JJ.OO, deporte, Juegos Olímpicos, política
Imagen: César Mejías

El afroamericano que calló a Hitler y otros cuatro JJ.OO. que hicieron historia

Los Juegos Olímpicos son muchas veces son mucho más que deporte, desde el boicot a las Olimpiadas de Moscú por parte de EE.UU., al saludo del "Black Power" en México 1968, nos demuestran cómo la política se ha mezclado con el deporte. Acá te contamos los hitos que pasaron a la historia.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2016-08-08 | 12:00
Tags | JJ.OO, deporte, Juegos Olímpicos, política
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La crisis institucional que se vive en Brasil durante los Juegos Olímpicos (JJ.OO.), con una Presidenta suspendida, y un presidente que gobierna de manera transitoria hasta que se realice el juicio político, no es el primer caso en donde la política se inmiscuya o afecta al deporte olímpico.

Es cierto que sentimos que el caso de Río es lamentable (aunque sabemos que dentro de los conflictos surgen siempre buenas iniciativas), pero lo cierto es que no es tan único como pensamos. En repetidas oportunidades, las rencillas geopolíticas, las causas sociales o incluso los egos dictatoriales, han dejado que lo netamente deportivo quede en un segundo plano. ¿Recuerdas algún caso?

Acá te contamos los 5 hitos más relevantes en los 120 años de historia de los JJ.OO., donde las canchas, pelotas, arcos y trampolines, se vieron alterados por la contingencia política.

1. Moscú y los juegos del boicot (1980)

Estos JJ.OO. son y serán recordados como los “juegos del boicot”. Tan solo 7 meses antes de la inauguración de las Olimpiadas en Moscú, en diciembre de 1979 , la entonces Unión Soviética invadió a Afganistán, con el propósito de defender el gobierno comunista afgano de la insurgencia islamista.

Dicha intervención militar fue considerara por el entonces Presidente de EE.UU. Jimmy Carter, como “la peor amenaza a la seguridad internacional desde la Segunda Guerra Mundial”. En enero de 1980, Carter llamó al El Comité Olímpico Internacional (COI) a que cambiara la sede y éste respondió contundentemente afirmando que “sólo una Tercera Guerra Mundial puede impedir que Moscú sea la sede". Touché.

Finalmente dichos JJ.OO fueron boicoteados por EE.UU. y otros 62 países aliados, como Alemania Occidental, Canadá, Argentina, Chile, Japón, Turquía, China (por otras razones); mientras que países como Reino Unido, Italia y Australia, dejaron en libertad de elección a sus atletas, quienes participaron bajo la bandera olímpica y no representando a su país. Esta decisión dejó sin poder competir a cerca de 1.500 deportistas e hizo disminuir notablemente el nivel de las competencias deportivas.

Cuatro años después, los soviéticos y sus aliados del bloque socialista respondieron con la misma moneda y no asistieron a las Olimpiadas de Los Ángeles, EE.UU. (1984). Esta fue la última vez en la historia que unos Juegos Olímpicos fueron boicoteados. Aunque hubo quienes buscaron impulsar sin mucho éxito un boicot a los JJ.OO. De Beijing en 2008 por las violaciones del gobierno chino a los derechos humanos, no consiguieron mayor éxito, pues se aprendió de las experiencias anteriores que esto afecta principalmente a los deportistas y espectadores, y no a los gobiernos de los países anfitriones .

En azul los países que boicotearon los Juegos Olímpicos de Moscú producto de la invasión soviética a Afganistán

2.Contra el Apartheid (1976)

Un boicot, pero a menor escala de la que sufrió Moscú, ocurrió también en las Olimpiadas realizadas en 1976 en Montreal, Canadá, por motivos diametralmente diferentes e impactado menormente el resultado final de los juegos.

En aquella oportunidad, una buena parte de los países africanos (como Argelia, Camerún, Egipto, Etiopía, Kenia, Libia, Marruecos, Nigeria, Sudán, Tanzania, Túnez y Zambia) junto a Irak y Guyana, decidieron no acudir a dichos Juegos Olímpicos, ya que, contrario a su petición, el COI se negó a excluir del evento a Nueva Zelanda tras haber jugado un partido de rugby con Sudáfrica, país que había sido excluido previamente del COI por su política racista del apartheid.

Dichos esfuerzos no quedaron aislados y las acciones internacionales contra el régimen de segregación sudafricano se intensificaron después de las Olimpiadas de Montreal. En 1986 se llevó adelante la Conferencia Mundial sobre sanciones contra la Sudáfrica racista por parte de la ONU, y en 1989 su Asamblea General aprobó una declaración contra el Apartheid, en la que se pedía negociar el fin de esta legislación y establecer una democracia no racial. Este sueño se hizo realidad en 1994, con la elección de Nelson Mandela, como el primer Presidente de la Sudáfrica multiracial y democrática.

3.La parafernalia nazi Olímpica (1936)

El COI escogió la capital de Alemania como sede de los XI Juegos Olímpicos de Verano de 1936, con la intención de reincorporarlos a la comunidad internacional, tras el aislamiento que sufrieron como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, solo dos años después, Adolfo Hitler y los Nazis asumieron el poder, trasformando rápidamente su gobierno en una dictadura totalitaria que pretendió controlar todos los aspectos de la vida alemana, incluyendo el deporte.

Poco antes del comienzo de los juegos, el régimen nazi intentó camuflar sus políticas racistas, retirando la mayoría de los letreros antisemitas, al mismo tiempo que los diarios suavizaron su retórica. Así, el nazismo aprovechó los JJ.OO. para presentar una imagen distorsionada de una Alemania pacífica y tolerante.

