Hace ya un año atrás, el mundo entero se asombraba frente a las primeras imágenes de calidad obtenidas sobre el planeta enano Plutón, el desterrado del Sistema Solar. Hoy es otro el protagonista, el más grande de todos, el rey absoluto de nuestro sistema, que pronto nos revelará sus más nebulosos secretos. El lunes 4 de julio recién pasado, en la noche, la sonda Juno de la NASA se colocó en la órbita del planeta Júpiter tras cinco años de viaje y, de paso, dio a los estadounidenses una razón más para brindar por su día de la independencia.
La sonda Juno, la nave de la NASA impulsada por energía solar que más lejos ha llegado, se puso en órbita en el planeta Júpiter el lunes pasado, a las 23:18 horas de Pasadena, California (03:18 GMT del martes), tras cinco años de plácido viaje espacial. La señal enviada desde el otro extremo de nuestro Sistema Solar, tardó 48 minutos en llegar a las estaciones de California (Estados Unidos) y Canberra (Australia) de la NASA, confirmando que uno de los grandes hitos espaciales de nuestro siglo había sido realizado. Fue entonces que los científicos que habían permanecido atentos a la espera de su arribo, estallaron de alegría y emoción.
“Bienvenida a Júpiter”, fueron las palabras de un comentarista en el control de la misión, en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
La sonda, de cuatro toneladas, había viajado 2.700 millones de kilómetros antes de llegar a su objetivo. Para realizar tamaña hazaña, Juno debió encender su motor principal para frenar su velocidad lo suficiente como para poder entrar en la órbita joviana y no precipitarse sobre el planeta sin control. Luego de 35 minutos, la compleja maniobra pudo completarse, cuando la sonda fue capturada por la gravedad de Júpiter.
Los sonidos que los científicos de la NASA pudieron escuchar en este proceso de acercamiento y, luego, puesta en órbita de la sonda, fueron recientemente difundidos:
Durante 18 meses e impulsada por 18.698 células solares individuales, Juno realizará 37 sobrevuelos alrededor del planeta gigante, a una distancia de entre 10.000 y 4.667 kilómetros sobre su densa y característica capa de nubes. Hará dos primeras vueltas alrededor de Júpiter, que tardarán 53,5 días, para luego colocarse, a partir de octubre, en otra órbita que la hará pasar cerca de los dos polos del planeta.
Gracias a estos increíbles acercamientos , Juno se convertirá en la sonda que más se ha aproximado al gigante gaseoso, después de su antecesora Pioneer 11, en 1974, la que tenía el record de 43 mil kilómetros de proximidad.
Juno, quien lleva el nombre de la esposa y hermana del dios Júpiter en la mitología romana, podrá penetrar la capa nubosa que rodea al gigante gaseoso para estudiar aspectos como las auroras boreales, la atmósfera y la magnetósfera de Júpiter, para así entender parte de su origen y evolución.
Para llevar a cabo sus investigaciones, la sonda lleva nueve instrumentos a bordo que están destinados a medir las emisiones radiométricas de la atmósfera de Júpiter. Tal como la diosa era capaz de ver a través de las nubes y descubrir todas las mentiras de su esposo infiel, la sonda que lleva su nombre, por primera vez, podrá otorgar a los científicos información valiosa sobre el núcleo, la composición y el campo magnético del planeta gigante. Se espera que la misión de 1.100 millones de dólares (alrededor de 730 mil millones de pesos), cartografíe los campos magnéticos y gravitacionales del planetapara, de esta forma, saber más sobre su estructura interna, su estructura térmica y su ambiente ionizado.
Por otra parte, los expertos han advertido que la misión podría ser capaz de dar algunas luces sobre el origen de nuestro Sistema Solar, momentos en que Júpiter y nuestra Tierra estaban en sus primeras etapas. Gracias a ello, algunos secretos como las formación del agua, el helio, el metano y el hidrógeno en el universo, podrían ser develados.
Sin embargo, el trabajo de Juno no es cosa fácil, pues hay varios riesgos potenciales asociados a la misión. La sonda deberá acercarse mucho a Júpiter, lo que la someterá a los embates de su densa capa de hidrógeno (el 90% de su atmósfera), una presión tan grande que actúa como un poderoso conductor eléctrico.
A esto hay que sumarle la rápida rotación que tiene este planeta, donde un día dura solamente 10 horas terrestres, y hay que tomar en cuenta que se trata de una masa muchísimo mayor que la de la Tierra. Estos factores generan un potente campo magnético que rodea al planeta y que, eventualmente, podrían acabar con Juno. Incluso, hay quienes han asegurado que durante el tiempo que dure la misión, Juno estará expuesta al equivalente a 100 millones de radiografías dentales.
Pero todo ha sido previsto por el científicos de la NASA, quienes han convertido a Juno en una verdadera guerrera cósmica: está provista de una sólida armadura de titanio que cubre todos sus instrumentos, incluyendo su computador y sus cables eléctricos. De esta manera, se espera reducir las radiaciones 800 veces.
Después de realizar su tarea, Juno tendrá un " trágico" final: el 20 de febrero de 2018, una maniobra suicida la hará precipitarse y estallar sobre la superficie del gigante gaseoso. Así, los científicos pretenden evitar el riesgo de que se estrelle contra una de las lunas de Júpiter, Europa, contaminándola. Este hecho sería dramático, pues este satélite cuenta con un océano que podría tener el balance perfecto para albergar vida.
Este explosivo desenlace de Juno, también acabará con la corta vida de unos particulares tripulantes de la sonda: tres figuras de Lego. La primera de ellas representa al dios romano Júpiter, de barba y con el planeta en sus manos, la segunda representa a la diosa Juno y, la tercera, a Galileo Galilei, el astrónomo italiano que durante el siglo XVII descubrió cuatro lunas del gigante: Ío, Europa, Ganímides y Calisto. La idea de la NASA al incluir a esta figuras, es animar a los niños a conocer más sobre el espacio, la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
NASA |
El director de la NASA, Charles Bolden, ha declarado que la fase para recoger datos de Juno será iniciada en octubre, fecha en la que seguramente tendremos más noticias sobre los avances de la exploración. Además, aún la misión debe realizar algunas pruebas en los sistemas de la nave para comprobar que los instrumentos estén funcionando de manera correcta. De ser así, los científicos intentarán recopilar información antes para aprovechar al máximo los 18 meses que permanecerá en órbita. Scott Bolton, investigador principal de Juno en el Southwest Research Institute, declaró: “Porque cuando estamos hablando del cuerpo planetario más grande de nuestro Sistema Solar, se trata de algo muy bueno. Tenemos mucho que ver y hacer aquí”.