Si hay algo que debemos admitir, es que la mayoría de nosotros casi nunca toca un diccionario en español. Aun así siguen siendo la biblia de nuestro idioma, y así como la sociedad evoluciona, el lenguaje también lo hace, por lo que la Real Academia Española (RAE) no se queda atrás.
Es sabido que siempre ha intentado incluir palabras nuevas, que en un principio son consideradas deformaciones, pero que la gente usa mucho y finalmente son invitadas al español oficial. ¿Cuánto ceder y cuánto mantener?
Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, aseguró que no es que antes el idioma fuera más puro que ahora: “No era mejor ni peor, pero, sobre todo el español nunca ha sido una lengua pura, sino mestiza. Ha acogido palabras procedentes de otros idiomas, empezando por las lenguas prehispánicas, lo han hablado personas que procedían de las más diversas culturas, orígenes geográficos, políticos y sociales. De hecho, el que sea una lengua mestiza es una de las razones de su éxito internacional”, aseguró en una entrevista el 2012.
Y, aunque no lo creas, seguramente tú también las has usado sin percatarte que son palabras añadidas al diccionario desde hace años. Y eso seguirá sucediendo, puesto que la RAE lo hizo de nuevo.
Aquí les presentamos algunas de las nuevas palabras añadidas al diccionario en los últimos años por la Real Academia Española y que, como siempre, causaron controversias en internet.
1. Abracadabrante: algo sorprende y/o desconcertante. ¿Has pensado utilizarlo?
2. Descambiar: tal como lo infieres, significa “deshacer un cambio”.
3. Culamen: una manera vulgar de referirse a las nalgas, ¡OMG!
4. Vagamundo: aunque parece otra forma de llamar a un “vagabundo”, la RAE lo considera vulgar el referirse con este término a la gente en situación de calle.
5. Friki: del inglés “freaky”, este término se refiere a algo raro o extravagante.
6. Cederrón: si te acuerdas de él, pues ya estás viejo. Se refiere literalmente al CD-ROM, o “disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes cantidades de información en formato digital”.
7. Papahuevos: sinónimo de “papanatas”, lo cual significa una persona simple y crédula o demasiado cándida y fácil de engañar.
8. Ño: proveniente de la palabra “señor”, para referirse a un hombre casado o de edad.
9. Papichulo: esto hace referencia a un hombre que, por su físico, resulta atractivo. Es utilizado en muchos países latinoamericanos, lo que en Chile sería algo como “mijito rico”. ¿Alguna vez se les ocurrió que verían una palabra así al diccionario?
10. Palabro: palabra rara o mal dicha, palabrota.
11. Euroescepticismo: hace referencia a la desconfianza hacia los proyectos de los países miembros de la Unión Europea, término de moda dado los últimos sucesos que han ocurrido en el lejano continente. ¡Calling Brexit!
12. Zangolotear: mover continua y violentamente algo.
13. Arremangarse: apostamos que no sabías que el uso correcto era remangarse una camisa. Sí, pero ahora gracias al uso que le has dado toda la vida, y millones de personas, está en el diccionario.
14. Jonrón: ¿has visto alguna vez un campeonato de béisbol? En Chile no es muy popular, pero viene del inglés y se usa para referirse a una buena bateada: “Home Run”, la puntuación completa en este deporte. En Venezuela o Cuba simplemente es jonrón. ¡Y hoy es aceptado!
15. Chapuzón: sin duda las has escuchado cada verano junto a la playa o una piscina. “Vamos a darnos un chapuzón”. Exacto. Tal como lo estás pensando, chapuzón es una palabra que se refiere a la acción de sumergirse en el agua. Y ahora es parte del diccionario.
¿Aceptarán algún día el “camuflajeado” de Arjona?
Hay que tomar en cuenta que la Real Academia Española intenta englobar todas las lenguas hispanas, por lo que, palabras que se usan en España, seguramente aquí no se utilizan, pero saldrán agregadas en el diccionario de todas maneras.
Pero las opiniones no se dejan esperar, tanto con gracia, como con cierta indignación:
Así, una ola de críticas y discusiones online forman alrededor del mundo cada vez que la RAE realiza un cambio. Debates de ortografía se pueden ver diariamente en las redes sociales, como cuando se agregó la palabra “amigovio” al diccionario en 2014, término que se refiere a ese amigo que es “compañero de cañas” o de esos noviazgos poco formales, lo que causó furor en redes sociales, además de malentendidos.
O como cuando España admitió la palabra “iros”, en vez de su forma correcta “idos” o “íos”, ya que nadie los utilizaba. Sin embargo, después del anuncio, se formó una guerra gramatical en Twitter, donde mucha gente aseguró utilizar esos dos términos en vez de “iros”, mientras otros decían que ellos jamás los usaron, limitándose a usar “iros”.
Aunque hubo hasta tiempo de crear memes:
Aun así, sigue habiendo gente que no está de acuerdo con todos estos nuevos cambios introducidos al español, ya que muchos creen que la Real Academia Española tiene la labor de proteger nuestro lenguaje y no agregar palabras que “se dicen mucho” o que simplemente están mal dichas o escritas.
El Twitter oficial de la RAE se llenó de indignaciones al momento en que comenzó a circular la noticia de que tanto las palabras “toballa” (toalla), “asín” (así) y “almóndiga” (albóndiga) eran parte de nuestro diccionario, por lo que la institución tuvo que enviar un comunicado que decía lo siguiente:
Esto nos lleva a la conclusión de que es importante conocer la finalidad de nuestro diccionario. A fin de cuentas, como les dijimos en un artículo anterior, no es que la Real Academia defina qué se dice… lo que se dice, define qué abarca el Diccionario de la Real Academia.