*Esta nota fue publicada originalmente en 2016 (20 de octubre).

Gracias a la televisión y el Internet, hasta la persona más sedentaria sabe una o dos técnicas de supervivencia. Hablamos de esas perlas de conocimiento que, nos imaginamos, salvarán nuestro trasero al momento de enfrentarnos a peligros de la vida salvaje, como la deshidratación, las serpientes venenosas y el frío extremo.

Pero tal como hemos visto en otros casos, este tipo de información suele tener un origen dudoso o desconocido, por lo que vale la pena preguntarnos en el caso de estas técnicas, qué tan efectivas son realmente. ¿Es verdad que un oso me dejará tranquilo si me hago el muerto?, ¿que un cactus me puede salvar de morir deshidratado?, ¿que el alcohol me mantendrá calentito cuando el frío arrecie?

Ya sea por curiosidad o por un inminente viaje inspirado por Into The Wild, te invitamos a tomar nota de las semi-verdades, los mitos y las alternativas que sí funcionan.

Hazte el muerto ante un oso y te dejará tranquilo

Esto puede clasificarse como dato freak más que técnica, porque el día que veamos osos por los Andes chilenos será el día que los polos se inviertan y el mundo colapse, ¡pero veámoslo de todas formas!

Aquí nos basamos en lo publicado por la Federación Nacional de Vida Salvaje (NWF) de Estados Unidos, quienes sí saben de osos. La NWF recomienda actuar de modo distinto, dependiendo del oso.

Si se trata de un oso grizzly, uno de los miembros más grandes de su especie, y el lugar no es su hábitat, se espera que éste se asuste fácilmente, por lo que se recomienda quedarse en el lugar, hacer ruido y moverse para parecer más grande, por ejemplo, agitando los brazos. En el caso de encontrarse con el oso grizzly en su hábitat, es posible que se muestre defensivo. En tal situación, la NWF sugiere retirarse lentamente y, frente a un inminente ataque, hacerse el muerto, poniéndose en posición fetal, protegiendo el cuello con las manos (por si el oso se pone a juguetear con nosotros).

Pero cuando no conviene hacerse el muerto es frente a un oso negro, más pequeño y de temperamento más relajado que su primo grizzly. En caso de pillarlo merodeando, se recomienda asustarlo con ruido y movimiento. Si la cosa se pone fea y el oso negro ataca, según expertos, "hay que pelear de vuelta, con objetos a la mano o golpeando y pateando al oso".

Llevándolo a un caso más latinoamericano, podríamos hablar del puma. El SAG recomienda aplicar una técnica parecida: hacerse más grande utilizando brazos y chaquetas, mantener una posición erguida y alejarse lentamente sin nunca dar la espalda.

Se puede chupar el veneno de una herida

"Chupar" y "veneno" son dos palabras que nunca deberían ir en la misma oración. El mito gozó de cierta popularidad por su utilización en series como Bonanza, pero expertos lo desechan completamente.

"La evidencia sugiere que cortar, chupar o aplicar un torniquete o hielo no ayuda en nada a la víctima", señala Robert A. Barish, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland.

Aunque "extraer" el veneno por algún medio tenga algo de lógica, éste ingresa inmediatamente al torrente sanguíneo, por lo que cualquier medida que apunte a extraerlo de forma local no logrará absolutamente nada. Es más, incluso puede empeorarlo al contaminar la herida.

¿Qué hacer, entonces? Llamar a emergencias o llevar a la persona al hospital. Cuando hay veneno de por medio no hay atajos a lo MacGyver.

Se puede obtener agua de un cactus

La sabiduría popular nos señala que el cactus es un regalo caído del cielo cuando nos enfrentamos a una inminente deshidratación en el desierto. La realidad es un poco más complicada.

Tony Nester, experto en supervivencia, señala que, salvo por el cactus de barril (presente en el desierto mexicano), los fluidos que se puedan extraer de esta planta son tan ácidos que lo único que lograrías es una diarrea o un ataque de vómito muy inoportuno.

Las alternativas para buscar fuentes de hidratación variarán mucho del lugar, pero Nester agrega que es importantísimo tomar nota de la fauna y flora. La aparición repentina de aves e insectos suele señalar una fuente de agua cercana, como también la presencia de árboles de hojas anchas.

Beber tu orina puede salvarte en emergencias

Si Bear Grylls lo hace con una regularidad sospechosa, entonces debe servir ¿verdad? Bear tendrá su opinión, pero la ciencia dice otra cosa.

"Piensa que es como tomar agua de mar", dice Jeff Giullian, nefrólogo. "Te va a deshidratar y hará significativamente más daño que bien", agrega. Esto porque, si bien la mayoría de la orina es agua (95%), el resto son excesos de cloruro, sodio y potasio que, en altas concentraciones, aceleran la deshidratación. La lección es clara: si tu cuerpo lo bota, es por algo.

