Ya sabemos que el genio de la limpieza de océanos es el adolescente Boyan Slat, con su invento The Ocean Cleanup, un sistema a gran escala para combatir la brutal contaminación de plástico en nuestros océanos (8 millones de toneladas) que se acumula a diario en gigantes islas de desechos. Su idea ya se está haciendo realidad en Japón.
Pero queda trabajo por hacer y, desde la orilla del deporte acuático, dos surfers australianos se hastiaron del mismo problema. Cada vez que se metían al mar se topaban con bolsas y todo tipo de basura, por lo que renunciaron a sus trabajos, tomaron todos sus ahorros y decidieron dedicarse 100% a buscar una solución simple y concreta.
Inventaron el Seabin, una especie de aspiradora-basurero que se instala en los muelles y literalmente se traga los desechos del mar. No solamente bolsas u otros desechos plásticos, sino que también el detergente y petróleo que se derrama en las aguas. ¿Cómo funciona?
Este cilindro vertical atrae hacia sí el agua y filtra con una red toda la basura, luego, gracias a una bomba, permite que el agua limpia vuelva a circular, creando un flujo constante. Un separador opcional que se instala en el sistema elimina desechos fluidos, como el aceite.
Peter Ceglinski y Andrew Turton, los creadores de Seabin.
El Seabin se va tragando poco a poco la basura flotante del mar.
Luego la red se retira para vaciar los desechos.
Los materiales útiles para el reciclaje se pueden separar.
¿Y qué pasa con los habitantes del mar? En sus 4 años de prueba, los creadores aseguran nunca haber atapado algún pez u otro animal. En todo caso, están en conversaciones con un biólogo marino para hacer un estudio sobre la vida marina microscópica.
El Seabin cabe en cualquier esquina de un muelle sin ocupar demasiado espacio. Puede estar activo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Vendría a funcionar como el "skimmer" de una piscina que se traga las hojas y suciedad superficial, pero en el mar.
Las bombas son eléctricas, algo que cuesta unos 15 mil pesos mensuales para funcionar, pero sus creadores están investigando alternativas ecológicas para el futuro cercano. Por la simpleza del aparato, su mantención no requiere de mucha inversión.
Su costo de construcción es relativamente bajo, para los beneficios que significa su instalación: hoy cuesta unos 2,6 millones de pesos, pero considerando que no es para instalarlo en tu piscina personal y el impacto colectivo que trae a un sector de la costa, es una solución alcanzable.
Seabin estará disponible para entregarse en venta a fines 2016. La solución es especialmente útil para marinas, puertos, clubes náuticos, ríos y lagos, permitiendo tener costas de pequeño y mediano tamaño libres de contaminación y evitando que la basura vaya a parar a otra parte.
En una gran escala, aún seguiremos necesitando de Boyan Slat, pero mientras más esfuerzos por salvar a nuestros océanos y ecosistemas del desastre, mejor aún.