Cuando uno es niño, todo es posible. TO-DO. El viejo pascuero no tenía problemas para repartir millones de regalos en una sola noche o el conejito para esconder huevos de chocolate en cada jardín del mundo, porque la fantasía no tenía límites. Nuestra imaginación creaba las más geniales ideas, ¿y quién no soñó alguna vez con poder hacer realidad sus inventados superhéroes, monstruos o animales? Bueno, hoy eso es posible.
Gracias a una caja (prácticamente mágica) que convierte los sueños de los niños en juguetes a su propia pinta. La idea fue de Mattel, que adaptó la tecnología de la impresión 3D, la hizo doméstica y la puso al servicio de los más pequeños.
No más Barbies en serie, autitos clásicos ni soldaditos verdes, ahora los juguetes pueden ser como cada niño quiera. La compañía anunció hace algunos días en la Feria del Juguete de Nueva York que lanzará una impresora 3D especial para fabricar juguetes en la propia casa, se llamará ThingMaker, en español, "creador de cosas".
Su nombre es el mismo de un antiguo juguete de Mattel que permitía fabricar figuritas de goma con diferentes moldes. Esta nueva versión, es una tecnológica manera de vincular el uso creativo digital de los niños con los juguetes manuales.
"En la era digital de hoy, es más importante que nunca que las familias trasciendan del mundo digital y hagan sus ideas realidad", dijo Aslan Appleman, director senior de Mattel. "ThingMaker empuja los límites del juego imaginario, dándole a las familias innumerables maneras de personalizar sus juguetes y dejar que la creatividad."
Con un programa muy sencillo de usar, los niños pueden diseñar desde su computador, tablet o celular, el juguete que imaginen, con un proceso parecido al de los personajes Sims, que permite personalizar plantillas ya existentes. Una vez que se manejan bien con la app, pueden crear sus piezas y elementos desde cero.
Los muñecos que fabrica ThingMaker, no se imprimen de una sola pieza, sino en varias que se conectan entre sí. Dinosaurios, accesorios, esqueletos, autos, robots, pueden ser imaginados, creados y armados con esta máquina.
"Los juguetes se pueden personalizar con diferentes colores y texturas, y se doblarán y girarán en la app para que puedas hacerte una idea de cómo van a funcionar una vez impresos," explican en TechCrunch.
El proceso de impresión 3D, dependiendo de la complejidad del juguete, puede tardar entre unos minutos a algunas horas y la gracia es que todo se puede observar paso a paso, porque la impresora es transparente.
Aunque no es la primera, ni necesariamente la mejor impresora 3D hogareña del mercado, según Science Alert, ThingMaker es de las primeras en llevar el proceso de diseño y creación a un formato tan simple.
Estará disponible en octubre de 2016 y ya se puede pre-ordenar por 299 dólares, alrededor de $207.000 pesos chilenos. Un juguete de lujo para niños, aunque bastante tentador para cualquier adulto que algunas vez soñó con lo mismo.