En los inicios de la humanidad, cuando las personas no eran capaces de demostrar su amor hacia alguien con palabras, lo hacían cantando y bailando, al igual que los pájaros. Suena lindo y no lo decimos nosotros, sino que el naturalista inglés, Charles Darwin, en su libro de 1859, El origen del hombre. De esa forma, la música se transformó en un descubrimiento que no fue realmente necesario para la supervivencia del ser humano, pero que sí le ha servido para comunicarse y expresarse.
Esta forma de expresión ha sido propia desde hace muchísimos años, pero además de incluir creatividad, identidad y humanidad en ella, tiene un rol muy importante cuando de aprendizaje se trata. De hecho, esa es una de las razones por las que la mayoría de nosotros tuvo que enfrentarse a la flauta dulce en el colegio y tocar canciones como El himno de la alegría.
Y existen varias publicaciones científicas que ligan el contenido emocional que desencadenan las notas musicales en el órgano más complejo y desarrollado de la especie humana: el cerebro. Es por eso que a continuación te mostraremos la evidencia en torno a cómo la música impacta positivamente en nuestro aprendizaje, en el sentido amplio de la palabra.
Aunque no todo el mundo interpreta la música de la misma manera, está comprobadoque el cerebro libera una sustancia química ligada al placer cada vez que escuchamos música que nos agrada o tocamos un instrumento: la dopamina. Este neurotransmisor, varias veces denominado como la “hormona de la felicidad”, también se produce cuando comemos algo que nos gusta o tenemos relaciones sexuales.
¿Pero qué tiene que ver esto con el aprendizaje? Bueno, está comprobado que los recuerdos que contienen un componente emocional en ellos, como los que se generan con la música, tienen más posibilidades de quedar para siempre en la memoria.
Por eso, si uno escucha un tipo de música al momento de aprender algo y luego vuelve a escuchar esas melodías, sus recuerdos del contenido estudiado serán más y mejores.
Así que, si estás en medio de una ruptura amorosa y te pones a escuchar a Mon Laferte, es más probable que venga a tu memoria lo que estabas leyendo durante ese triste y emocional momento (además de una que otra emoción… o un río de lágrimas).
Una buena canción puede ser muy importante al momento en queguaguas (bebés) están empezando a hablar. ¿La razón? El repetir una y otra vez una melodía, con ritmo y rimas, les ayudaría a comprender y recordar el significado de las palabras de una forma más lúdica y, por ende, aumentar la concentración. Además,al incluir gestos y movimientos a las canciones, facilitaría además el aprendizaje y la coordinación.
En otro estudio de la misma línea, hecho por la Universidad de Washington, científicos descubrieron que a las guaguas se les hace mucho más fácil aprender nuevas palabras a través de la música. Eso se debe a que al igual que con el lenguaje, la música también tiene patrones como ritmo y sílabas, que se van repitiendo constantemente.
La investigación concluyó que entender estos patrones es una tarea difícil para el cerebro, pero que al mismo tiempo, puede hacer que los bebés aprendan mucho más rápido a hablar y comunicarse.
Una investigación liderada por la psicóloga clínica e investigadora del Hospital Mc Lean de Estados Unidos, arrojó que los niños que practicaron un instrumento durante tres años por lo menos, tuvieron mejores resultados relacionados con la motricidad fina, el vocabulario y el razonamiento, que los que no tuvieron este tipo de educación.
Pero eso no es todo. El profesor E. Glenn Schellenberg de la Universidad de Toronto, concluyó en este estudio que tocar un instrumento cuando niños, ayuda a aumentar el Coeficiente Intelectual y sus calificaciones a nivel general. Eso sí, mientras se siga practicando, pues se cree que ese aumento se desvanece si se deja de estimular el cerebro. De todos modos, Schellenberg argumentó que las clases de música, ya sean de canto o de algún instrumento, funcionan como educación adicional además del colegio, incluso mejorando el rendimiento en otras asignaturas.
Para explicar esto mejor, en este video de TED un grupo de neurocientíficos analizó qué pasaba dentro del cerebro de un músico profesional, en tiempo real, mientras tocaba un instrumento. Los expertos creen que tocar un instrumento involucra, prácticamente, todas las áreas del cerebro a la vez.
Otra capacidad impresionante del cerebro de los músicos altamente entrenados, es que como explicamos antes, se requiere motricidad fina, junto a precisión matemática y de lenguaje. Es por esta razón que se descubrió que tocar un instrumento a nivel profesional permite a los músicos enfrentar problemas de manera más eficaz y creativa.
Escuchar música tranquila y armoniosa, como la clásica o instrumental, según la psicopedagoga Miriam Sancho, puede funcionar como fuente de motivaciónpara realizar tareas que podrían volverse monótonas y tediosas, como por ejemplo, leer un gran libro que consideras muy aburrido.
Eso sí, las melodías no deben contener letra, escucharse demasiado fuertes o evocarnos recuerdos del pasado, ya que podría tener un efecto contrario al esperado.
Por ejemplo, algunos cirujanos usan música para bloquear distracciones. También escuchar armonías de fondo mientras se escribe, puede aumentar la creatividad.
Así que ya sabes. La música, además de ser altamente divertida para pasar los ratos, al escucharla y sobre todo practicarla puede mejorar la memoria, tu CI e incluso ayudar a concentrarte. Aprovecha las clases de música de tu colegio,vuelve aponerle melodías a tu rutina o si no consideras que es suficiente, ¡busca a alguien que te enseñe a tocar un instrumento!