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Imagen: César Mejías

Dinamarca logra Récord Mundial en generación de energía eólica

Mientras algunos países fueron bendecidos con grandes cantidad de petróleo, metales y gases naturales, Dinamarca, en cambio, tiene mucho, mucho viento. Y lo está aprovechando a concho.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2016-01-21 | 07:00
Tags | energía eólica, Dinamarca, turbinas, ecología, renovable, récord
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¿Sabías que si aprovecháramos hasta el más mínimo viento a escala global, tendríamos un potencial energético capaz de cubrir decenas de veces la demanda mundial?

Aproximadamente el 1% de la energía solar absorbida por la Tierra se convierte en energía cinética en la atmósfera, que luego es disipada por fricción en la superficie, dice un estudio de Harvard. "Si asumimos que ésta es disipada de forma uniforme (que no lo es) esto implicaría una fuente de poder promedio de 3.4x 10 14 W capaces de producir, anualmente, 22 veces el consumo de energía comercial mundial".

Si bien por barreras físicas, lógicas y tecnológicas esto es imposible, no deja de ser un bonito dato hipotético que nos demuestra el poder del viento y el importante rol podría cumplir en la lucha contra el calentamiento global.

Nadie lo sabe mejor que los daneses, los campeones mundiales de la energía eólica que acaban de sumar un nuevo récord al respecto.

Lo que el viento generó

Dinamarca, además de ser la tierra de Hans Christian Andersen y LEGO, es el hogar de miles de turbinas eólicas terrestres y marinas, que se alimentan del viento que recorre el país a velocidades consistentes. Su mayor valor está en la larga costa de aguas poco profundas, que han facilitado la instalación de varias granjas solares marinas. De hecho, una de las más grandes del mundo se halla en aguas danesas.

Por eso no sorprende que Dinamarca sea el país que cubre la mayor cantidad de su consumo energético mediante la producción de turbinas eólicas. Recientemente se dio a conocer que durante 2015, Dinamarca cubrió el 42,1% de su consumo eléctrico gracias al aporte eólico, superando su 39,1% de 2014 (que tampoco es moco de pavo).

"Ojalá Dinamarca pueda servir de ejemplo para otros países, de que es posible tener a la vez políticas verdes ambiciosas con una gran cantidad de energía eólica y otras fuentes renovables como suministro energético, y una alta seguridad de suministro y precios competitivos en electricidad" comentó paraThe Guardian el Ministro danés de Energía, Lars Christian Lilleholt.

Si bien otros países generan mayor cantidad de energía eólica en términos absolutos, debido a que su demanda energética es mayor, como Estados Unidos, China, Alemania, España e India; la pequeña Dinamarca, con una superficie equivalente a menos de tres Regiones Metropolitanas chilenas, es actualmente el modelo a seguir no solo por política ambiental actual, sino por la actitud visionaria que guía al país desde hace décadas.

El pionero plan danés

El logro danés tiene que ver más con visión de futuro y correcta planificación que simplemente geografía y ubicación favorables.

Luego de la crisis del petróleo del '73, Dinamarca, que dependía energéticamente de Oriente Medio, comenzó a explorar alternativas locales. Dado que es un país pequeño sin grandes reservas de combustibles tradicionales, el interés comenzó a girar en torno a la energía eólica, en una época donde el viento servía para poco más que moler granos, secar ropa y elevar volantines. En este punto de inflexión fue donde Dinamarca se benefició de su estrecha relación con la historia de las turbinas eólicas.

Casi 100 años antes, por 1890, el científico Poul la Cour había instalado en el país turbinas eólicas experimentales con las que pensaba proveer de electricidad a pueblos rurales. Luego, un discípulo de la Cour, el danés Johannes Juul, construyó la turbina Gedser, que integraba muchas innovaciones propias. Muchas de éstas están presentes en las turbinas actuales.

Con la tradición eólica en las venas y las necesidad de innovar, el país no demoró mucho en convertirse en el pionero de las turbinas eólicas. En 1978 se construía la primera del mundo capaz de generar más de un megawatt de poder.

En las décadas siguientes se comenzó a aumentar la producción de las turbinas, cada vez más numerosas. El mismo gobierno danés tuvo un papel importante, al crear un programa de desarrollo destinado a que compañías eléctricas experimentaran con turbinas más grandes. Fueron las condiciones ideales para que se generara un ecosistema de industrias expertas que cubriera cada aspecto de la cadena de suministro.

Dinamarca nuevamente marcó pauta al construir, en 1991, la primera granja eólica marina en su costa limítrofe con Alemania.

Con este historial, no sorprende que Dinamarca lidere en producción relativa a consumo desde que se comenzó a medir esta información.

Demasiado sustentable

El plan actual de sustentabilidad energética danés, que data de 2012, se propone como meta para 2020 cubrir el 50% de su consumo energético mediante turbinas eólicas, y llegar a un 85% en 2035. Todo indica que van bien encaminados.

Es tanta la energía eólica que produce el país (algunos días especialmente ventosos sus turbinas generan más que la demanda) que, para no sobrecargar su capacidad de almacenamiento, se da el lujo de exportarla a vecinos, como Noruega, Suecia y Alemania, de los que importa energía de otras fuente renovables como la solar y la hidráulica. Es un negocio redondo donde el país y el mundo ganan.

¿Y nosotros?

Aunque la capacidad de generación de energía eólica en suelo nacional, según el Consejo Global de Energía Eólica, palidece respecto a Dinamarca (proporción de 1:6), España (1:27) y Estados Unidos (1:79), en los últimos años la tendencia ha sido a un crecimiento exponencial.

El problema es cuando lo observamos en el panorama general: no cubre ni la punta del dedo de los alrededor de 70 mil gigawatts que se consumen cada año. Aquí es donde resuenan las palabras del Ministro de Energía danés: "políticas ambientales ambiciosas".

Dinamarca obtiene la mayor parte de su energía mediante sus granjas eólicas marinas. Quizá es hora de mirar al mar, y evaluar si el clima, profundidad y velocidad del aire son aptas para un proyecto así. Porque mar tenemos de sobra.

¿Qué otros países crees que tienen un gran potencial eólico?

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