Durante toda las Olimpiadas, el régimen nacionalsocialista promovió su doctrina de superioridad racial “aria” mediante coloridos pósteres y anuncios a doble página, en donde se relacionaba a la Alemania Nazi con la antigua Grecia. Simbolizando el mito racial nazi que pregonaba a la civilización germana como la única y legitima heredera de una cultura “aria” de la antigüedad clásica, enfatizando las características raciales ideales: personas rubias de ojos azules, con aspecto heroico y facciones delicadas (mmm, igualitos a Hitler).

Sin embargo, toda la parafernalia nazi se vio opacada cuando el atleta norteamericano negro Jesse Owens se convirtió en el primer deportista de la historia en conseguir cuatro medallas de oro en unos JJ.OO., al mismo tiempo que batió el entonces inamovible récord de los 100 metros planos, entre otras marcas que rompió en aquella oportunidad, dejando a Hitler boquiabierto, el cual se negó a saludarlo. Más que mal su espectacular desempeño, fue una afrenta directa a toda la propaganda racista que su régimen había construido cuidadosamente para la ocasión.

4. El septiembre negro de Múnich (1972)

Cuando parecía que Alemania había dejado atrás el mal recuerdo de las Olimpiadas propagandísticas nazis de 1936, un terrible incidente con motivaciones políticas opacó lo que parecía ser unos JJ.OO. perfectamente bien organizados y encaminados de Múnich en 1972. Todo eso terminó cuando en la madrugada del 5 de septiembre, ocho palestinos del grupo terrorista “Septiembre Negro”, saltaron la valla de villa olímpica y armados con fusiles AK-47 y granadas, se introdujeron en la sede de la delegación israelí, secuestrando a 8 de sus miembros.

Con esta acción la organización terrorista buscaba la liberación de 200 presos palestinos en cárceles, sin embargo, Israel no accedió a sus exigencias y el embajador Israelí, comunicó que su gobierno no negociaría con los terroristas. Horas más tarde el grupo palestino dio un giro radical en sus exigencias y solicitaron volar a El Cairo, trasladando a los rehenes a un aeródromo militar. Pero las fuerzas de seguridad alemana les habían tendido una trampa y el operativo no resultó según lo planeado. Tras un intenso tiroteo y la explosión de una granada, fallecen todos los rehenes, y 5 de los 8 terroristas, además de una agente de seguridad.

Aunque hubo una ola de peticiones para cancelar los JJ.OO., éstos continuaron. A la mañana siguiente se hizo un homenaje a los atletas israelíes en el Estadio Olímpico, y luego los juegos continuaron según el programa previsto.

Después de aquel trágico acontecimiento, se aumentó considerablemente el gasto en seguridad en las siguientes Olimpiadas (en los JJ.OO. de Múnich solo se habían dispuesto US$9 millones en ese ítem). De hecho, actualmente, se espera que en las Olimpiadas de Rio se desembolsen unos US$850 millones. Al mismo tiempo, las fuerzas y operativos de seguridad han mejorado en todo el mundo de manera importante desde aquel incidente. En Alemania, tras el mal despeño de sus propias fuerzas de seguridad, se formó el GSG-9 una de las mejores unidades antiterroristas del mundo, las cuales han podido desbaratar numerosos planes terroristas.

Monumento a los ateltas israelís fallecidos en los JJ.OO de Munich

5. Black Power en México (1968)

Los JJ.OO. de Ciudad de México de 1968 estuvieron marcados por el famoso saludo “Black Power” que protagonizaron los atletas afroamericanos, Tommie Smith y John Carlos, como gesto de repudio a las políticas racistas que se vivían en el sur de EE.UU y al trato que recibían en su país.

Tras la carrera de los 200 metros planos, en los que Smith salió primero y Carlos tercero, fueron a recibir sus medallas portando guantes negros, como una manera de representar la pobreza negra. Smith llevaba además un pañuelo negro alrededor para representar el orgullo negro y Carlos un collar de mostacillas en respeto a los negros que habían sido linchados y asesinados.

Como si esto no fuese suficiente, cuando era el turno de que sonara el himno de EE.UU., los atletas afroamericanos bajaron la cabeza, cerraron los ojos y realizaron un saludo especial, símbolo que se convertiría en portadas de los medios de comunicación alrededor del mundo. Tras aquella manifestación, el COI reaccionó indignado, y exigió a la delegación estadounidense la suspensión de Smith y Carlos, con la amenaza de expulsar a todo el equipo de los juegos, por lo que ambos fueron removidos de la delegación norteamericana.

El acto de valentía y de repudio al racismo de estos dos atletas quedó inmortalizado en una estatua de su protesta de 6,71 metros en la Universidad Estatal de San José, California, la casa de estudio de Smith y Carlos. A su vez que en 2008, el Festival de Cine de Sidney presentó a nivel mundial un documental sobre el hecho denominado Salute.

El Saludo "Black Power" durante los JJ.OO de México 1968

¿Algún otro ejemplo de intervención de la política en los JJ.OO. que conozcas?

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Comentarios
Ignacio Cubillos | 2016-08-08 | 13:03
1
Existe un poco de mito en lo de Jesse Owens y el desprecio del führer, de hecho Owens sufrio más racismo en su propio país....
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Ed Braik | 2016-08-08 | 16:51
1
Owens no calló a Hitler, los Alemanes no predicaban racismo como se cree, Alemania ganó la mayoria de las medallas de oro. Es más, Owens dice que fue tratado muy bien en Alemania.

¿Protesta contra el Apartheid? ¿y cómo es Sudáfrica ahora? Los Boers viven un genocidio que la prensa mundial ha callado.

Black power, ¿orgullo negro? Si un blanco hiciese eso el día de hoy lo acusarían de racismo naziquequieremataraseismillonesdejudíos ¡oy vey no!

Stop White genocide

Google: plan kalergi
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