¿Te interesaría arrendar un televisor? Es decir, en vez de pagar su totalidad, pagar mes a mes una cuota equivalente a un 5% a 10% de su valor. ¿Y una máquina de ejercicios para llegar al verano “tiqui-taca”? ¿O quizá una cámara profesional para las vacaciones?

Suena raro, pero se trata de una tendencia que cada vez cobra más fuerza, sobre todo entre millennials. Tanto en Europa como en Estados Unidos, hay compañías que hoy dan alternativas para arrendar los productos a una fracción del costo por el tiempo que se quiera.

¿Qué ventajas y desventajas potenciales tiene esta práctica para ti, el consumidor? ¿Y para las compañías que deben montar estos programas? Te contamos a continuación, en El Definido.

El arriendo al alza

El concepto de arriendo es ya muy popular en algunas industrias, pero es primera vez que se está ampliando a categorías que, tradicionalmente, se basan en la venta.

Esto lo indicaba ya a principios del 2016, un estudio que entrevistó a más de 13.000 consumidores de Estados Unidos y Gran Bretaña en plena época de Navidad, tiempo caracterizado por frenético consumismo.

Un 15% y 17% de los entrevistados en Estados Unidos e Inglaterra, respectivamente, respondieron afirmativamente a la pregunta “¿Te gustaría arrendar productos de tus tiendas favoritas? Lo interesante es ver cómo el interés sube de forma notoria entre los más jóvenes (25 a 34 años): 35% y 46%.

Entre los elementos más señalados como “deseables de arrendar”, se encuentran equipos de ejercicio, bicicletas, ropa, carteras, equipos de sonidos y muebles.

¿Pero existen lugares que ofrezcan estas opciones? Aunque parezca raro, ya existen desde hace décadas en Estados Unidos, pero se trata de lugares especializados en arriendos. Lo novedoso es que recientemente, han sido tiendas “corrientes” de retail las interesadas en integrar programas de arriendo como parte de su oferta.

¿Cómo funciona?

Cada tienda tiene condiciones distintas, pero las bases son las mismas. Eliges un periodo, que puede ser desde solo un mes en algunas tiendas o hasta dos años, y pagas mensualmente una cuota que será más económica a medida que más meses pactes. Los productos en arriendo más usuales son televisores, sistemas de sonido, lavadoras, refrigeradores, trotadoras, bicicletas, computadores, celulares, cámaras y consolas de videojuegos.

Rent-A-Center, una compañía de larga tradición en América del Norte y la de mayor oferta, endulza el trato con algunas opciones. La tienda busca enganchar a sus clientes con los primeros 3 meses de cuotas más baratas. También permite, en cualquier momento, pagar el resto del costo del producto para comprarlo. Además, en el caso de refrigeradores o lavadoras, también se incluye el servicio de instalación. En cualquier momento puedes retornar el producto y dejar de pagar, o cambiarlo por uno más nuevo.

En Alemania, dos grandes compañías como Otto y Media Markt comenzaron con sus programas pilotos este año.

Media Markt ofrece cerca de 500 productos en arriendos a partir de un mes. En promedio, se alcanza el precio total en un arriendo de 10 meses. Si se continua el arriendo 3 meses más, el producto pasa a ser tuyo, algo que los mismos directivos de la compañía dicen “no es el objetivo” del programa de arriendo. También ofrecen un seguro que cubre el 50% del pago si ocurriera algún accidente con el objeto.

Otto ofrece menos productos y el contrato mínimo es por tres meses. Tampoco ofrecen seguro, aunque si hubiera fallas del producto aseguran una asesoría técnica y cambio gratuito si es necesario. La ventaja es que el precio mensual es mucho más bajo, cubriendo el precio total del producto luego de entre 24 a 27 pagos mensuales. En este caso no se ofrece una alternativa para comprar definitivamente el producto. La instalación es también gratuita.

¿Y qué pasa con el producto cuando se devuelve? Se revisa, reacondiciona de ser necesario y luego pasa a manos de otro cliente. Sí, el producto que arrendaste no necesariamente es nuevo.

Las ventajas y desventajas

Hasta ahora parece no muy distinto a comprar en cuotas, pero el sistema sí tiene bastantes ventajas.

- En primer lugar, es una alternativa ideal para personas que solo necesitan un producto por un periodo corto. Con este sistema, por ejemplo, puedes llevar una cámara profesional por el 5% a 10% de su precio a tus vacaciones, en vez de comprar una que luego será usada solo en situaciones muy puntuales. La misma utilidad temporal podría tener una bicicleta, una lavadora o un proyector.

- Es también una buena opción para los indecisos. Puede que te interese un computador, pero no sabes si se ajusta al 100% a tu forma de trabajo. Lo puedes llevar sin preocuparte por la limitada política de devolución que suelen tener las tiendas.

- Quizá más importante es su valor ante la disminución de la vida útil de los productos electrónicos. Un estudio comprobó que, especialmente en electrónica, es cada vez más corta, aunque no se llegó a una conclusión consistente sobre que exista una “obsolescencia programada”, es decir, incorporada intencionalmente. Cabe preguntarse: ¿de qué sirve crear lavadoras que duren 50 años si la tecnología avanza tan rápido que de todos modos serán reemplazadas por los consumidores?

Tampoco podemos negar el efecto del marketing, que nos empuja a obtener nuevas tecnologías, aunque realmente no las necesitemos, con increíble éxito. En fin, lo cierto es que para evitar que un producto en el que invertiste muera antes de lo que esperabas, el arriendo es una buena opción.

- Bajo este sistema de arriendo, es posible obtener un smartphone “X” por unos meses, devolverlo y permitir que reingrese al ciclo de consumo, para continuar con el smartphone “Y”, que eventualmente tendrá el mismo destino. Al respecto, Katja Henschel, de la asociación de consumidores de Sajonia, Alemania, señala: “La economía colaborativa está en aumento y eso es bienvenido. La tecnología, que muchos comparten, también protege el medio ambiente en cierta medida. Hasta el momento, no hemos recibido ningún comentario negativo sobre esta oferta (el sistema de arriendo)”.

- Para las compañías, el arriendo representa una alternativa a estudiar debido a una consecuencia de las ventas online: la tendencia del wardrobing. Consumidores aprovechan las políticas de devolución para pedir productos, usarlos una vez (una tele para ver la final de la Champions, por ejemplo) y luego devolverlos. Bajo el sistema de arriendo, se ofrece una alternativa que los consumidores valoran y además les permite obtener ingresos garantizados durante, al menos, el primer mes.

¿El problema? El diablo está en los detalles. Dependiendo de cada tienda, se puede llegar a una situación como el robo o caída de un producto sin ninguna otra alternativa que pagar el total y llorar bajo la almohada. Es por eso que expertos recomiendan no arrendar productos de uso intensivo, como smartphones o tablets. Es también una mala idea si se planea usar el producto de forma indefinida. En estos casos es, claramente, mejor comprar el producto.

Por el momento, la tendencia no para de crecer. En Alemania, un estudio publicado hace unos días indicaba que 1 de cada 6 consumidores ya ha usado este tipo de sistemas y que el 43% de los encuestados dijo estar dispuesto a probarlo.

¿Has visto esta tendencia en Chile? ¿Qué productos te gustaría arrendar en vez de comprar?