Todos nuestros días parten con un mismo hito: despertar. A veces, de manera natural, cuando la luz del sol entra a la pieza y el cuerpo reacciona activándose. Pero en otras (la mayoría de ellas para lamentación de muchos), despertamos a causa del sonido de una alarma, pues ya es hora de ir a trabajar o estudiar. Ese momento, en general, marca el resto de nuestro día.
Si duermes mal y despiertas cansado, no estarás en tu 100%, si la alarma es molesta, puede que tengas un dolor de cabeza o un mal genio que te acompañe durante la mañana, o bien, si despiertas naturalmente y tomas un rico desayuno, es posible que ése sea el comienzo de una excelente jornada.
En El Definido nos propusimos buscar cuáles son las mejores formas de despertar, qué dice la ciencia sobre ese especial momento de nuestro día, y cómo la tecnología puede ayudarnos a hacer de nuestros amaneceres, momentos más placenteros y agradables.
La forma más común en que todos despertamos, es a través de la alarma de nuestro celular, pues ya pocos tienen un reloj despertador que los ayude a abrir un ojo en las mañanas. Programamos la alarma y listo, nos aseguramos de despertar.
Sin embargo, muchos la posponen para “pegarse una pestañita” antes de levantarse de la cama definitivamente. ¿Qué dice la ciencia? ¡Nada peor que eso! Si te despiertas, hazlo de una sola vez y ya.
Tener el hábito de presionar el botón “posponer” una o más veces, puede convertirte en un zombie el resto del día. Cuando el despertador suena, tu cuerpo comienza poco a poco a activarse, hasta sentirse completamente activo. Sin embargo, al posponer la alarma y dormir cinco minutitos más, le estás dando la señal equivocada a tu cuerpo: “compadre, esto fue sólo un impase, tu sigue descansado, relax”.
Entonces tu cuerpo, agradecido, vuelve a relajarse y a hundir el cerebro en los brazos de Morfeo. Todo mal, porque cuando definitivamente tengas que despertar te costará un mundo, pues tu cerebro estará iniciando un nuevo ciclo de sueño, y ése es el peor momento para obligarlo a activarse. ¿Consecuencias?
Estarás más lento, porque tu cuerpo se encontrará en un proceso llamado “inercia del sueño”, en que todavía le hace falta un tiempo para ser feliz estando en vigilia, tu tiempo de reacción estará retardado, te fallará la memoria, te costará realizar tareas matemáticas y te será difícil ponerte en alerta ante una emergencia. Todos hemos pasado por ese mal momento en que, mientras nos hacemos un café e intentamos abrir los ojos, alguien nos habla un tema complejo y, mental, emocional y físicamente, no somos capaces de responderle: inercia del sueño, ¡tu cuerpo añora volver a las sábanas!
Si alguna vez has despertado durante mucho tiempo con una canción y, de pronto, la escuchas en la calle, sabes que tu cuerpo reacciona de una extraña manera. Con molestia, pues está acostumbrado a que lo saquen a tiros de las suaves y calentitas sábanas cada vez que lo escucha.
El mejor consejo es ir cambiando cada cierto tiempo de alarma y, ojalá, que ésta sea un sonido suave y agradable, jamás tu canción favorita (porque la matarás para siempre) y menos algo con un volumen muy alto o estridente. El Ph.D. Michel J. Decker, de la Universidad Case Western Reserve, dice que -a pesar de que no hay estudios concluyentes- es muy posible que el sonido con que despertamos influya en nuestro estado de ánimo durante el resto del día. Así que a elegir bien.
La app de alarma de tu celular no es la única opción que tienes para despertar, hay varias opciones que pueden ser ideales para los haters de los ruidos predeterminados del celular. Vamos viendo.
* La aplicación Sleep Better (disponible para Android e IOS) de Runtastic no solamente busca que despiertes con un sonido más agradable, sino que monitorea tu sueño para despertarte en el momento exacto. Es decir, tu le indicas a la aplicación que te quieres despertar entre 7 y 7:30, por ejemplo. Entonces, Sleep Better -a través de tu smartphone dispuesto bajo tu almohada- percibe cuando estás pasando por un sueño liviano, porque te mueves en la cama. Es ahí cuando te despierta.
