Mientras nos acercamos al 8 de noviembre, fecha donde se definirá el próximo presidente norteamericano, y mientras se prepara el primer debate presidencial, establecido para el 26 de septiembre, nuevos nombres surgen en la contienda, ganando cada día más cobertura mediática y popularidad.

Y es que los candidatos de los dos grandes partidos, el demócrata y el republicano; Hillary Clinton y Donald Trump, han aumentado sus cifras de rechazo en el electorado estadounidense. Según un promedio de sondeos ambos tienen un porcentaje de rechazo de un 55% y 56% respectivamente. Al mismo tiempo que la encuesta Data Targeting señala que el 55% de los estadounidenses estaría a favor de contar con un candidato diferente al de los dos partidos tradicionales.

Noción que se consolida tras las revelaciones de los 15 mil nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton, cuando era Secretaria de Estado, los cuales no forman parte de los 30 mil que facilitó a las autoridades en 2014 y que involucrarían a su fundación en un conflicto de interés. Y tras la discusión deTrump con la familia árabe de un soldado fallecido en Irak, que fue muy mal vista por una sociedad que respeta enormemente a ese tipo de linajes (considerándolas como “Familias de Oro”). Entre ésta y otras cosas, Trump tampoco está saliendo muy bien parado.

Es por esto que los medios de comunicaciones estadounidenses le están dando espacios inéditos a los candidatos presidenciales independientes o de los partidos pequeños, conocidos allá como los "Terceros Partidos". A la fecha, CNN ha realizado 2 foros abiertos al candidato libertario Gary Johnson y a la candidata ecologista Jill Stein.

Todos estos candidatos esperan poder clasificar a los debates presidenciales televisados y así visibilizar sus propuestas a una audiencia estimada de 100 millones de personas. Para lograr eso deben conseguir un 15% en al menos cinco encuestas nacionales. De poder acceder a ellas, la elección presidencial daría un giro de 180º y se convertiría en una elección entre 3 o más candidatos, y no solamente entre 2, como ha sido durante los últimos 24 años. ¿Pero quiénes son estos otros aspirantes a La Casa Blanca?

Los otros candidatos de la carrera

En cada elección de EE.UU. se presentan decenas de candidatos a la Casa Blanca, pero la mayoría de ellos pasan bien desapercibidos en su país y el resto del mundo. En esta nueva contienda, donde las posibilidades parecen ser mejores, te mostramos los tres más relevantes y que debieras conocer.

- Gary Johnson

Éste es el candidato del Partido Libertario, y ex gobernador republicano del estado de Nuevo México (1994-2003) del que ya le habíamos hablado anteriormente. Es el que tiene más posibilidad de acceder a los debates presidenciales, pues las encuestas lo muestran con un 11% de aprobación y es hoy quien tiene más apariciones mediáticas de los terceros candidatos.

Su candidatura para esta elección (lo intentó también en 2012) se ha definido como "socialmente tolerante y fiscalmente responsable", juntando lo mejor de los demócratas y los republicanos, según sus seguidores. Es que Gary es un conservador diferente, pues contrario a gran parte del partido republicano, entre sus propuestas se encuentra el apoyo al matrimonio igualitario, a la legalización del aborto y a la legalización de la marihuana. Oponiéndose además a todo tipo de espionaje por parte de los aparatos de seguridad de EE.UU. hacia sus ciudadanos y a todo tipo de regulación en el uso de armas por parte de los ciudadanos del país.

En lo económico, el ex gobernador buscaría reducir el presupuesto federal en un 40%, terminar con el ente encargado de la emisión monetaria en EE.UU. (Reserva Federal), y remplazar el impuesto a la ganancia por un impuesto al consumo.

Johnson también está en contra del intervencionismo militar (se opuso a la guerra en Irak), y ha propuesto una reducción en el presupuesto militar de EE.UU. en un 20%, considerando que las acciones militares de su país en medio oriente han vuelto al mundo "menos seguro".

- Jill Stein

La abanderada del Partido Ecologista o "Verde" es una médico con una larga carrera en el activismo de izquierda de EE.UU. Aunque actualmente tiene entre un 3% y un 5% en las encuestas, ha empezado a recibir gran cantidad de apoyo por parte de los desilusionados votantes de Bernie Sanders. Esto, ya que este grupo de demócratas ve a Hillary Clinton como una figura demasiado cercana a los intereses empresariales y a las posturas intervencionistas en política exterior.

Stein, que comparte gran parte de la agenda progresista de Sanders, ha llegado a afirmar que, aunque la plataforma "revolucionaria" de la candidatura del senador era la correcta, éste cometió un error al tratar de impulsarla en un "partido contra revolucionario" como el demócrata.

Sus dos propuestas más relevantes son: la inmediata cancelación de la deuda universitaria de todos los estudiantes del país, ya sea de instituciones públicas como privadas, con el propósito de impulsar la economía, alentando el gasto y el emprendimiento de los jóvenes; y la creación de un "Green New Deal" ( en referencia al New Deal de Roosevelt de los años '30) para impulsar la inversión de energías no convencionales, con el propósito de crear millones de empleos mediante la transición a un 100% de energía limpia renovable para el año 2030, e impulsar la inversión en el transporte público, la agricultura sostenible y la conservación.

