A primera vista, el éxito de los grandes siempre parece haberse generado de manera espontánea: un chispazo de genialidad, una inversión oportuna, un invento revolucionario y ¡bum! Riqueza y fama. Así, la mayoría de nosotros nos hacemos expectativas irreales respecto a nuestro propio futuro y emprendimientos, poniéndonos en un camino seguro hacia las frustraciones y la angustia.

Sin embargo, ser líder muchas veces trae adjunto el paquete del fracaso, no solo una vez en la cima, sino sobre todo en el camino al éxito. Lo que diferencia a los que han llegado lejos, parece ser no es tanto su ingenio, su ojo para los negocios o alguna especie de iluminación mística, sino su resiliencia y la disposición a volver a intentarlo, sin miedo, después de fracasar una y otra vez, aprendiendo siempre de cada error. ¿27 años de cárcel, Mandela? ¿8 elecciones perdidas, Abraham Lincoln? ¿300 partidos perdidos, Michael Jordan? ¿En serio? Hay numerosos ejemplos que nos repiten la idea: no importa fracasar.

Y aquí les mostraremos casos de fundadores de conocidas empresas, donde no fueron uno o dos, sino múltiples los fracasos que tuvieron (y eso que no incluye los amorosos). Tropiezos de boca en la calle, con rodillas rotas y anteojos quebrados, ¿qué hicieron? Se pararon, recogieron sus cosas y siguieron caminando… hasta la cima. Estas son sus historias, sus caídas y algunos consejos de cómo seguir adelante al más puro estilo líder internacional.

7 "fracasados" que dejaron un gran legado

Cuando se trata de equivocarse, los fundadores de grandes empresas hacen fila. En base a una infografía que muestra las carreras de varios personajes, les dejamos una fina selección de tropiezos:

Steve Jobs- Apple

Este famoso y peculiar personaje que lanzó al estrellato y más allá a la manzana tecnológica, partió haciendo mal las cosas para una carrera tradicional: un solo semestre duró en el Reed College, hasta que lo dejó, aunque siguió asistiendo a clases. Luego de ganar experiencia y fundar con Steve Wozniak la compañía Apple, avanzó bien, pero se estrelló con el lanzamiento del "moderno" Apple III, que presentó demasiadas fallas y poco tiempo después renunció a su propia compañía después de haber sido removido de sus roles.

Se dedicó a la animación y fundó Pixar, que hizo un trato con Disney. La felicidad no duró mucho, ya que la compañía no generó ganancia alguna y tuvo que despedir a la mitad del equipo. Dos años después de eso, la otra compañía que había fundado, NeXT (dedicada a la informática) tuvo que dejar de fabricar computadores por las escasas ganancias y hubo que despedir a 300 empleados. NeXT tuvo que seguir el camino de los softwares. Aún así, Jobs siguió desarrollando ambas empresas y logró no solo sacarlas a flote, sino hacerlas exitosas.

Como Apple buscaba un sistema operativo "desesperadamente", decidió comprar NeXT y así Jobs quedó como asesor informal de su antigua empresa. Finalmente el presidente de la compañía fue despedido y en su lugar, ¿adivinen a quién nombraron? Fue así como Jobs se posicionó para hacer brillar a "la manzana". Vinieron años de bonanza y de innovación, con la invención de iPod incluido y del iPhone, aunque en ese camino hubo otro fracaso: iPod Hi-Fi, un dock que nunca logró éxito.

Así, tras varios emprendimientos y mucho aprendizaje, Jobs dejaría como legado una de las compañías más reconocidas en el mundo, junto a potentes innovaciones que revolucionaron la tecnología internacional.

Richard Branson- Virgin Group

Richard creó un imperio de empresas, que partieron asociadas a la música y que hoy tiene hasta aerolíneas e incluso planes de exploración espacial (sí, y tus minutos de celular también). Branson no tuvo grandes fracasos hasta los 42…. y ahí se vinieron varios.

Después de haber logrado fundar la disquera Virgin Records gracias al dinero que ganó con su tienda de música, se le ocurrió fundar la aerolínea Virgin Atlantic. Pero para mantenerla viva, tuvo que obligarse a vender su querida Virgin Records a nada más ni nada menos que a la competencia, EMI. Luego le dio por fundar varias empresas: trenes, comida, cosméticos, ropa, de las cuales cinco tuvieron severos problemas de ganancias y terminaron vendiéndose o cerrando. No se rindió y a pesar de todo, Branson mantiene Virgin Group con numerosos negocios, además de varios millones de dólares. Claramente, la filosofía de este emprendedor es nunca dejar de plantar semillas.

Rowland Hussey Macy- Macy´s

Siglo y medio atrás, este joven no hizo más que fracasar desde los 19 a los 27 años, época que normalmente creemos clave para desarrollar nuestro futuro profesional. El fundador de la exitosa tienda retail de vestuario Macy's no hizo más que tropezar en variados intentos fallidos. Trabajó como ballenero y apenas ganaba dinero, por lo que renunció (en esta época se tatuó una estrella roja, la que se convertiría en el futuro logo de su compañía). Luego abrió su primer negocio, una costurería y quebró. Luego una tienda de textiles y quebró. Sin más oportunidades, se lanzó a la fiebre del oro, y no encontró nada.