El musgo crece en el lado norte de los árboles

Los mismos creadores de "si un oso te ataca, pégale en el hocico", la NWF, también se tomó el tiempo de desmentir esta popular creencia.

¿La realidad? Al musgo le importan un comino los puntos cardinales, solo le interesa un lugar húmedo donde reproducirse. Es cierto, el lado norte suele tener más sombra (en el hemisferio norte, en el sur es el lado opuesto), pero el musgo podría perfectamente aparecer hacia otro lado del árbol o roca si las condiciones lo favorecen.

Sin embargo, el sitio Natural Navigator señala que la técnica del musgo puede servir, con ciertas condiciones. Debes encontrar una superficie suave e idealmente vertical cubierta de musgo que se encuentre a al menos 60 centímetros del suelo. Esto significa que la evaporación del suelo no fue la responsable, por lo que es más probable que el musgo indique correctamente el norte o sur, dependiendo del hemisferio.

El alcohol te mantiene calientito

Ya perdimos la cuenta de la cantidad de películas que muestran a hombres al borde de la hipotermia, compartiendo una botellita de whiskey para pasar el frío. Lamentablemente, la ciencia indica que lo único que lograrían es morir congelados contándose chistes bien charchas.

Los Cazadores de Mitos de Discovery, señalan que el alcohol realiza un acto de ilusión: sientes más calor, pero en realidad tu temperatura corporal disminuye. ¿Cómo?

El alcohol desactiva uno de los mejores métodos de conservación de la temperatura corporal central (el calor que te mantiene vivo) que existen: la vasoconstricción. Uno o dos sorbos de ese whiskey, y los vasos sanguíneos se dilatan, llevando la sangre más caliente hacia la superficie de la piel. Esto significaba que nos sentiremos calentitos por un rato, puede que incluso nuestras mejillas se "enciendan", pero el calor rápidamente se perderá. Al mismo tiempo, nuestra temperatura central disminuirá por la pérdida de esa sangre calentita que nuestro cuerpo tenía antes guardada bajo llave.

El sitio Skilled Survival recomienda sustituir bebidas alcohólicas simplemente con agua, para mantenerse hidratados, y algo con azúcar para mantener a raya la pérdida de carbohidratos. Livestrong recomienda chocolate caliente, por su contenido graso, si estuviese en el menú.

En una emergencia, el alimento debe ser prioridad

No queremos asustarte pero, si llegas a estar perdido en medio de la naturaleza debes saber que hay peligros mortales más inminentes que la inanición.

Depende de muchos factores, pero expertos señalan que se puede vivir varias semanas (¡hasta mes y medio!) sin alimentos sólidos. ¿Qué priorizar? Fuentes de hidratación, porque, dependiendo de las condiciones, el pronóstico de supervivencia puede ser de menos de un día a hasta una semana; y refugio, para mantenerse resguardado de las temperaturas extremas.

Si un tiburón te ataca, golpéalo en la nariz

Si te quedaste con las ganas de noquear al oso, quizá sientas deseos de romperle la nariz al predador por excelencia de los océanos. Los expertos dicen, sin embargo, que no es una buena idea.

"¿Has tratado de golpear bajo el agua? No funciona muy bien", explica David Shiffman, estudiante de doctorado en ecología de tiburones y autor de la cuenta de Twitter @WhySharksMatter (Por qué los tiburones importan). "El mejor consejo es ir por el ojo. Si le metes algo en el ojo, dejará de hacer lo que está haciendo", continúa Shiffman.

Aunque los ataques de tiburones son rarísimos, esta técnica sí cuenta al menos con un caso exitoso de aplicación. Scott Stephens es un surfista que fue atacado por un tiburón blanco en 2012, y comentó que, solo luego de pegarle en el ojo, éste lo soltó.

Aplicar un torniquete evita desangramientos

Esta es una de esas técnicas que son útiles o no, dependiendo del conocimiento que posea la persona, porque aplicar un torniquete no es poner un parche curita. Si no pasaste la clase de torniquetes con sobresaliente, lo ideal es no intentarlo a menos que sea una situación crítica donde no haya absolutamente ninguna otra alternativa.

¿Por qué? Un torniquete bien aplicado, en la zona correcta y con la presión adecuada, puede detener efectivamente la pérdida de sangre. Uno mal aplicado puede no solo no detener el sangrado, sino empeorarlo al dañar vasos sanguíneos y matar tejido, haciendo que el tratamiento posterior se complique más.

El médico de urgencias Joe Holley, agrega que los torniquetes además no son muy efectivos en ciertas zonas: tercio superior de extremidades, axila, ingle, tronco, cuello y cuero cabelludo. También señala que, según guías militares del ejército de Estados Unidos, se sugiere su aplicación 5 a 7 centímetros sobre la herida, y que, de estar bien aplicado, provocará un gran dolor en la extremidad. En definitiva, torniquetes are hard, y solo deberías pensar en aplicar uno si cuentas con la preparación necesaria.

¿Qué otro mito rebatirías o agregarías?