Imagínate recién llegado a un trabajo nuevo, sentado en tu escritorio rindiendo al 110% para causar una buena impresión, prácticamente sin haber hablado con nadie más de tres palabras y luchando internamente contra el calor veraniego que azota el ambiente. Tipo siete de la tarde ves a tu jefe caminar en dirección a tu puesto y comienzas a temer que te asigne una nueva tarea justo antes de la hora de salida. Sin embargo, te llevas una gran sorpresa cuando éste te dice "¿Vamos al happy hour en la sala de reuniones? La oficina invita".
Bueno, esta escena, que parece tan improbable como trabajar en una empresa con la infraestructura de Google, es la nueva tendencia en Estados Unidos.
El Wall Street Journal publicó una noticia sobre esta nueva moda en las oficinas donde, junto a las maquinas expendedoras de café, están poniendo unas de cerveza. En la agencia de publicidad Arnold Worldwide por ejemplo, los empleados se toman unas cervezas cuando terminan las reuniones con clientes e intercambian percepciones de cómo les fue, en vez de trasladarse a algún bar cercano.
La idea no es volver a los tiempos de Mad Men con todos los trabajadores ebrios desde las 10 am., sino conectar a los empleados de distintas áreas y utilizarlo también como estrategia de retención: Si la persona pierde los límites entre el trabajo y la vida social, la empresa se vuelve un lugar más agradable y también más atractiva para los que están fuera de ella.
Dropbox, el exitoso servicio de almacenamiento de archivos en la nube, tiene "los viernes de whiskey". Uno de sus beneficios a la hora de tentar a posibles trabajadores, junto con la cobertura médica y dental.
Ya en otro ámbito, en Thrillist Media Group, empresa neoyorkina, se suelen destapar las cervezas y dar paso a catas de licores cuando se acaba la jornada laboral, auspiciados por los anunciantes que colaboran con el sitio. Así como también a veces se les permite a los trabajadores beber durante sus horas de trabajo, lo que según el fundador Ben Lerer, los mantiene más tiempo sentados en sus escritorios.
Según el medio norteamericano, los abogados laborales no están para nada contentos con esta tendencia. Para ellos, el riesgo está en que luego del happy hour manejen ebrios hasta sus casas o incentive el acoso sexual entre los compañeros de trabajo. Así también consideran que podría incomodar o excluir a quienes por religión o asuntos de salud no toman alcohol.
La responsabilidad también es otro tema. ¿Qué pasa si algún empleado bebe más de la cuenta y deja alguna embarrada? ¿Quién responde? ¿Se consideraría accidente laboral? mmm... Hay que darle una vuelta antes de alzar los vasos, pero si es una cerveza solamente, no puede ser tan malo. Además, según un estudio realizado por la universidad griega de Harokopio, (aunque hay estudios para todo) un vaso de cerveza al día sería bueno para el corazón, ya que mejoraría el flujo de la sangre y haría las arterias más flexibles. ¿Qué me dice jefe?
¿A ustedes qué les parece esta moda? ¿Brindamos o pa' la casa?