Quién sabe qué habrá pasado por la cabeza de Macy, que lo hizo seguir emprendiendo, lo cierto es que la cuarta fue su vencida. A los 29 años fundó la primera tienda "Macy's" en Massachusetts y le fue bastante bien, después se trasladó a Nueva York y explotó en ventas y ganancias. No hay mal que por bien no venga, debiera ser el slogan de la famosa tienda.

Bill Gates - Windows

Aunque se lanzó en grande a los 17, Gates falló. Con compañeros de colegio creó un artefacto que procesaba datos del tráfico en las calles, para vendérselo a los gobiernos locales, pero no llegó muy lejos, ya que otra agencia construyó su propio sistema poco tiempo después. Y aunque pocos años después se convirtió en un estudiante de Harvard, no duró mucho.

Bueno, ese fracaso sirvió para que fundara “Micro-Soft” con Paul Allen y lograron posicionarse con la primera versión de su sistema operativo MS-DOS, pero eso no aseguraba nada. Su primera versión del hoy indispensable Windows fue un total fracaso, fallaba constantemente y dependía demasiado del mouse, un objeto poco conocido en la época. Esos errores los llevaron a corregir el sistema hasta transformarlo en el software más utilizado del mundo y luego de ser una de las personas más ricas del planeta, Gates creó la fundación filantrópica privada más grande que existe en la actualidad.

Soichiro Honda - Honda

Su apellido está escrito en miles de autos que recorren las calles de las principales ciudades de todo el mundo, pero sus logros no le fueron fáciles a este ingeniero japonés. De familia muy humilde, fue apasionado desde joven por los artefactos mecánicos y luego de trabajar 6 años como practicante en una tienda de reparaciones en Tokio (Art Shokai), se hizo cargo por completo de uno de sus locales.

Insatisfecho con el rubro de las reparaciones, propuso transformarla en una fábrica, pero los inversores se opusieron a su idea, lo consideraban una "aventura innecesaria". Honda no se rindió y buscó la ayuda de un conocido para crear su propia compañía: Tokai Seiki. Por mientras, seguía trabajando en Art Shokai y en las noches estudiaba cómo fabricar aros de pistón. Tiempo después dejó la tienda para lanzarse 100% con su compañía, a la que Toyota encargó unas piezas, pero su fabricación tuvo demasiadas dificultades, y los pistones fueron rechazados.

Decidió seguir estudiando detalladamente la mecánica de estos objetos, hasta lograr estar en condiciones de fabricar para estos mandantes, logrando hacer crecer la empresa. Pero Japón entró en la guerra en 1941 y sus plantas quedaron en manos del Ministerio de Guerra y Toyota se hizo cargo del 40% del patrimonio de la empresa. Luego los bombardeos y un posterior terremoto, las destruyeron por completo.

Honda se tomó un año sabático, luego del duro golpe, hasta que se le ocurrió convertir antiguos motores militares para añadírselos a bicicletas. Este fue el punto de inflexión que lo llevó a fundar Honda Motoring Company, la exitosa compañía japonesa que hoy todos conocemos. Definitivamente, la perseverancia todo lo puede.

Walt Disney- Disney

El creador de la películas que llenan prácticamente todo nuestro imaginario infantil (y adulto también) comenzó sin trabajo. Ya les habíamos contado parte de su duro camino al éxito. Como ilustrador de caricaturas no había muchas oportunidades, además se le criticó por no tener imaginación e ideas originales, así que se dedicó un tiempo a diseñar avisos para diarios.

Una vez que encontró trabajo como artista en Kansas City Film, fundó el estudio Laugh-O-Gram, que pronto se fue a la bancarrota. Por fortuna había fundado junto a su hermano el entonces Disney Brothers Cartoon Studio, pero por un mal contrato con distribuidores, su primer hit de caricatura, no un ratoncito sino un conejo, quedó en manos de otros. Fail.

Buscando otra estrella se le ocurrió crear a Mickey… el resto de la historia ya la conocemos. Lección: que nadie te diga que no eres capaz de algo.

Daniel Ek - Spotify

Hoy la música no se entiende sin una plataforma como Spotify, que vino a resolver gran parte del problema del acceso, el almacenamiento y organización de nuestras melodías favoritas. Bueno, el autor de la genial y millonaria idea, no la tuvo tan fácil desde el principio.

Daniel Ek empezó a los 13 años armando sitios web y por eso, tres años después, postuló para ser ingeniero de Google. No tenía grado, así que fue rápidamente rechazado y aunque salió a buscarlo tiempo después en KTH Royal Institute of Techonology, duró solo dos meses estudiando.

¿Cómo se desarrollaría profesionalmente? Su falta de estudios no importó, fundó Advertigo, una compañía de publicidad online y se hizo millonario. Pero eso no le trajo felicidad, sino más bien depresión, así que se fue a vivir a una cabañita en medio del bosque, el mágico lugar donde se le ocurrió la idea de Spotify. Gracias por favor concedido. Conclusión: el camino de formación tradicional no es la única vía para lograr grandes cosas.

Si esta lista no fuera suficiente, también está el caso de muchos otros que la echaron a perder al principio o en el camino, como Winston Churchill, Thomas Edison, Steven Spielberg, Isaac Newton, Charles Darwin, Albert Einstein, Henry Ford, James Dyson, Stephen King... ¿seguimos? Puedes leer sus historias aquí.

¿Qué otros casos ejemplares conoces? ¿Cómo han sido tus experiencias de fracaso?