que lo entusiasmó a tal punto que lo llevó a planificar su viaje y pedir financiamiento a las coronas europeas.
Ese mapa fue creado por Henricus Martellus, un cartógrafo alemán que vivía en Florencia que adaptó la Geografía de Ptolomeo, abriendo el sur de África hacia el océano, y postulando que era posible llegar desde Europa a Asia por mar, navegando hacia occidente, pues la distancia era abarcable.
El mapa data de 1491 (¡un año antes de que Colón llegara a las Antillas, en América!) y tiene varias curiosidades. Por ejemplo, la descripción de un pueblo en el norte de Asia, los “Balor”, que viven sin trigo ni vino y comen venado; o de los “Panotii”, al sur de Asia, que tienen las orejas tan grandes que podrían utilizarlas como sacos de dormir (¡ja!).
Ambos lados del planeta se encontraron, y mientras los indígenas americanos asimilaban que había otra parte del planeta en que existían cosas como el hierro y el trigo, lo europeos le sacaban el jugo a las nuevas tierras descubiertas e intentaban imponer su forma de pensamiento.
En eso, Martin Waldseemüller, otro cartógrafo alemán, representó en 1507 a las nuevas tierras por primera vez empleando el nombre que hasta hoy día tienen, “América”, en honor a Américo Vespucio, quien habría sido el primero en identificarlas como un continente aparte. Si bien en su Universalis Cosmographia no es más que una delgada y amorfa franja delgada hacia occidente, a través de esta representación por primera vez aparece nuestro continente y todos los nuevos vecinos en un mapa mundial.
En un mundo que se encontraba en constantes cambios, donde todos los meses llegaban noticias de nuevos descubrimientos realizados por exploradores, Waldseemüller y su equipo se dieron un respiro para cartografiar lo que conocían hasta el momento, considerando todas las observaciones recientes realizadas por españoles y portugueses, por más inexactas y premilitares que fuesen.
El mapa tiene varios méritos: diferenciar claramente ambas masas continentales, evidenciar la existencia del Océano Pacífico, ser el primero salido de una imprenta y, como dijimos, bautizar a América.
Las herramientas digitales han logrado lo inimaginable, y hoy podemos conocer exactamente cómo era la representación del mundo de un cartógrafo italiano del siglo XVI, ¡gigantesco y a todo color! ¡Lleno de detalles!
Urbano Monti, un geógrafo y noble de Milán, Italia, es quien creó en 1587 este mapa del mundo, lleno de ilustraciones y complementos que lo transforman en una obra de arte. El original fue dibujado en 60 hojas de papel que, ensambladas sobre una superficie de madera –según las instrucciones de Monti- crearían una titánica representación del mundo. Sin embargo, a causa de sus dimensiones, siempre se mantuvieron encuadernadas dentro de un altas.
David Rumsey del Stanford’s David Rumsey Map Center, escaneó las páginas y las transformó en la enorme representación que hoy está disponible digitalmente. Así, por primera vez es posible ver el mapa de Monti tal y como él quería que lo hiciéramos, con un diámetro real de 3,5 metros.
¿Qué particularidades tiene esta representación? El mapa está alineado a una “proyección azimutal polar norte”, en palabras simples, el polo está en el centro y la idea de Monti era poner un pivote allí para que toda la representación girara en torno, a modo de disco giratorio. Dentro de los detalles del mapa, Monti dibujó ocho islas alrededor de la circunferencia (que parecen más bien masas continentales a causa de la proyección), ¡y una de ellas representa a Tierra del Fuego! Este lugar, al extremo sur de Chile, había sido visto por primera hace algunas décadas por Hernando de Magallanes.
A pesar de que algunos podrían creer que China, al estar alejada, no conocía sobre los nuevos descubrimientos en el mundo, ¡se equivocan! Los contactos existían y las noticias corrían de un extremo del planeta a otro, aunque tardaran. Kunyu wanguo quantu (“Mapa de los diez mil países de la tierra”), es la primera representación gráfica China que da cuenta del conocimiento del continente americano. ¿Cómo sabían?
Resulta que en 1583 un sacerdote jesuita llamado Mateo Ricci llegó a China, y estableció allí una misión cristiana. Obviamente se ocupó de contar a la corte imperial sobre los nuevos descubrimientos geográficos de los navegantes y exploradores del siglo. Como epíteto de esta experiencia, fue creado este mapa.
¿Qué nos dice esta representación? Este mapa es una colaboración entre los jesuitas y los artistas chinos, artesanos que con su minucioso trabajo lograron dar identidad a la imagen. Es por esto que está escrito en chino clásico y lleno de detalles: elogios al emperador, descripciones de los continentes, cartas lunares, anotaciones sobre diversos lugares del mundo, una reseña sobre el descubrimiento de América, la explicación del sistema de meridianos y paralelos y la representación del movimiento de los planetas.
Una de las cosas más interesantes, es que China se encuentra dibujada justamente en el centro del mundo, pues China quiere decir “el reino del medio”.