*Esta nota fue originalmente publicada en 2017.
Aromáticos jabones de café, miel, maracuyá o incluso almendras, son los que están haciendo mujeres haitianas para entregarlos en distintas escuelas del país que no cuentan con los recursos necesarios para comprar productos básicos de higiene.
Imagen: Facebook Anacaona |
Estas mujeres están trabajando por primera vez de manera formal, gracias Anacona, una empresa social que busca impactar positivamente en tres áreas: entorno, salud e igualdad de género.
Lo interesante es que estos jabones vienen de los lugares más acomodados del país: 29 hoteles de lujo ubicados en Puerto Príncipe, Jacmel, Côte des Arcadins (ciudad costera famosa por sus playas de arena blanca, palmeras y numerosas actividades acuáticas) y Cabo Haitiano.
Porque aunque Haití es un país donde hay mucha pobreza (la tasa de desempleo es del 40,6% y el 80% de la población vive con menos de 2 dólares diarios), también cuenta lugares maravillosos donde se está potenciando el turismo.
Anacaona tiene convenios con estos hoteles y mensualmente recolectan cerca de 120 kilos de jabón para reciclar. Así, se evita el desperdicio y las barras de jabón que dejan los clientes en los hoteles, encuentran un nuevo uso. Aquí te explicamos cómo.
Una vez al mes, visitan cada uno de los hoteles con los que tiene este acuerdo para recoger los jabones. En vez de terminar en la basura, las barras de jabón son llevadas al taller de Anacaona, donde son desinfectadas y recicladas por mujeres capacitadas para hacerlo.
El jabón que producen es 100% biodegradable, tiene atractivos colores y aromas, como limón haitiano, miel, flores y almendras, café, etc.
Una vez que el jabón está listo y empaquetado (también con materiales biodegradables), se redistribuye a las escuelas que carecen de suministros básicos de higiene en Puerto Príncipe y Jacmel. Los niños y sus profesores utilizan los jabones en dos momentos clave: después de usar el inodoro y antes de comer, principalmente. Desde que comenzó el proyecto, el año pasado, han entregado más de 600 barras de jabón en distintas escuelas.
Imagen: Facebook Anacaona |
Pero esto no termina ahí, porque en la organización entrenan y guían a los profesores de las escuelas sobre las lecciones básicas de higiene, para que luego ellos les enseñen a sus alumnos. Estamos hablando de un país donde desde el año 2010, más de 700 mil personas han sido afectadas con la enfermedad del cólera, de los cuales casi 9 mil han muerto.
Una de las fundadoras, Laure Bottinelli, cuenta que fue difícil convencer a las mujeres encargadas de la limpieza en los hoteles para que recogieran los jabones, porque muchas veces ellas se los llevaban a sus casas para usarlos con su familia.
Imagen: Facebook Anacaona |
“Con ellas hicimos un trabajo de sensibilización para explicarles que la calidad de ese jabón que recolectamos realmente es muy mala, es muy sucio, viene con pelos pegados, papel higiénico... les decimos incluso cómo se pueden contraer enfermedades de la piel por usar esos jabones usados”, dice a CNN Bottinelli.
Además de reciclar y entregar los jabones en las escuelas, Anacaona vende estas barras de jabón en otros lugares. El dinero recaudado se utilizará para comprar los filtros de agua de cerámica producidos localmente y serán distribuidos en las mismas escuelas y en hospitales que lo necesiten.
“Yo no quería solamente coger los jabones de los hoteles y reciclarlos y dárselos a los niños”, dice Bottinelli. “La idea no era tener una ONG más, porque hay miles acá, sino montar una empresa social. Eso significa que primero tenemos un negocio, claro, para mantenernos, pero luego tenemos actividades sociales que impactan de manera positiva a la comunidad”.
¿Les parece muy obvio este hábito? Para muchos lavarse las manos es algo adquirido, pero en muchos lugares del mundo aún es algo poco común, sobre todo en contextos de extrema pobreza. Y es una de las formas más simples y efectivas para prevenir la transmisión de gérmenes. Es fundamental para reducir la propagación de enfermedades diarreicas y respiratorias. Se estima que el lavado de manos con agua y jabón puede reducir las enfermedades diarreicas asociadas a muertes hasta en un 50% y las infecciones respiratorias en un 25%, y sigue siendo la medida primordial para reducir la incidencia y la propagación de enfermedades trasmisibles. Es tan importante que incluso hay un Día Mundial del Lavado de Manos con agua y jabón.