Piensa en tus cinco canciones favoritas. ¿Cuántas de ellas hablan de amor? Más de una, ¿no?
A lo largo de la historia, el amor ha demostrado ser uno de los motores creativos más importantes en la creación artística. De acuerdo a la neurociencia, esto se debe a que el sentimiento de amor aumenta la sensación de felicidad e inhibe los pensamientos negativos. Como consecuencia de esto, las áreas lógico-analíticas del cerebro pierden protagonismo y son las áreas creativas las que toman el timón de mando, dando pie a la creación de (a veces) grandes obras.
Pero ojo, que no todas las canciones de amor tratan de una persona cantándole a su pareja o a su amor platónico: el amor filial (de padres a hijos y viceversa) también está presente en muchas canciones famosas.
Hoy, a propósito del día de la madre, venimos a contarte de tres canciones en las que la madre no sólo es la protagonista de la letra, sino además la musa inspiradora que llevó a la creación misma de la obra.
Paul McCartney perdió a su madre, Mary McCartney, a la temprana edad de 14 años. Una embolia en medio de una cirugía contra el cáncer de mamas se la llevó más pronto de lo que todos habrían deseado.
Este acontecimiento marcó profundamente al joven Paul, para quien la figura de su madre se convirtió en un poderoso referente personal y creativo. Su primera composición, de hecho, nació a raíz de esta pérdida. I Lost My Little Girl es su título.
Desde su despegue como Beatle, Paul debió soportar los excesos y turbulencias de la fama a muy temprana edad. Diez años después de la partida de su madre, Paul se encontraba con una vida bastante agitada: la convivencia al interior de The Beatles pasaba por sus peores momentos y la separación era inminente.
Fue en este contexto que, una noche, lleno de trabajo y agobiado por el estrés, vio a su madre en sueños. Ella, consciente de la ansiedad de su hijo, solo le decía: “let it be” (déjalo ser).
Al día siguiente el único sentimiento que invadía a McCartney era la paz. Y desde esa paz nació la canción.
A lo largo de los años, Let It Be se ha convertido en una de las canciones más famosas de The Beatles y de McCartney, siendo hasta día de hoy uno de los temas más coreados de sus conciertos. Es además la canción que Paul interpretó en el funeral de su esposa Linda, tras su fallecimiento en 1998, provocado también por cáncer de mamas.
En su letra nos encontramos con versos como “cuando la noche está nublada, siempre hay una luz que brilla en mí”, refiriéndose a la presencia tranquilizadora de su madre que lo acompaña aun sin estar físicamente presente.
Alter Bridge es un grupo estadounidense de rock formado el año 2004, con ex-integrantes de la banda Creed. Cuando su vocalista, Scott Stapp, abandonó el grupo, los demás integrantes decidieron hacer otra banda con un nuevo vocalista, y se asociaron con el cantante y guitarrista Myles Kennedy. Desde entonces han lanzado cuatro álbumes de estudio y dos registros en vivo.
En su disco debut One Day Remains (2004) podemos encontrarnos con una canción que, sin haber sido nunca un single, logró hacerse muy famosa entre los fans por su contenido emotivo y su estremecedora historia. Se trata de In Loving Memory.
Esta canción fue escrita y compuesta por Mark Tremonti, guitarrista líder de Alter Bridge, tras la muerte de su madre Mary Elizabeth Tremonti el año 2002.
El propio Tremonti reconoce, tanto en la letra de la canción como en entrevistas, que antes del fallecimiento de su madre nunca había conocido la verdadera soledad. La sensación de pérdida era devastadora y cantar era una forma muy íntima de sanar este doloroso brote interior.
Una de las versiones más emotivas es la que podemos encontrar en el concierto Live in Amsterdam (2008), en el que no solo la interpretación es perfecta: el canto del público, a una voz y con todas sus fuerzas, resulta avasalladora hasta para el propio Mark Tremonti, quien aparece visiblemente emocionado cada vez que la cámara lo enfoca.
Es una de las canciones más desconocidas de la banda y forma parte de uno de sus discos menos celebrados. Pero para Jorge González representa uno de los procesos más duros que un hombre y su orgullo pueden enfrentar: volver a la casa de la mamá tras haber tocado fondo.
En el caso de González, él ha reconocido que haber vuelto a vivir con su madre tras una fuerte depresión y un fuerte abuso de drogas en los años ’90, fue un proceso que le dejó muchas enseñanzas para el resto de su vida.
A raíz de esto es que González desarrolló el tema no una, sino dos veces. La primera fue en Jorge González (1993), su primer disco solista. Posteriormente la profundizaría en el disco de reunión de Los Prisioneros, diez años después. En esta segunda pasada, González creó todo un imaginario basado en la creencia de que la relación del hombre con su madre trasciende lo meramente biológico, y existe más allá de nuestra realidad conocida: según esto, la relación de madre y su hijo se desarrolla a lo largo de una serie interminable de vidas y reencarnaciones.
Mi mamá me lee todas las semanas, así que quiero patudamente aprovechar esta plataforma para saludarla, porque estamos lejos y no podré estar con ella este domingo.
Te quiero mucho mamá y te echo mucho de menos. Que tengas un feliz día.