En el siglo XXI las tareas domésticas y el cuidado y crianza de los hijos, cada día son más compartidas entre hombres y mujeres. Esto, especialmente, desde que se incrementó el ingreso femenino al mundo laboral. Pero son siglos de cultura que han ubicado a la mujer como la responsable del hogar y al hombre como proveedor, por lo que aún queda mucho camino para equilibrar los roles en pro de una igualdad de género.
En oriente esta discriminación es aún más compleja. En Japón, los hombres dedican en promedio, menos de media hora al día a las actividades no remuneradas domésticas, frente a las más de 5 horas de sus mujeres, según un estudio realizado en 2014 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que integran 35 países. Estudio que ubicó a Japón como el país en el que los hombres menos colaboran en las tareas del hogar en relación a las mujeres.
Con el fin de incentivar la responsabilidad compartida en las tareas domésticas y en la crianza de los hijos, y también con la intención de elevar el respeto por las mujeres dueñas de casa y su trabajo silencioso y poco valorado; varios gobernadores del sur de Japón decidieron lanzar una campaña para concientizar a la población y promover así la participación masculina en el hogar, llamada “El gobernador es una mujer embarazada”.
Los políticos se pusieron vientres falsos de siete kilos, simulando ser mujeres embarazadas de siete meses de gestación, para comprender, en cierta forma, el gran esfuerzo que realizan las mujeres embarazadas al hacerse cargo de las tareas domésticas, y también a las mujeres en general, ya que son ellas quienes se llevan la mayor cantidad de trabajo en el hogar.
Para revertir esta realidad y lograr que los hombres asuman mayor protagonismo en el hogar, decidieron promover la campaña grabando un video que muestra a los gobernantes subiendo escaleras, transportando compras o esperando a que alguien le ceda el asiento en el bus. También se ve a uno de los políticos que tiene problemas para ponerse los calcetines y a otro, muy cansado, después de haber tendido la ropa.
"Veo qué difícil es llevar a un niño (en el vientre) y realizar las tareas domésticas", dice Shunji Kono, de 52 años, gobernador de Miyazaki, agregando que "creo que tengo que ser mucho más amable".
“Realmente no lo entendía”, dice Tsugymasa Muraoka, gobernador de Yamaguchi y padre de tres niños, añadiendo que “ahora entiendo lo que mi esposa tuvo que soportar durante tantos meses. Estoy completamente agradecido”.
La creativa campaña, que mezcla la crítica social con el humor, rápidamente se volvió viral a nivel mundial y la gente la recibió de buena forma, compartiéndola a través de sus redes sociales y contactos. Y si bien aún queda mucho camino por delante para lograr un mayor equilibrio entre ambos géneros, este tipo de campañas promueve un cambio cultural respetuoso y necesario y creemos necesario destacarlo.