* Este otro aparatito es soñado, porque no te despierta con ruido, sino con luz, lo que apela a una forma mucho más natural de entrar en vigilia. Se llama Philips Wake-up Light y funciona iluminando tu pieza gradualmente a la hora indicada, como si el sol estuviese saliendo (aunque sea un triste y lluvioso 9 de agosto a las 6 a.m.). De acuerdo a este artículo de la Universidad de Westminster, esta forma sería la más recomendada por la ciencia para despertar artificialmente , pues “prepara al cuerpo y al cerebro para los factores estresantes del día”, simulando un amanecer natural.
* Otras opciones son crear tu propio ringtone para despertar, haciéndolo desde iTunes (Iphone) o directamente en Android. También IOS recientemente incorporó la viñeta “hora de dormir” en su app de reloj, donde puedes configurar la cantidad de horas que quieres dormir, una alarma que te manda a acostarte (como una cyber madre) y agradables sonidos de alarma.
Tal como les contamos en este artículo de El Definido, el desayuno no necesariamente es la comida más importante del día. Hay mucha gente que despierta sin ganas de tomarse un vaso de leche al seco, un plato de corn flakes o un pan con palta. Sencillamente su estómago despierta más tarde que su cabeza y, si abrió un ojo a las 7, recién a las 9:30 comienza a tener hambre. Otros, despiertan con un hambre voraz.
Que no se mal entienda, tomar desayuno está relacionado a muchos beneficios (menor índice de masa corporal o menor riesgo de sobrepeso, entre otros), pero no hay pruebas significativas que atestigüen el hecho de que el desayuno es LA comida más importante del día. ¡Es tan importante como cualquier otra!
Entonces, si prefieres comer más tarde, no hay drama, siempre y cuando se transforme en un hábito y lo hagas de la misma manera todos los días. Si hay algo que nuestro cuerpo adora son las rutinas y las reglas, pues se habitúa y sabe cómo actuar en cada momento.
Por lo tanto si te preguntas, ¿tengo que tomar desayuno apenas despierte para tener un mejor día? ¡No necesariamente! Todo depende lo que tu cuerpo te pida.
Hay quienes dicen que la mañana es el mejor momento para hacer ejercicio, pues nos ayudaría a adelgazar de manera más rápida. “Nones”, dice la profesora Kym Guelfi de la Universidad de Western Australia, pues no hay evidencia científica que avale tal afirmación. Si te gusta abrir un ojo y ponerte las zapatillas para ir a correr o sacar tu mat de yoga, ¡bienvenido sea! Nada mejor que tener hábitos de ejercicio. Pero si lo haces en la tarde, cuando llegas a la casa, es un momento igualmente bueno para la actividad física. Ambos tienen el mismo beneficio.
La razón es la siguiente: es cierto que en la mañana se queman más grasas, pero también nuestro cuerpo está más dormido, por lo que duramos menos en el ejercicio. Por la tarde, nuestro cuerpo está totalmente activo y despierto, así que podemos exigirle más, aunque no quememos proporcionalmente la cantidad de grasas que en la mañana. ¿Qué es mejor? Pues es relativo, dependerá de una proporción entre la cantidad de grasas que quemes a esa hora del día y las horas que te ejercites. Al final, lo importante es que te ejercites y punto.
Entonces, si alguien te dice que andarás mejor durante el día si te levantas en la mañana a hacer ejercicio, desayunas y te vas a la pega, respóndeles también, “no necesariamente”. Dependerá mucho del horario en que a ti más te acomode ejercitarte.
Cuando te despiertes ten consciencia de la importancia de ese momento. Escucha a tu cuerpo, siente qué es lo que necesita: un plato de avena, una clase de spinning o un momento de tranquilidad para acabar de despertar antes de activarte. Pero si tu cuerpo dice, “¡quiero seguir durmiendo, por favor aprieta “posponer”!, no le hagas caso, puede ser la peor decisión. También configura una alarma que no te inquiete, sino que sea lo más agradable posible y logre así que la transición entre el sueño y la vigilia, sea lo más natural posible.