StarTrek nunca antes estuvo tan cerca de la realidad. La semana pasada la NASA anunció que se encuentra invirtiendo en ocho tecnologías que aún ni pensamos que podrían existir en estos tiempos... aunque más de una ya la hemos visto en alguna película, juego o serie.

Se trata del Programa de Innovación en Conceptos Avanzados (NIAC, por sus siglas en inglés) de la NASA, que recopila las mejores ideas y estudios de la comunidad científica y civil de Estados Unidos. La idea es desafiarlos a desarrollar los conceptos más visionarios en términos aeroespaciales y después trabajar con ellos para poder llevarlos a cabo.

El programa se divide en la Fase I y la Fase II. La segunda corresponde a la más avanzada y contempla las innovaciones más visionarias, pero viables. A estos proyectos se les puede llegar a financiar con hasta US$ 500 mil en un plazo de dos años, permitiéndole a los desarrollares ir más allá con sus ideas para perfeccionarlas.

Y este año han sido ocho las propuestas que han pasado a la segunda etapa. “La decisión de qué proyectos pasan a la Fase II siempre es desafiante, pero este año lo fue aún más, con tantos estudios exitosos de la Fase I que miran hacia el desarrollo de una tecnología de punta”, dice Jason Derleth, director del programa NIAC en la página de la NASA.

¡No tan rápido!

Eso sí, todas estas ideas se encuentran en una fase temprana de gestación y muchas de ellas requieren de diez o más años para que el concepto y la tecnología necesaria maduren, antes de emplearse en una misión de la entidad gubernamental. Pero para que sueñen con nosotros, les contamos cuáles son:

1. La máquina del letargo inducido

Si vieron la película Interestelar o Alien, sabrán de lo que estamos hablando. Se trata de un sistema avanzado de transporte de tripulación entre la Tierra y Marte, que permitirá inducir al cuerpo humano a un período de inactividad. ¿Cómo lo harán? La agencia no lo ha explicado, pero se sabe que no será a través de la criogenización (es decir, no será necesario reducir drásticamente la temperatura corporal).

En cualquier caso, con esta tecnología los viajeros espaciales podrán ahorrar provisiones, “saltarse” los viajes de mayor duración, etc. Y pensando ya en su llegada a la vida cotidiana, quizás pueda volvernos "viajeros del tiempo", permitiéndonos dormir durante décadas en espera de que, por ejemplo, se encuentre una cura a una enfermedad sin tratamiento hoy en día. O que dejen de salir películas de Rápido y Furioso.

2. Un satélite de energías renovables

Este proyecto busca crear un satélite a muy bajo costo y que funcione a partir de la energía eólica y solar. Debido a su estructura similar a la de dos naves aéreas unidas por un fino cable, se espera que sea capaz de ponerse en órbita sin la necesidad de propulsión. En realidad, lo hará simplemente con el Sol y los vientos de la estratósfera. Se plantea que sería totalmente autónomo en términos de energía.

3. Escudos de plasma para naves

Los hemos visto en StarWars y muchas otras producciones audiovisuales, pero nunca en la vida real. La propuesta busca crear un dispositivo llamado Magnetoshell (o Caparazón magnética en español, probablemente el nombre más cool del universo), que será capaz de crear un campo magnético de plasma magnetizado alrededor de la nave espacial. Uno de sus principales usos será la capacidad de permitirle a la nave desacelerar cuando esté llegando a su destino, sin tener que sobrecalentarse debido a la fricción que genera el movimiento.

4. Viajes interestelares con energía dirigida

Bueno, de este ya escribimos una vez. Consiste en desarrollar la tecnología que impulse a las naves (en un principio se espera que sean sólo sondas pequeñas) a través del espacio a una velocidad increíble. Con esto se podrían realizar viajes interestelares en un período de tiempo razonable para la vida humana. Y todo se haría gracias al impulso que le entregaría a la nave un rayo de energía concentrada.

5. Fuerza de propulsión plasmática

Uno de los problemas que tienen las naves espaciales y la tecnología planetaria en general, cuando se trata de adentrarse en el espacio, es la falta de precisión en los movimientos. Debido a la gran escala de los viajes que se consideran, es difícil tener al mismo tiempo la capacidad de moverse a distancias cortas y con gran exactitud. Para dejar eso atrás, quieren desarrollar motores de micro propulsión plasmática, que le permitan a las naves pequeñas tener más control y maniobrabilidad.

6. Hábitats construibles para humanos

La propuesta busca diseñar un sistema robótico capaz de construir un hábitat para los humanos en otros planetas. El sistema será portátil, capaz de rotar y se podrá cultivar en este. Además, se espera que resuelva tres problemas clave a la hora de ir al espacio: como ya dijimos, cultivar alimentos; proteger de la radiación que afecta al ser humano en el espacio al estar lejos del campo magnético de la Tierra; y finalmente, proveer gravedad, lo que termina con el problema de los efectos de la larga exposición a la micro gravedad por parte del cuerpo humano.

7. Un súper telescopio en el espacio

Tiene el pequeño nombre de “Extremadamente grande y preciso telescopio reflectivo usando elementos reconfigurables” (parece que el nombre no se lo puso el mismo equipo creativo del Magnetoshell).

Consiste en un telescopio que puede ser lanzado al espacio, ya que viene “pre ensamblado”. Su mayor desafío es que estos objetos requieren de una precisión increíble para que puedan funcionar bien, por lo que lanzarlo al espacio y esperar a que se arme bien por allá arriba es un gran problema. Y se diferenciará del telescopio espacial Hubble debido a que este tendrá una capacidad mucho mayor de observación.

8. Una capa que impide el sobrecalentamiento

La temperatura es otro gran, gran problema en el espacio. La energía que produce la propulsión de las naves para que puedan moverse y la luz proveniente del Sol pueden sobrecalentar fácilmente cualquier estructura. Para evitar eso, están trabajando en un concepto que llaman “Capa Blanca”. Este consiste en un elemento que podría ser capaz de reflejar un 99,9% la energía proveniente del Sol, para así poder mantener una temperatura estable en las superficies clave de las naves.

¿Qué otra tecnología crees que deberían desarrollar?