Al mismo buscaría asegurar derechos sociales como la Salud y la Educación como derechos humanos, y propone establecer un sueldo mínimo de 15 dólares la hora (unos CLP $10.000).

- Evan McMullin

Este candidato independiente es ex agente de la CIA, ex republicano, ex empleado del banco Goldam Sachs y ex consejero de seguridad nacional del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Como Trump, nunca ha sido electo para un puesto político y está apostando a ser continuador del movimiento Nunca Trump (Never Trump)y una alternativa conservadora a la candidatura del magnate. Lo cree un "líder autoritario" y considera "ridícula" su idea de construir un muro en la frontera con México y deportar a los 11 millones de indocumentados.

Su candidatura puede ser considerada como meramente “simbólica”, pues lo más probable es que no se presente en todos los estados del país. Pero el hecho de que McMullin sea mormón, un grupo que aunque históricamente vota republicano ha tenido un alto rechazo a Trump, podría ser un factor determinante en estados del medio oeste como Utah y Nevada, en donde al magnate le ha costado más conectar.

Su mensaje político se acerca más al de los republicanos tradicionales, siendo la reducción de la deuda pública de EE.UU. (que asciende a unos 19 billones de dólares) y el fortalecimiento de la seguridad nacional, temas centrales de su campaña, ambos asuntos que según él no pueden serle confiados a Donald Trump o a Hillary Clinton.

* Dato a considerar: el sistema político estadounidense favorece el bipartidismo, puesto que se otorgan los escaños en el Congreso y se elige Presidente mediante el "winner-take-all" o "ganador se lleva todo". Los candidatos que se postulan para el Congreso sólo necesitan obtener la mayoría de los votos para resultar electos, en donde solo uno es electo por distrito. Al mismo tiempo que en 48 de los 50 estados, los candidatos presidenciales obtienen todos los votos electorales del estado aunque solo hayan ganado por un voto. Esto genera que los votantes elijan candidatos que tienen más probabilidades de ganar y provoca que los partidos en riesgo de fragmentación hagan todo lo posible para evitar divisiones durante las elecciones.

150 años de duopolio

A lo largo de la historia de EE.UU, numerosos han sido los candidatos de partidos alternativos que han buscado irrumpir en el duopolio y establecerse como alternativa, a un sistema político que desde 1852 no conoce a un Presidente que no sea demócrata y republicano. Y es que no solo desde hace 150 años que gobiernan presidentes de los mismos dos partidos, si no que dicho duopolio se ha solidificado con el paso de las décadas. 

Desde 1968, que un partido que no sea el demócrata o republicana gana en alguno de los 50 estados de la unión. En aquella oportunidad, el entonces gobernador demócrata de Alabama George Wallace, consiguió bajo la bandera del Partido Americano Independiente (conocidos como los Dixicrats), la mayoría de los votos en varios estados sureños, y el 13,5% a nivel nacional.

En las últimas décadas el mejor resultado fue el 19% del multimillonario de la tecnología Ross Perot , que en 1992 lanzó su una candidatura independiente a la presidencia. Ésta tenía como mensaje central la reducción del creciente déficit fiscal del país, y el rechazo a acuerdos comerciales de libre comercio, como el North American Free Trade Agreement (Nafta). Pese a su buen resultado, su dispersada votación significó que no ganara un solo estado y por ende ningún voto en el Colegio Electoral.

Después de aquella elección, se vio posible el surgimiento de una alternativa real a los demócratas o republicanos. Perot fundó en 1995 el Partido de la Reforma, con el propósito de competir en las elecciones locales y de gobernadores, consiguiendo ganar la gobernación del estado de Minnesota con la candidatura del ex luchador de la WWF Jesse Ventura.

Sin embargo, en 2000 el activista de los derechos de los consumidores y prominente figura de la izquierda norteamericana, Ralph Nader se postuló a la presidencia por el Partido Verde, consiguiendo el 2,75% de los votos, unos 2,8 millones de votos. En Florida, obtuvo 97 mil votos, donde George Bush ganó por menos de 500 votos sobre el demócrata Al Gore, por lo que se le culpó de su derrota. Se especula que de no haberse presentado en el estado sus votantes hubieran elegido a Gore, evitando así que Bush se hubiera convertido en presidente.

Luego de aquella elección, los candidatos que no fueran demócratas o republicanos, no han superado el 1% de los votos, y sus candidaturas han sido calificadas como "spoilers", es decir que no tienen la capacidad de ganar, solo de quitarle votos a otro candidato y evitar que gane.

En ese sentido, la actual elección presidencial pareciera ser más sobre votar en contra de un candidato más que a favor de uno. Y como comenta el analista internacional de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, los resultados de las diferentes encuestas (la última, de Reuters/Ipsos que le dio 15 puntos de ventaja a la líder demócrata) más que nada nos señalan “una posición contra Donald Trump, pero no necesariamente favorable hacia Hillary Clinton” y en donde pareciere erigirse las consignas de “todos contra Trump” y “más vale malo conocido que Donald Trump”, asegura el analista.

¿Crees que este año puede haber un candidato alternativo que de la sorpresa?