El 14 de abril del 2014, el mundo entero se conmovió tras el secuestro de 276 niñas de entre 15 y 18 años, desde un instituto internado en Chibok, en el estado de Borno, Nigeria. ¿Los responsables? El grupo terrorista islámico Boko Haram, quienes se han adjudicado la muerte de miles de nigerianos en la última década, por considerar que, como dice su propio nombre, “la educación Occidental es pecado”.
Tras esto, las familias de estas niñas, junto a autoridades y a los medios del país comenzaron una fuerte campaña mediática a través de las redes sociales llamada #BringBackOurGirls (traigan de vuelta a nuestras niñas), la que rápidamente se hizo viral en todo el mundo y en la que han colaborado autoridades de muchos países, incluida Michelle Bachelet y Michelle Obama.
Fueron dos años y medio de incertidumbre y de lucha incansable de las familias nigerianas y del Gobierno, quienes al fin, junto al apoyo constante de Cruz Roja Internacional y del gobierno Suizo, lograron un acuerdo con los terroristas. Eso sí, el detalle aún se desconoce, pero lo que sí se sabe es que se logró que Boko Haram liberara a 21 niñas, como parte de la primera etapa de negociación.
Aquí les contamos la historia de este acuerdo en detalle.
Boko Haram, como les mencionamos en detalle en esta nota, es un grupo de carácter islamista de Nigeria, que se diferencia de otros sectores musulmanes porprohibir la participación en cualquier política o actividad social asociada con la cultura occidental.
Uno de los principales objetivos de este grupo es establecer la Sharia como norma vigente en el país, es decir, un estado islámico. La Sharia es un código detallado de conducta, que incluye los criterios de la moral y la vida, las cosas permitidas y prohibidas, las reglas del bien y el mal. Es llamada algunas veces como ley musulmana o ley islámica.
Nigeria es una república federal, basada en el modelo norteamericano, ejercido por un presidente, por lo que el grupo extremista (no representa al Islam ni a los musulmanes) asegura que el país está siendo liderado por "no creyentes", lo que para ellos es sinónimo de traición y transgresión, por lo que consideran que hay que atacarlos y practicar el terrorismo civil.
Y las niñas de Chibok fueron víctimas de este terrorismo, como parte de una campaña política en contra de la educación occidental de los estados nigerianos de Borno, Yobe y Adamawa. Boko Haram se opone a la educación de las mujeres, por lo que el secuestro es un acto simbólico, y para reforzar su postura han difundido videos o imágenes de las adolescentes vestidas con hiyab, rezando el Corán.
De las 276 niñas secuestradas, 57 lograron escapar al poco tiempo y develaron las atrocidades que viven las niñas junto al grupo terrorista, como por ejemplo: hasta 15 abusos sexuales por día, que eran vendidas por 9 euros, que si llegan a quejarse o gritar, les cortan el cuello y que son obligadas a matar en nombre de Boko Haram.
La campaña mundial #BringBack OurGirls surgió para presionar las negociaciones y lograr la liberación de las niñas nigerianas, vivas y sanas, esto ya que el gobierno del presidente Goodluck Jonathan de Nigeria, tardó dos semanas en reconocer que había ocurrido el secuestro.
Por esta indiferencia y por la impotencia de que nadie respondía a las familias de las niñas, Obiageli Ezekwesilieze, ex ministra de Educación y ex vicepresidenta de la división para África del Banco Mundial, organizó una marcha en la capital de Nigeria, Abuya, en la que cientos de manifestantes vestidos de rojo protestaron frente a la Asamblea Nacional portando pancartas con la leyenda Bring Back Our Girls.
Así fue como un tuit con esa misma frase llamó la atención internacional y millones de personas del mundo entero comenzaron a participar en una campaña viral con el hashtag #BringBackOurGirls. Cantantes, actores, políticos y celebridades se sumaron a la campaña reclamando la devolución de las niñas. Michelle Obama, Hillary Clinton, Justin Timberlake, Salma Hayek, Angelina Jolie, Sean Penn, Emma Watson, Cara Delevigne e incluso Michelle Bachelet se unieron a la causa. Y fue el tuit de Malala Yousafzai, activista paquistaní por la educación femenina y premio Nobel de la Paz, que decía “Si nos callamos, esto se extenderá y pasará cada vez más y más", el que logró viralizar el tema definitivamente.
Ezekwesilieze, señala que “tenemos que hacer mucho más que crear campañas en redes sociales. Tenemos que exigir acción y demandar una respuesta coordinada para buscar a las niñas. Y exigir que nunca más vuelvan a secuestrar a estudiantes en Nigeria", esto aludiendo a que a pesar de que la campaña viral, han pasado más de dos años y aún no se sabe nada de las niñas. Hasta ahora.
La respuesta del gobierno de Nigeria fue muy lenta. Las familias de las niñas secuestradas no han descansado en su lucha por la liberación, marchando por las calles cada cierto tiempo, llenando de pancartas la ciudad de Chibok para que nadie olvide los rostros y nombres de las niñas y para presionar al gobierno a que tome decisiones.
Boko Haram señaló inmediatamente que la única posibilidad de liberación de las niñas era a través de la negociación. Si el gobierno liberaba a prisioneros del grupo terrorista, el grupo islámico, liberaría a las niñas. Han sido más de dos años de negociaciones, y hoy, tras el apoyo de Cruz Roja Internacional y el gobierno de Suiza, se logró la primera negociación y la liberación del primer grupo de niñas.
Boko Harem liberó a 21 de las niñas el jueves pasado. Se habla de que ya hay un próximo acuerdo de liberación de otras 83 jóvenes, y que se está negociando la liberación total de ellas, si es que el gobierno se sienta a dialogar con los terroristas.
Por su parte, el ministro de información de Nigeria, Lai Mohammed, negó los reportes de que Nigeria había intercambiado a combatientes capturados de Boko Haram para la liberación de las niñas, asegurando que no tenía información de que se hubiera pagado algún rescate. También afirmó que las operaciones del ejército nigeriano contra el grupo terrorista continuarán, al igual que las conversaciones con el grupo islámico “hasta la liberación de todas”.
Las 21 niñas liberadas ya se encuentran con sus familias, tras tres días de revisión médica desde su liberación. Ayer, en una ceremonia cristiana en la capital Abuya, éstas aseguraron que sobrevivieron cerca de 40 días sin comida, a bombardeos constantes y que más de 40 de ellas se vieron obligadas a contraer matrimonio. Hoy las negociaciones continúan, y las familias y el mundo están expectantes ante la liberación de las que faltan.